Poco después de la reunión de Cristina Kirchner con su ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, con quien no se vio por diez años, el peronismo—o al menos representantes de sus sectores— buscaron dar una muestra de unidad.
En la tarde de ayer, allegados al kirchnerismo, al massismo y al sector justicialista que acompañó a Florencio Randazzo en las últimas elecciones, se dieron cita Universidad Metropolitana donde plantearon la necesidad de la unidad para enfrentar al macrismo el año que viene.
En este sentido, el kirchnerista Agustín Rossi afirmó que existe una necesidad de “conjugar diferentes matices” y que el “único límite es Mauricio Macri”.
“Tenemos que trabajar todos juntos, no solo para resistir al modelo económico sino también para construir uno nuevo”, resaltó Rossi.
Fernando “Chino” Navarro, del Movimiento Evita que se había separado de Kirchner en 2016, en su discurso manifestó que no es momento de candidaturas, sino de armar un programa y que luego se verá quienes son los adecuados para representarlo.
Pero cuando los medios digitales argentinos comenzaban a hacerse eco de la noticia con algunos titulares que sugerían la posibilidad de la unión del peronismo, el jefe de bloque de senadores del Justicialismo, Miguel Ángel Pichetto, apareció por televisión para decir que Cristina Kirchner es el pasado y que hacen falta candidatos jóvenes que expresen un espacio de “centro” y no de “izquierda”.
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Luego de unas palabras cordiales donde rescató el “diálogo” de la reunión, el senador peronista advirtió en el programa Código Político que el sector necesita “un debate más de fondo”, después de haber sido derrotados en tres elecciones consecutivas. “Necesitamos candidatos jóvenes, una nueva estética y un programa”, resaltó el legislador.
Ante la pregunta de los periodistas sobre el liderazgo de la expresidente, como la referente del sector con más votos propios, Pichetto hizo un silencio, y luego de un suspiro con cierto fastidio resaltó:
“Soy de los que creen que las candidaturas de 2019, el proyecto y el programa, tienen que estar desconectados del pasado”.
De esta manera, el referente del senado, de diálogo y cercanía con los Gobernadores peronistas que no mantienen una relación hostil con el macrismo, le redujo el valor a la reunión de la tarde con tan sólo un par de declaraciones televisivas.
Una vez más, el mundo del justicialismo dejó en evidencia que para un peronista, no hay amenaza potencial más peligrosa que la de otro peronista.