
Por primera vez en la historia de Italia, como República, una mujer podría estar al mando y porque su partido ganó por voluntad popular. El triunfo de Giorgia Meloni en Italia podría sacudir a Europa y el mundo. El hartazgo del intervencionismo de organismos internacionales y la demagogia de la izquierda desata el voto por la derecha.
La amplia ventaja del partido de Meloni, Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), la declaró ganadora incluso antes de terminar el conteo. De los 400 escaños en el Congreso, la centro-derecha cuenta con entre 227 a 257. Si bien no tiene los dos tercios, la nueva ley electoral italiana premia a los partidos ganadores. Fratelli tiene suficientes escaños parlamentarios para formar gobierno. Es más, será el gobierno más derechista desde la Segunda Guerra Mundial.
Por la madrugada del lunes 26 de septiembre, Meloni ya celebró. “Gobernaremos esta nación y gobernaremos para todos los italianos”, dijo en su discurso de victoria.
“Esta es una noche de orgullo, de revancha. A partir de mañana tendremos que demostrar nuestro valor. Es el tiempo de la responsabilidad. Italia nos ha elegido y no la traicionaremos, nunca la hemos traicionado”, agregó ante sus militantes.
🇮🇹 Conferencia de prensa de la nueva Primer Ministro italiana, luego de su arrolladora victoria. "Gobernaremos para todo el pueblo, lo uniremos y volverán a estar orgullosos de ser italianos. Hemos logrado lo que muchos creían imposible". @GiorgiaMeloni @FratellidItalia pic.twitter.com/p2idADdJgq
— Candela Sol 🇦🇷 (@CandelaSolSilva) September 26, 2022
Triunfó el patriotismo, perdió el globalismo
Uno de los puntos claves de su triunfo es el golpe al globalismo, comenzando por la Unión Europea. De hecho, en las últimas horas de las elecciones, se puso observar a italianos despojar las oficinas de la UE de sus banderas y reemplazarlas con la de Italia.
En la región, esto se evidenció por medio del respaldo que recibió. Entre los primeros en felicitar el triunfo de Meloni en Italia estuvieron el Gobierno húngaro de Víktor Orbán y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. Ambos han sobresalido por los ataques ejecutados desde Bruselas por priorizar su soberanía sobre la imposición de una agenda regional.
Sin embargo, al ser Italia la tercera economía de Europa (sin moneda propia), miembro del G7 y de la OTAN no será tan fácil desvincularse. Aun así, su discurso patriótico le ha posicionado a Meloni como la portavoz de la lucha frente al poder de Bruselas.
Una de las síntesis más completas de su elección llegó por parte del escritor y periodista español Fernando Sánchez Dragó. Remarca a Italia como un camino a seguir y destaca la derrota de Bruselas. Consigo llega el triunfo de la cultura de la vida sobre la muerte, de la libertad ante la censura y de los valores de la nación frente a la inmigración masiva.
Italia: un camino a seguir. El de la derrota de Bruselas, de la globalización, de la deseducación, de la Agenda 2030, de las leyes de género, de la inmigración ilegal, del abortismo, de la incultura de la cancelación, de la barbarie woke, del estupidario progre, de la insensatez.
— Fernando Sánchez Dragó In Memoriam (@F_Sanchez_Drago) September 26, 2022
Contra la inmigración masiva
Esto último es crucial, en cuanto el país que alberga la sede del Vaticano y consigo del catolicismo podría volverse mayormente musulmán, según denuncia el candidato a diputado de Fratelli Vito De Palma. Reprocha el tráfico humano y las condiciones miserables en las que transportan como carga a personas desde el continente africano. También como llegan a Italia con falsas promesas y a menudo profesionales trabajan en labores indignos de su capacidad, en lugar de enriquecer a sus naciones de origen.
“Sí a la familia natural, no a los lobbys LGBT; sí a la identidad sexual, no a la identidad de género; sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte; sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista y no a la inmigración masiva”, exclamó Meloni en castellano durante la campaña de Vox en España.
No obstante, no se opone a la inmigración en sí. Al contrario, uno de los puntos claves de su coalición política es garantizar el derecho al voto de los descendientes de italianos. Un promedio de 10 millones de descendientes directos de italianos viven solo en Sudamérica. De los cuales alrededor de 2 millones pueden votar. Pero los comunistas pretenden socavar este derecho y priorizar a los inmigrantes ilegales.
Mujer, no feminista
A pesar de ser la primera mujer en la historia con tanto poder, el triunfo de Meloni en Italia no ha sido celebrado por el feminismo regional ni internacional, pues sus banderas son opuestas. Giorgia Meloni es una enemiga declarada de la ideología de género (lo dice textual). Dicha ideología sostiene que ser hombre o mujer no es una realidad biológica, sino algo que se elige. No solo a nivel de percepción personal, también lo aplican a sus adversarios ideológicos. El feminismo que alega defender a la mujer no titubea en declarar enemiga a quien lo cuestiona.
Y Meloni lo hace. Se opone enérgicamente al aborto. Defiende la civilización occidental y reprocha cómo la izquierda dice defender a la mujer pero, si un extranjero abusa de una ella ocupa un lugar secundario, pues la lucha de clases del viejo socialismo ahora se aplica con interseccionalidad. Esto crea jerarquías entre las personas. En lugar de pregonar la igualdad ante la ley, pone a la mujer blanca por debajo del hombre de color.
El presidente designa al primer ministro
Ahora esta mujer podría rectificar esa desigualdad desde el poder. El tiempo condicional es primordial para comprender. Y es que en una república parlamentaria como Italia, el presidente Sergio Mattarella elige quien será primer ministro. El jefe de gobierno se elige luego que se reúne el nuevo parlamento. De ahí, un candidato obtiene un voto de confianza y finalmente la aprobación del presidente.
Se espera que Giorgia ocupe ese lugar. Por el momento, su partido ha vencido por margen suficiente para anunciar el triunfo de Meloni en Italia.