El Instituto Nacional de Censos y Estadísticas (INDEC) acaba de revelar que la inflación en Argentina fue del 2,4 % mensual.
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De esta manera, y por tercer mes consecutivo, el índice aparece por encima del necesario para cumplir con las estimaciones oficiales. Desde el oficialismo habían asegurado que a fin de año la inflación no se situaría por encima del 17 %.
Cabe destacar que el INDEC, a pesar de las malas noticias, ha vuelto a informar las cifras reales, ya que durante los últimos años del kirchnerismo, el instituto había sido intervenido por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, e informaba cifras irrisorias. Como si esto fuera poco, el Gobierno anterior se dedicó también a perseguir con multas millonarias a las consultoras privadas que daban índices alternativos.
PanAm Post consultó la opinión a cinco destacados economistas argentinos ante el preocupante anuncio.
Roberto Cachanosky destacó que el acumulado en el tercer trimestre proyectado daría una inflación anual del 28 %. “Francamente no creo que puedan bajar el número ya que todavía falta ajustar tarifas y para llegar a la meta que prometieron de entre un 12 y 17 % deberían mantenerse con una inflación mensual menor al 1 %.
“Si suben la tasa de interés para frenar la inflación se enfría la economía y no aparece la reactivación. Como no hay plan económico piensan que pueden sustituir la falta con política monetaria y endeudamiento. El Gobierno debería reaccionar porque como van las cosas no puede terminar bien esto”, advirtió Cachanosky.
Mariano Fernández, economista de la Universidad del Cema, destacó que el índice de inflación refleja la falta de consistencia entre la política monetaria y fiscal. “El déficit se ha acelerado en términos permanentes pues el ingreso del blanqueo es transitorio. Frente a esto la inflación deberá converger a un valor que refleje el desequilibrio fiscal”, destacó.
Javier Milei resaltó que el dato es malo, pero la respuesta del Banco Central es la correcta. Para el economista, en el último tiempo existió mucha presión política para que se baje la tasa de interés. Es por esto que, en su opinión, el incremento en la tasa, no sólo es la medida necesaria, sino que es una valiente resistencia a las presiones políticas que priorizan los próximos resultados electorales.
Por su parte, Gustavo Lazzari manifestó que en el primer trimestre está presente el ajuste de tarifas y que la corrección explica al menos un punto o punto y medio por mes. “El resto es inflación núcleo, pero si le sacamos el incremento por tarifas sigue siendo alta porque, como mínimo, es del 1 % mensual y la inflación promedio mundial no supera el 3 % anual. “Argentina lamentablemente ni siquiera se plantea, debido al indomable gasto público y consecuente déficit fiscal, una tasa de inflación razonable menor al 5 % anual”, concluyó Lazzari.
Finalmente, Agustín Etchebarne, director de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que el gasto público creció más que la inflación. “Aumentaron de 19 a 20 millones los receptores directos de dinero del Estado y se han incrementado la cantidad de ministerios”. Para el especialista las estimaciones anuales del Gobierno de entre un 12 y 17 % no podrán ser cumplidas en estas circunstancias y la inflación ubicarse alrededor o por encima del 20 %.