El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, arribó ayer a Argentina en el marco de su visita regional y en el primer día de trabajo se reunió con el presidente Mauricio Macri, con quien brindó una conferencia de prensa.
Ante la pregunta de un periodista sobre la situación venezolana, Pence manifestó que seguirán las presiones en contra de Maduro para que el país recupere la democracia y el respeto a los Derechos Humanos:
“El presidente Trump me envió con un mensaje que debe quedar claro en toda América Latina. Los Estados Unidos no se van a quedar con los brazos cruzados cuando Venezuela se está destruyendo. El presidente Trump tiene muchas opciones a disposición, pero creemos que al incrementar la presión diplomática y económica sobre Maduro, no sólo en el continente, sino en todo el mundo, vamos a lograr por medios pacíficos que regrese la democracia”, declaró.
Por su parte, Mauricio Macri dijo que existen “coincidencias” con la administración de Donald Trump en cuanto a la presión diplomática internacional, pero dejó en claro que Argentina no acompañará ningún tipo de operación militar en Venezuela, en sintonía con uno de los últimos comunicados oficiales del Mercosur.
La visita del segundo de Trump al país a horas de las elecciones del fin de semana era una gran preocupación para el gobierno, que temía recibir a Pence en el marco de un resultado electoral adverso. El respaldo en las urnas de los argentinos a Cambiemos fue un alivio para los funcionarios que recibieron al norteamericano en Buenos Aires.
Las actividades de Pence en el país incluyen diversas reuniones con la vicepresidente, Gabriela Michetti, y con varios ministros del gabinete nacional.
Fuente: Infobae