El gobierno argentino prometió a principios de año que la inflación para este 2017 se ubicaría entre un 12 y un 17 %. Las estimaciones oficiales fueron foco de conflicto con los sindicatos que no aceptaron la proyección y pidieron aumentos de sueldo de por encima de la cifra especulada.
Si bien los funcionarios dejaron de sostener la cifra públicamente, diferentes trascendidos aseguraban que el gobierno y su staff económico por estos días especulaban un escenario que ronda el 20 %.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció ayer en una entrevista televisiva que la inflación este año terminará “debajo del 20 %” enterrando definitivamente y de manera oficial la primera proyección del gobierno que no pudo ser alcanzada.
Dujovne, al reconocer la nueva proyección, hizo énfasis en que el gobierno dejó de falsificar los índices de inflación, de la forma en que lo hizo el kirchnerismo, y argumentó que, inclusive, las mediciones oficiales dieron números más complicados que varias consultoras privadas.
El ministro destacó que el objetivo es crecer al 3 % por año hasta 2022: “Un proceso sostenido de crecimiento nos permitiría tener dos millones de puestos de trabajo genuino, aumentando salarios reales, con un millón de nuevos propietarios. Pero magia no hay”, afirmó
El encargado de la cartera de Hacienda reconoció que Argentina necesita una clase empresarial con una nueva mentalidad, ya que hasta ahora los dueños de las empresas “cazaban en el zoológico”, en relación a los subsidios, aranceles y limitaciones a la competencia del comercio internacional.
En un artículo publicado por el PanAm Post, cuando el gobierno todavía insistía con un techo del 17 %, los economistas argentinos Agustín Etchebarne y Roberto Cachanosky destacaron que la meta era imposible de cumplir. Para Etchebarne la cifra final rondaría el 20 %, en sintonía con las últimas proyecciones oficiales, y Cachanosky advirtió que el índice podría ser inclusive más alto, de hasta un 28 %.
Fuente: Debo decir, América TV.