Este siete de junio se celebra en Argentina el día del periodista. La fecha se conmemora desde el primer Congreso de Periodistas realizado en el país el 25 de mayo de 1938. Los congresales reunidos en la provincia de Córdoba hace 79 años escogieron el 7 de junio conmemorando la fundación de “La Gazeta de Buenos Ayres” por Mariano Moreno en 1810.
Argentina hoy también conmemora otro aniversario en relación al tema: El segundo día del periodista sin la existencia de lo que se conoció —tristemente— como la figura del “periodista militante”.
Para el lector de otro país que no esté familiarizado con el término, se lo podemos reducir a un periodista, financiado con dineros públicos directa o indirectamente, que se dedicó durante el Gobierno kirchnerista a defender absolutamente todas las medidas del Gobierno y a hostigar a los colegas independientes, como a los políticos de la oposición.
Probablemente el programa paradigmático del periodismo militante fue “678”, donde una mesa de panelistas e invitados se caracterizaban por decir exactamente lo mismo, con informes que también repetían los mismos argumentos del entonces oficialismo.
La tropa de estos periodistas estaba en todos los medios públicos, pero también en los medios privados, donde al no poder pagar sueldos directamente, se optaron por caminos como la pauta oficial para subsidiar diarios, programas y periodistas. Muchos medios, como el diario Página/12, llegaron a percibir ingresos estatales de pauta oficial superiores al total de sus ganancias por ventas.
PanAm Post consultó en exclusiva a periodistas independientes de todo el país sobre lo que significó para ellos la figura del “periodista militante”, extinta casi en su totalidad desde el meteorito electoral que le sacó los fondos públicos al kirchnerismo.
“Gente nefasta”
Para Pilar Viqueira, periodista cordobesa del diario Alfil, los periodistas militantes no se caracterizaban por su profesionalismo y carecían de criterio.
“Fueron tipos con poco marco intelectual sin criterio propio. Quedaron fascinados por un discurso enlatado y terminaron llegando a lugares a los que por sus capacidades propias jamás hubieran podido. Muchos de ellos llegaron a ganar fortunas. Se enamoraron de la imagen de sí mismos que les devolvía el kirchnerismo”.
“El periodismo militante no es periodismo”
Para el periodista radial Nicolás Yacoy el desempeño de estas personas durante el último Gobierno es incompatible con el rol de un periodista. “El periodismo autentico es siempre crítico. No se puede ser crítico y militante al mismo tiempo. La famosa grieta que divide hoy a los argentinos se incrementó por responsabilidad del llamado periodismo militante. Terminaron dividiendo a los periodistas y a la sociedad. Un periodista puede adherir a ideas, pero acá militaron disvalores como la corrupción, lo que los hizo cómplices”.
“Un disfraz por interés”
El periodista Luis Beldi, de amplia trayectoria en televisión, resaltó que se utilizó la figura del periodismo como un disfraz con fines políticos y económicos: “El periodismo militante fue nada más ni nada menos que la militancia disfrazada de periodismo para poder cobrar los favores dados. El llamado periodismo militante es como un recibo falso para justificar un ingreso de dinero”.