Julio De Vido es probablemente uno de los hombres fuertes más representativos del kirchnerismo. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina se desempeñó como el ministro de Planificación Federal, organismo a cargo de la obra pública, lugar donde se concentraron muchísimos casos de corrupción.
En la actualidad ocupa una banca en la Cámara de Diputados en el bloque kirchnerista del Congreso Nacional.
Recientemente la diputada nacional de Cambiemos Elisa Carrió denunció que existe un entramado político judicial destinado a la protección del exministro kirchnerista. En la jornada de hoy un fiscal comenzó el proceso que podría llevar a De Vido a la cárcel.
Carlos Stornelli, fiscal federal, pidió hoy la indagatoria, el desafuero y la detención del diputado en la causa donde se investiga un desvío de 1 500 millones de dólares entre 2005 y 2015, que supuestamente debían destinarse a la mina de Río Turbo de la provincia de Santa Cruz.
La solicitud fue realizada ante el juez Luis Rodríguez en el marco del presunto delito de “malversación de fondos” y “defraudación a la administración pública”.
En relación con el pedido del fiscal el presidente argentino, Mauricio Macri, destacó que en el país “se acabó la impunidad”.
Por su parte, Julio De Vido manifestó que la solicitud del fiscal tiene intencionalidad política: “Es parte de la campaña del PRO [partido oficialista]”
Según publica el diario Clarín, hoy 4 de julio, en la decisión de Stornelli fue clave la actuación de la Sindicatura General de la Nación y se constataron “Irregularidades en el manejo de los fondos públicos, desapego a las leyes, procesos carentes de “razonabilidad y legalidad”.
El año pasado el diario Perfil publicó la investigación del denominado “tren de la alegría”. El ministerio de De Vido había destinado más de 23 millones de dólares para reconstruir el Tren Turístico del Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT). Tras dos años de la construcción, que se realizó sin licitación ni controles, solo se inauguró una sola estación.