Hasta ahora el personal médico en Estados Unidos no está obligado a brindar atención a los recién nacidos si son producto de un aborto fallido. Es decir, el aborto no se limita a poner fin a la vida del feto o embrión en el vientre de su madre. Incluso si llega a nacer no podría sobrevivir. Este fue un tema que en varias legislaciones intentó aprobar –sin éxito– el Partido Republicano debido a la resistencia que encontraba en los demócratas que dominaban el Congreso. Ahora, con la Cámara de Representantes con mayoría republicana, los conservadores lograron recién iniciado el nuevo periodo aprobar un proyecto que permite salvar a los sobrevivientes de abortos.
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La formación política del presidente Joe Biden mantuvo en esta oportunidad su posición, pero no le alcanzaron los votos para volver a frenar la iniciativa. Un total de 210 legisladores del Partido Demócrata votaron en contra de salvar la vida de los sobrevivientes de abortos fallidos. Apenas uno se unió a los republicanos. Se trata del congresista hispano por Texas, Henry Cuellar. Otro hispano de Texas, Vicente González, prefirió abstenerse.
210 Diputados estadounidenses del Partido Demócrata acaban de votar en contra de brindarle atención médica a los bebes que sobrevivan un intento de aborto. El proyecto se aprobó por 218 Diputados del Partido Republicano, que tiene mayoría. Cómo vas a votar que NO a esto?
— Agustín Romo (@agustinromm) January 11, 2023
Para que finalmente esta ley pueda ser sancionada debe ser aprobada en el Senado, donde los demócratas tienen el control de 51 escaños frente a 49 republicanos. Las probabilidades son escasas. No obstante, Henry Cuellar expone la posibilidad de que su caso pueda replicarse en la Cámara alta, aunque los republicanos necesitan sumar dos votos para alcanzar la mayoría.
En todo caso, los conservadores han cumplido con lo prometido en su agenda en tiempo récord y han puesta ahora la pelota en el otro bando, dándole la oportunidad a los demócratas de sumarse a esta iniciativa o quedar ante el país como defensores del asesinato de recién nacidos que tuvieron la mala suerte de que su madre haya intentado abortarlos.
Una mujer emprendió la lucha a favor de los recién nacidos
Desafiando el relato feminista, la autora de La Ley de Protección de Sobrevivientes de Abortos Nacidos Vivos fue la representante Ann Wagner, quien consiguió que el proyecto pasara el filtro en la Cámara baja con 220 votos frente a 210 en contra.
“La legislación de la congresista Wagner brindaría a los bebés nacidos vivos durante un aborto la atención médica necesaria y vital que cualquier otro bebé recibiría para darles la mejor oportunidad de vida”, explicó el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise. “Los republicanos estamos comprometidos con defender la vida y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantener vivos a los bebés que sobreviven a un aborto”.
La ley requeriría que los profesionales de la salud proporcionen tratamiento médico y medidas para salvar la vida de los bebés nacidos vivos después de un aborto fallido. Esto sucede sobre todo en los abortos tardíos, luego del sexto mes de gestación (aunque también en el quinto). Pues ya tienen el desarrollo suficiente para poder nacer vivos y sobrevivir. Pero, sobre todo en los estados de mayoría demócrata, es posible poner fin a sus vidas. Ahora los proveedores de salud que no cumplan con la ley podrían estar sujetos a responsabilidad civil y acusación penal si finalmente es sancionada y entra en vigor.
Según el proyecto aprobado en la Cámara baja, si un feto logra sobrevivir a un aborto, se considerará una persona jurídica y tendrá derecho a las protecciones de las leyes estadounidenses como cualquier otro recién nacido.
Condena a la violencia contra iglesias y centros provida
La mayoría republicana también logró aprobar en la Cámara de Representantes otro proyecto de ley que va en la misma dirección. Se trata de una resolución que condena la violencia contra instalaciones, grupos e iglesias que se oponen al aborto. La iniciativa fue aprobada con 222 votos a favor frente a 209 en contra. Tres demócratas se unieron en este caso a los republicanos: los representantes Vicente González de Texas, Chrissy Houlahan de Pensilvania y Marie Pérez de Washington.
Por primera vez en la historia, la Suprema Corte de EE. UU. tiene mayoría católica, también conservadora. Esto volvió a la Iglesia foco de ataques. Como consecuencia de la revocación del fallo Roe vs. Wade, hubo desde estatuas decapitadas hasta iglesias incendiadas y vandalizadas. También los centros de apoyo para mujeres con embarazos vulnerables fueron atacados. Es por esta razón que los legisladores conservadores buscan proteger a estas instituciones.
En contraste, el voto casi unánime de los demócratas expone dos cosas. Primero, cómo el progresismo no se trata de progreso sino de pasos progresivos hacia el totalitarismo, dándole al Estado el poder de decidir quién nace y quien no, incluso de descartar a quienes han logrado nacer vivos pero el plan era abortarlos. Y segundo, muestra cómo, cuando el aborto se considera un derecho, se vuelve irrevocable para sus defensores, al punto que deshumanizan incluso a los sobrevivientes.
A su vez, el no condenar el ataque contra instituciones privadas (e incluso sagradas) expone su expansión ideológica. Sin embargo, hay entre sus filas algunos referentes hispanos que representan a sus distritos con valores tradicionales y se resisten a la tendencia que impone el partido.