La censura contra médicos e investigadores no fue un fenómeno meramente chino. Así como el régimen comunista silenció a sus galenos por advertir sobre el coronavirus, las principales redes sociales y los grandes medios hasta ahora lo hacen en Estados Unidos. Sin embargo, con la nueva administración de Twitter fueron restituidas las cuentas de los médicos que tuvieron opiniones disruptivas sobre las políticas que se aplicaron en la pandemia.
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Dos de los doctores más destacados, quienes fueron férreos críticos respecto a la vacuna contra el coronavirus, sobre todo en lo que concierne a su obligatoriedad, así como también revelaron efectos adversos, son Robert Malone, colaborador en la creación de vacunas de ARNm, y el cardiólogo Peter McCullough. Ambos fueron silenciados en la plataforma de los trinos, por hacer aseveraciones que no encajaban con las entonces políticas de Twitter. No obstante, desde el lunes, 12 de diciembre, sus ususarios fueron reincorporadas.
“Regresé… Bienvenido a la guerra (de información) de quinta generación. El campo de batalla es el consenso del enjambre y tu propia mente”, anunció Malone e incluyó un enlace a su Substack.
Además, compartió una publicación con simbología comunista para reflejar el carácter totalitario de su persecución. También evidenció que está demandando al Washington Post y que en cuestión de tiempo irá por The Atlantic y The New York Times. Al hacerlo cita parcialmente a San Agustín para que el lector indague: “La verdad es como un león”, proclama.
Well, there are still the usual Twitter trolls tossing old corporate media hit pieces and snark at me. What they do not know is that our lawsuit against the WaPo is progressing, and we are biding our time for many others including the Atlantic and the NYT. Truth is like a lion.
— Robert W Malone, MD (@RWMaloneMD) December 13, 2022
Censurado por cuestionar a Pfizer y al Foro Económico Mundial
Malone cree que su suspensión se debió a dos publicaciones. Durante el programa del comentarista Joe Rogan, quien difundió un video de Canadian COVID Care Alliance, cuestionan las vacunas de Pfizer y sus ensayos clínicos. Al respecto, el experto relató que el problema era que el video haría que las personas duden de las vacunas.
En su oportunidad también afirmó que ese es el pecado en general de decir cosas que hacen que las personas duden en vacunarse. La otra cosa que publiqué inmediatamente antes de eso fue una publicación, un enlace a un sitio web del Foro Económico Mundial que presenta toda su estrategia sobre cómo manejan los medios, cómo manejan COVID-19 y todos sus mensajes principales. Es un sitio web fascinante con enlaces. Esas son las únicas dos cosas que se me ocurren que cumplirían con los criterios”.
Twitter le envió un aviso que se prohibió su cuenta, así como YouTube eliminó los videos de la entrevista con Joe Rogan. Sin embargo, Malone no se ha detenido, sino que al contrario, antes de la censura, Malone tenía 519,9 mil seguidores. En menos de un día aumentó 100 mil más. Uno de los primeros en felicitarlo y publicitar su perfil fue el Dr. Eli David, quien también fue promotor de la tendencia “restituyan a los científicos”.
Many thanks to all of you who retweeted my tweets calling on @elonmusk to #ReinstateScientists during the past few weeks. @RWMaloneMD and @P_McCulloughMD have just been reinstated! 👏
Thank you @elonmusk for delivering on your promise to protect free speech. https://t.co/IDCcSdkFlz
— Dr. Eli David (@DrEliDavid) December 13, 2022
La politización del virus
Malone aprovechó la oportunidad para defender al cardiólogo Peter McCullough. El médico en ejercicio trata a pacientes con COVID-19. En entrevista con Joe Rogan, que rompió récords de descargas, dijo que los tratamientos para el virus se proporcionaron a los estados en función de tácticas políticas partidistas y no por necesidad.
McCullough, que es subjefe de medicina interna del Centro Médico de la Universidad de Baylor y profesor de la Universidad Texas A&M, se caracterizó como promotor de los tratamientos tempranos para prevenir los peores síntomas del coronavirus. Así lo detalló ante el Senado, el 19 de noviembre de 2020. Luego, en entrevista con Charlie Kirk (uno de los perfilados por Twitter, según la investigación de la periodista Bari Weiss), explayó sus preocupaciones sobre la vacuna contra el COVID-19:
“No es una sola dosis. Hoy estamos hablando de varias, llegó a los grandes medios, que los refuerzos pueden durar solo 10 semanas. Así que estamos viendo frecuencias muy, muy ajustadas de inyecciones genéticas repetidas, que codifican la producción de la proteína de pico. Lo que sugiere que la proteína pico probablemente sea menor que el cuerpo humano durante más de un año por inyección. Entonces, si comenzamos a inyectarnos cada tres o seis meses, habrá una acumulación progresiva de esta proteína que causa enfermedades en órganos críticos como el cerebro. el corazón, la médula ósea y otros lugares”.
Una simple búsqueda en Google muestra el esmero de los principales medios en desacreditar a ambos médicos como promotores de falsas noticias. Entonces surge la inquietud ética respecto a si deben tener la libertad de expresarse, incluso si están equivocados. Por ahora, Twitter dejó en claro que las voces disidentes son bienvenidas y restituyó a los médicos censurados en la pandemia