La expresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner no tuvo mucha suerte con sus vicepresidentes. Quien la acompañó en la fórmula presidencial durante su primer mandato, el radical Julio Cobos, la enfrentó políticamente cuando le votó en contra en el senado el proyecto para incrementar los impuestos agropecuarios. La crisis que generó ese voto (que desempató en contra del kirchnerismo) fue tan grande que allegados al anterior Gobierno reconocieron que Néstor y Cristina Kirchner evaluaron renunciar esa noche luego del cachetazo legislativo.
Para el segundo mandato fueron a lo seguro y eligieron a un candidato que garantizara fidelidad política. Esto lo consiguieron, pero los dolores de cabeza llegaron por las complicaciones judiciales que cosechó Amado Boudou por su paso en el poder.
El exvicepresidente argentino se encuentra alejado de la política partidaria y su imagen pública cayó por el suelo. Cristina Kirchner ya no quiere saber nada con el hombre a quien dejó a cargo del Poder Ejecutivo en cada uno de sus viajes internacionales durante los últimos cuatro años del kirchnerismo.
En la jornada de hoy la fiscal Estela Maris Scandura pidió que Boudou sea condenado a una pena de tres años de prisión en suspenso por haber utilizado datos falsos en el título de propiedad de un automóvil Honda.
La figura de “prisión en suspenso” corresponde por la falta de antecedentes, pero el exvicepresidente enfrenta diversas causas en la actualidad y ante la primera condena que reciba, la prisión en suspenso se transforma automáticamente en prisión efectiva con detención.
Entre las causas que más preocupan al exvicepresidente aparece la relacionada con Ciccone Calcográfica donde podría ser condenado en cualquier momento por la figura de “cohecho”. En esta causa Boudou está sospechado de comprar la empresa junto a un socio, con la finalidad de que luego sea contratada por el Estado argentino para imprimir los billetes de curso legal y otros documentos oficiales.
La Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires también tiene al exvicepresidente en la mira por “administración fraudulenta” en la compra de 20 automóviles de alta gama comprados por la cartera de Economía cuando Boudou era el ministro.
Fuente: La Nación