EnglishSegún Freedom House — una organización independiente “dedicada a la expansión de la libertad en el mundo” — La libertad de prensa se ha deteriorado fuertemente. La organización publicó recientemente la última edición del informe Libertad de Prensa 2014 (Freedom of the Press 2014). El estudio por países concluye que en el 2013, la libertad de prensa alcanzó su nivel más bajo en una década. Solo un 14% de la población mundial vive en un país con prensa “libre”.
El informe destaca grandes regresiones en Turquía, Ucrania, África del este y países del Medio Oriente, así como deterioros en el “ambiente relativamente abierto de los medios” en Estados Unidos.
Karin Karlekar, directora de proyecto en este informe, explicó: “Vemos un deterioro en la libertad de los medios a nivel global, resultantes de esfuerzos de los gobiernos para controlar el mensaje y castigar al mensajero (…) El año pasado, en cada región del mundo encontramos que tanto gobiernos como actores privados atacaron a reporteros, bloquearon su acceso físico a eventos que debían ser reportados, censuraron contenido, y ordenaron despedir a periodistas por razones políticas”.
El estudio de libertad de prensa de Freedom House identificó las tácticas más practicadas por representantes del gobierno para controlar las noticias, desde acosar a periodistas que cubren protestas y prohibir la entrada a reporteros extranjeros, hasta censurar sitios de noticias en Internet y redes sociales. Muchos también buscan controlar a los dueños de medios de comunicación, forzándolos a adaptar el contenido mediático o despedir a periodistas que no callan ciertas informaciones.
Por otro lado, la organización identificó áreas clave que indican mejoras: más empresas privadas operando medios de comunicación, acceso a una mayor variedad de medios en Internet y medios internacionales, así como una mejora del desempeño de algunas naciones que cuentan con protecciones legales a la prensa.
El reporte evalúa a 197 países y les asigna una calificación de libertad de prensa que va desde 0 (como la mejor) hasta 100 (como la peor). Los países reciben entonces categorías dependiendo de la cantidad de puntos, que pueden ser “libre” (de 0 a 30), “parcialmente libre” (de 31 a 60) o “no libre” (de 61 a 100). Un equipo regional de expertos y académicos participan en el proceso de calificación y evalúan a los Estados, basándose en las condiciones que proporcionen para el ejercicio de la libertad de prensa dentro de sus territorios durante el período en cuestión. Las calificaciones se basan en tres subcategorías: el entorno legal, político y económico.
De los 197 países a nivel mundial que se incluyen en el estudio, un total de 63 (32%) Estados son calificados como libres, 68 (35%) parcialmente libres, y 66 (33%) como no libres. Países Bajos, Noruega y Suecia son los países con menos puntos y por lo tanto con la mejor calificación (1); son los países con mayor libertad de prensa. Mientras que Turkmenistán (95), Uzbekistán (95), y Corea del Norte (97), son categorizados como los países con menor libertad de prensa. (La tendencia a una mayor libertad de prensa en naciones con poblaciones más pequeñas hace que el porcentaje de personas disfrutando de esta libertad sea tan pequeño.)
Las Américas: Vergonzosa situación de la Libertad de prensa
La organización destaca que el promedio regional en las calificaciones ha declinado a su nivel más bajo en cinco años, y solo 2% de la población latinoamericana vive en ambientes con medios de comunicación “libres”.
En las Américas, 15 países (43%) son calificados como libres, 15 (43%) parcialmente libres y cinco (14%) como no libres. En términos poblacionales, casi 20% vive en ambientes donde los medios de comunicación no son libres. A pesar de que Cuba mejoró por dos puntos de un total de 100, la isla sigue encabezando la indeseable lista, seguida por Venezuela, Honduras, Ecuador y México.
En comparación con el año anterior, particularmente, las calificaciones han empeorado en Honduras (64), Panamá (50), Surinam (28) y Venezuela (78). Por otro lado, la posición de Paraguay mejoró, pasando de ser no libre a parcialmente libre, su calificación bajó de 61 en 2013 a 59.
El reporte critica fuertemente a Venezuela y su decadente entorno para la libertad de medios. Aparte de debilitar los medios independientes, el sucesor de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, “ha reducido la capacidad de la oposición para vigilar las políticas del gobierno, y ha amenazado a grupos de la sociedad civil”. En cinco años, la calificación de Venezuela con respecto a la libertad de prensa ha empeorado de 73 a 78, siendo la más alta, y por lo tanto la peor, en América del Sur.
Marianela Balbi, directora ejecutiva del Instituto de Prensa y Sociedad en Venezuela (IPYS), no se sorprendió de los resultados del informe. Balbi comentó a PanAm Post: “El reporte concuerda con la realidad de Venezuela”. Según la directora de IPYS, entre el primer trimestre del 2013 y el primero del 201,4 hubo un incremento del 57,7% en los casos de violación de la libertad de expresión en Venezuela. “Esto es muy alarmante”, comenta Balbi.
“Más de 219 denuncias de violaciones, 176 periodistas agredidos, más de 34 medios limitados por no poder importar papel periódico por trámites burocráticos. Las persecuciones a periodistas se han incrementado, los casos de autocensura ascienden, en Venezuela vivimos en carne propia lo que es un bloqueo informativo sobre las protestas iniciadas en febrero de este año”, explica la directora.
Por su parte, Ecuador pasó a ser un país no libre en 2012, y su libertad de prensa sigue estando comprometida con la nueva Ley de Comunicaciones “que creó fuertes agencias reguladoras cuya independencia es cuestionable, aplicó controles excesivos en el contenido, e impuso obligaciones onerosas a periodistas y medios de comunicación”, afirma el reporte.
Honduras (64) y Mexico (61) obtuvieron esos puntajes “debido a los altos niveles de violencia e intimidación en contra de los medios”, lo que lleva a la autocensura en temas de alta importancia como corrupción y crimen organizado.
Elena Toledo, activista por la democracia en Honduras y fundadora del instituto de políticas Honduras Investiga, compartió sus impresiones con el PanAm Post.
“En Honduras, la libertad de prensa está condicionada por tres factores: el gobierno, el crimen organizado y los dueños de los medios”. El primer factor consiste en que el gobierno ha sido liderado por el mismo partido por dos periodos consecutivos, y según Toledo, ha llevado adelante muchos esfuerzos para controlar los medios.
“Primero fue a través de una ‘ley mordaza’, que se pudo detener. Sin embargo, luego implementaron la Ley de Secretos Oficiales, a través de la cual controlan lo que permanece en secreto y lo que no, básicamente controlan la información que llega a la sociedad”. Segundo, el crimen organizado y los cárteles de la droga logran imponer “fácilmente” la censura a los periodistas hondureños, dado que el Estado es incapaz de protegerlos. El tercer factor, para Toledo, es los dueños de los medios, cuyos “intereses políticos y económicos controlan los contenidos mediáticos. En Honduras, al saber quién es el dueño de un medio, ya se sabe cuál es la veracidad de la noticia que mostrará”.