Hace dos años y medio el fiscal Alberto Nisman denunció a la expresidente de la argentina Cristina Fernández de Kirchner y a un grupo de dirigentes por el delito de encubrimiento del atentado de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina).
Según la investigación de Nisman, Kirchner, que todavía era presidente en ejercicio, decidió encubrir la responsabilidad de Irán en la bomba de 1994 a cambio de diversos acuerdos comerciales donde Argentina entregaría productos agropecuarios a cambio de recursos energéticos para palear el problema del desabastecimiento.
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En el marco de varias amenazas, Nisman decidió presentar una serie de pruebas en el Congreso Nacional, pero la sesión jamás pudo desarrollarse debido a que el fiscal apareció muerto en su departamento por un disparo en la cabeza.
Hasta este momento no se ha definido oficialmente lo ocurrido en el departamento de Puerto Madero, pero nuevas pericias de la Gendarmería Nacional, que serán entregadas a la justicia en un mes, confirmarían que se trató de un homicidio y no de un suicidio.
La información le fue brindada al diario Clarín por una fuentes del Gobierno, dos judiciales, una vinculada a sectores de inteligencia y una de la comunidad judía.
Para la nueva investigación existió una escena “desfigurada” con “borrado de pistas”. Según comenta el periodista Julio Blanck, las fuentes aseguran que “Nisman no pudo haber estado solo” y que la posición en la que se encontró el arma indica que hubo alguien más en el baño, donde apareció el cuerpo sin vida.
De la nueva reconstrucción podrán participar las partes involucradas por medio de sus peritos. Cabe destacar que la exmujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, defendió la hipótesis del homicidio desde el primer momento.