Históricamente los gobiernos de Hugo Chávez, Néstor y Cristina Kirchner fueron aliados estratégicos. Coincidían en un discurso y en varias necesidades del corto plazo. Ejemplo de esto es la financiación del régimen bolivariano que durante su apogeo prestó (a tasas muy altas) a Argentina, cuando desde Buenos Aires no se le permitía al Fondo Monetario Internacional auditar las cuentas de lo que pasaba con los recursos otorgados.
Ante la desaparición de Chávez y Néstor Kirchner, y la debacle total del gobierno venezolano devenido en dictadura, el kirchnerismo mantuvo un silencio institucional, pero otorgó un respaldo político desde los medios de comunicación por parte de dirigentes en forma individual y personal.
El peronismo no kirchnerista se separó de esta estrategia y se vio más dispuesto a acompañar al frente Cambiemos en el repudio de la situación que vive Venezuela.
Hasta este momento el espacio comandado por Cristina Fernández de Kirchner se negó a participar de cualquier declaración formal que emane del Poder Legislativo, pero ante la dramática situación esto podría estar por cambiar.
El vicepresidente de Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Guillermo Carmona, confirmó que mañana se reunirá la subcomisión que trata el asunto venezolano y que se podría conseguir una declaración conjunta del cuerpo legislativo.
“Buscamos un pronunciamiento que proponga una salida negociada entre el gobierno y la oposición, además de la participación del presidente Mauricio Macri en una mesa de diálogo, pero de ningún modo queremos que sea interpretado como injerencia externa en un estado soberano”, contó el legislador al portal Infobae.
Por su parte la diputada de Cambiemos Cornelia Schmidt Lierman reconoció las negociaciones y la posibilidad de un texto que incluya al espacio kirchnerista, pero advirtió que no avalarán un documento que “lave” la difícil situación que atraviesa el pueblo venezolano.
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Entre los puntos que el kirchnerismo pretende discutir en la jornada de mañana está la afirmación de que en Venezuela se vive una “crisis humanitaria“, según trascendió el primer borrador de la declaración paralemtaria.