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En Estados Unidos se está dando un éxodo masivo interno que ya acapara titulares de prensa. Y es que muchos estadounidenses que viven en los llamados santuarios demócratas están escogiendo a Florida como su nuevo hogar. El estado soleado se ha caracterizado por ser refugio de quienes huyen de regímenes socialistas como el cubano y el venezolano. Pero ahora también está recibiendo a quienes escapan de la delincuencia, impuestos elevados y la ideologización que se está imponiendo en estados gobernados por un Partido Demócrata cada vez más inclinado a la izquierda. Es así como Nueva York está experimentando un éxodo significativo que se dirige hacia el sur, específicamente a Florida.
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De acuerdo con corredores de bienes raíces de Sunshine State, las recientes victorias electorales demócratas en estados como Nueva York, California, Illinois y Pensilvania probablemente mantendrán la migración hacia Florida, gobernado por el republicano Ron DeSantis. Y Nueva York encabeza este éxodo a Florida. Los números así lo confirman.
Un total de 64.577 neoyorquinos cambiaron en 2022 su licencia de conducir por una del estado soleado, según reporta el Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida. “Vienen todos los días”, dijo un miembro del personal de esta oficina en Jacksonville al New York Post con una risa cansada. “Escucho todas las quejas. A veces me siento como un terapeuta”.
El éxodo de Nueva York a Florida que se observó en 2022 rompe récord histórico, pues en ningún otro año se habían alcanzado estos números.
Los impuestos espantaron primero a los multimillonarios
El trabajador dijo que los impuestos elevados están en la cima de la lista de motivos por los cuales muchos neoyorquinos están escapando a Florida. La segunda razón es la desmejora en la calidad de vida.
Cabe señalar que los impuestos impulsaron una primera ola de movilizaciones de empresarios. El diseñador de moda Alvin Valley, quien se mudó a Palm Beach, detalló que “primero fueron los multimillonarios. Después fueron los ricos, ahora tienes a la clase media”.
Y no se trata de un caso aislado sino de una tendencia. De hecho, el récord anterior se registró en el año 2021, cuando 61.728 neoyorquinos cambiaron sus licencias de conducir por una de Florida.
El creciente éxodo de estados demócratas
El mayor aumento de estas movilizaciones ha ocurrido durante la gestión demócrata de Joe Biden, quien revocó, por medio de decretos, medidas implementadas por su predecesor Donald Trump. Entre ellas destacan la revocatoria del permiso federal para continuar con la construcción del oleoducto Keystone XL, lo cual derivó en la pérdida de unos 11 puestos de trabajo, así como también detuvo temporalmente el otorgamiento de licencias para operaciones petroleras y gasíferas en terrenos federales. Todo esto mermó la soberanía energética del país, repercutiendo en el elevado costo de la gasolina, lo cual a su vez ha incidido en el aumento de precio de todos los productos que ameritan transporte, llegándose a registrar la tasa de inflación más alta de los últimos 40 años en EE. UU. durante esta gestión.
A la situación generalizada que ha afectado a todo el país se han sumado factores de carácter estatal que han motivado el éxodo interno. Luego de Nueva York, Nueva Jersey aportó el segundo mayor número de nuevos floridanos en 2022, con 32.184 cambios de licencias al estado del sol, frente a los 32.083 de 2021. Le sigue California con más de 30.000 transferencias de licencias a Florida por primera vez en la historia. La cifra llegó a un total de 30.168, cuando en 2021 había sido de 27.081.
Dado que California tiene un clima favorable, Florida no seducía a sus residentes con la misma intensidad que a los de los estados del norte. Por eso este éxodo es más llamativo. El año pasado aumentó en un sorprendente 98 % con respecto a hace cinco años, cuando solo 15.199 californianos cambiaron sus licencias a Florida.
Sin restricciones: DeSantis busca “recetar libertad”
No es un dato menor recordar las restricciones sanitarias como otra de las razones para huir de estados demócratas. Nueva York fue uno de los más restrictivos durante la pandemia del COVID-19. Tanto que hasta el entonces presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tuvo que comer pizza y perros calientes en la calle (cuando asistió a la Asamblea General de la ONU), dado que al no estar vacunado no podía entrar a ningún establecimiento cerrado.
El gobernador de Florida, por el contrario, anunció que busca prohibir permanentemente toda restricción sanitaria impuesta por la pandemia. Pretende “recetar libertad”, ni mascarillas ni vacunas por la fuerza. Si bien al principio de la pandemia acató las medidas federales, Florida fue uno de los primeros estados en liberar el acceso al trabajo y la educación. Además, nunca impuso la vacuna ni la mascarilla de manera obligatoria en el ámbito estatal.
Las cifras revelan que el aumento de la huida fue significativo a raíz de la pandemia. El éxodo de 2022 marca un aumento de 39 % en la migración hacia Florida desde Nueva York en comparación con el último año anterior a la pandemia, 2019, y un aumento rotundo de 46 % en comparación con hace solo cinco años, es decir, 2017.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, aprovecha el auge de la migración interna a su estado para promocionar su desempeño y lanzar críticas a los gobernadores demócratas, incluidos el gobernador de California, Gavin Newsom; y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.
Hasta ahora el éxodo de estados demócratas a Florida le ha dado a DeSantis la razón. De cara a las elecciones presidenciales de 2024, su estado se ha convertido en una vitrina del Partido Republicano, lo que podría impulsar su eventual candidatura para la nominación, sin olvidar que tiene al frente a un duro contrincante, el expresidente Donald Trump, con quien más que rivalizar podría conformar una potente fórmula, pues ambos defienden lo que más valoran los estadounidenses: la libertad.
