La expresidente de la Nación y actual candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner, desestimó su complejo panorama judicial y manifestó que el mismo es producto de las ordenes políticas del actual Jefe de Estado argentino, Mauricio Macri.
En el marco de una presentación pública en Avellaneda, cuyo intendente, Jorge Ferraresi, es kirchnerista acérrimo, la expresidente manifestó que en Argentina “se ha terminado el Estado de Derecho”, con motivo de la causa que la investiga como posible cómplice de encubrimiento al atentado de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) en 1994.
“Lo que revela esta acusación es que se ha terminado el Estado de Derecho en la República Argentina y que los fiscales y jueces pueden firmar cualquier cosa que le manden de la Casa Rosada”, declaró.
La justificación de la exmandataria es que, al momento del atentado, ni ella ni su esposo Néstor Kirchner eran parte del Poder Ejecutivo Nacional:
“Da vergüenza decir que se quiso encubrir un atentado terrorista que ocurrió en 1994, cuando en 1994 yo era diputada provincial y Néstor Kirchner era gobernador. Si hubo encubrimiento, fueron por otro lado”.
Claro que la explicación no tiene mucho sentido, ya que no se la acusa de haber sido cómplice del suceso en su momento, sino de, años después, tratar de desviar la investigación, cosa que sería completamente posible.
La acusación del fiscal fallecido Alberto Nisman advertía sobre la posibilidad de que la expresidente habría tratado de generar un “Memorandum de Entendimiento” con Irán (que luego fue revocado por la justicia y el Congreso) donde se buscaba obtener la impunidad para los sospechosos iraníes, a cambio de un acuerdo comercial con Teherán.
Fuente: Infobae