Poco después de la visita del vicepresidente norteamericano Mike Pence a la Argentina, donde abundaron las promesas de incrementar la cooperación comercial entre ambos países, una noticia cayó como balde de agua fría en el sector sojero local: Estados Unidos bloquea el ingreso del biodiésel argentino con un alto arancel.
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Las autoridades norteamericanas fijaron en un 57 % la compensación arancelaria que deberían enfrentar los exportadores argentinos, luego de un reclamo de la Cámara de Productores de Biocombustibles estadounidense ante el Departamento de Comercio de ese país. El argumento es que los productores locales se encuentran “subsidiados” por el Estado argentino, por lo que el ingreso del producto a Estados Unidos significaría una “competencia desleal”.
En Argentina la noticia cayó muy mal, ya que el ingreso del biocombustible local en el mercado norteamericano significa el 25 % de las exportaciones al país del Norte.
Según manifestó al diario Clarín Luis Zubizarreta de la Cámara de Biocombustibles de la Argentina (CARBIO):
“Nuestro biodiésel es el más competitivo del mundo, sin subsidios ni prácticas distorsivas, por lo que lamentamos los problemas al transporte norteamericano que esta medida generará, pues en adelante deberá pagar más caro el biodiésel al haber eliminado la competencia”.
Para Zubizarreta la decisión de las autoridades estadounidenses fueron “sorprendentes” e “injustificadas”, ya que en su opinión se trata de una política “protAgrovozeccionista” porque en “Argentina no existen subsidios para beneficiar las exportaciones de biodiésel”.
El economista Juan Manuel Garzón explicó la justificación de los productores norteamericanos para argumentar la existencia de un supuesto subsidio: la diferencia entre la retención que se le cobra en Argentina al poroto de soja, que no tiene el producto del biodiésel terminado. Este impuesto al grano, en la opinión de los productores estadounidenses, generaría una distorsión que incentivaría a la producción del biodiésel artificialmente, generando una situación de competitividad desleal para ellos en su mercado local.