Luego de 18 días bajo el asedio de la violencia en diversas partes del país, el gobierno de Ecuador finalmente firmó “la paz” con los representantes del denominado “movimiento indígena”. Sin embargo, la iniciativa campesina, que se cubrió con este nombre, en realidad desató una profunda ola de violencia en el país. Esto trajo consigo la muerte de al menos seis personas y dejó 500 heridos. Lo curioso del caso es que sobre ello hubo poca e incluso nula visibilidad en grandes medios de comunicación, sobre todo respecto a la población civil acechada por quienes se hacían llamar manifestantes.
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En primera instancia los organismos internacionales pidieron un alto a lo que se propagó en las redes como la represión de las fuerzas de seguridad. No obstante, estas mismas instituciones callaron ante la muerte, secuestro y hospitalización de funcionarios de las fuerzas del orden que intentaban liberar cientos de camiones de alimentos detenidos por los paralizadores.
La advertencia que Leonidas Iza, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se cumplió. El dirigente en su momento vociferó la frase temeraria “comunismo indoamericano o barbarie” y se encargó de llevarla a cabo al pie de la letra. Bajo su mando, el país vivió la escasez propia que trae consigo el caos que la izquierda suelw usar como catalizador para crear las condiciones que le permita llegar al poder. Acciones similares a las que impulsó el referente ecuatoriano sobran. En 2020 estuvo el estadillo social en Chile, mientras en 2021 se dio un paro nacional en Colombia que también mancilló el bienestar de la ciudadanía.
Una serie de aspectos se dejaron de lado al momento de abordar lo que se llamó la “protesta indígena y campesina”. A continuación, se muestran los más preponderantes de la misma que desmontan el discurso que aplaudía una sublevación que terminó causando grandes daños a Ecuador.
Los “manifestantes” mataron, secuestraron e hirieron a soldados
Alrededor de 600 vehículos, entre ellos civiles y camiones que transportaban alimentos a la capital de Ecuador, fueron retenidos por los paralizadores en las afueras de la ciudad. Cuando la Fuerza Terrestre iba camino a liberar a los vehículos, hubo una emboscada. Cinco soldados fueron secuestrados, 17 heridos de gravedad, tres camiones del ejército fueron carbonizados y los 100 soldados presentes tuvieron que pelear contra los partícipes de este terrorismo local.
De hecho, en otros hechos un soldado murió y otros 12 fueron heridos. Sin embargo, el discurso se mantuvo incólume a favor de quienes causaron los daños, a pesar de que llevaron a cabo una serie de ataques frontales contra las Fuerzas Armadas de Ecuador. El sargento José Chimarro Quishpe, de madre indígena, perdió la vida cuando una turba atacó a los soldados que resguardaban las reservas petroleras del país.
Aunque desde el indigenismo (y sus defensores “progresistas”) se alega ser ambientalista, el reclamo principal fue el subsidio al combustible. De hecho, decenas de soldados están hospitalizados, por una emboscada en su contra al proteger los pozos petroleros convertidos en blanco de ataques, como chantaje ante el reclamo de subsidio.
Palabras sentidas de valor y orgullo para quien, cumpliendo su misión, ofrendó su vida por la Patria, Sgop. (+) José Chimarro #HéroePorLaPaz.
El Comandante General del Ejército, acompañó a su familia para extender las sentidas condolencias de los 25 mil soldados del @EjercitoECU pic.twitter.com/pPTTgmOVsv— Ejército Ecuatoriano (@EjercitoECU) June 30, 2022
“Si la ciudad tiene que morirse de hambre, que se muera”, amenazaron a Quito
El asedio contra la población civil no fue menor. Para comprender la profundidad de este daño es importante saber que en Ecuador el gas que enciende cocinas y calienta el agua llega a los domicilios en tanques o garrafas. En los días que duró el paro, no hubo acceso.
En este periodo de tiempo estaban cerradas todas las carreteras y amenazados productores y transportistas. Ahora, quien se atrevía a cuestionar la falta de alimentos y elementos para cocinar era catalogado como “privilegiado”, al igual que falto de “empatía”.
No obstante, quienes mostraron no tener empatía y ostentar el privilegio de no trabajar, fueron los militantes y simpatizantes del “paro nacional”. La plurinacionalidad del indigenismo permite una justicia paralela, la justicia indígena, esta a su vez consiente el castigo corporal. De esa manera agredían a quien se atrevía a trabajar mientras sus activistas paralizaban el país.
Látigo por trabajar. Manifestantes azotan con un látigo a un 🚕 taxista por salir a trabajar durante movilizaciones indígenas en la ciudad de #Ambato. #ParoNacional2022Ec pic.twitter.com/vgcoa9zFX9
— Ecuadorplay (@EcuadorPlay) June 30, 2022
Desde la Universidad Central del Ecuador, que albergó a los paralizadores, uno de los líderes indigenistas proclamó: “Si la ciudad tiene que morirse de hambre, que se muera”, referencia a la capital de los ecuatorianos. Advirtió que si los capitalinos no apoyaban el paro, pues morirían de hambre.
— Nicola (@NICOLAOFICIALL) June 26, 2022
“En el capitalismo el que no trabaja, no come. En el socialismo el que no obedece no comerá”
Esa simple frase sintetiza la advertencia de León Trotsky, líder del ejército rojo y amante de Frida Kahlo, “en el capitalismo el que no trabaja, no come, en el socialismo el que no obedece no comerá”.
Al tener los medios de producción bajo su control, tienen el poder de decidir quien come y quien no, quien vive y quien no.
Esto a su vez desmonta el relato que el paro nacional y el movimiento indigenista luchan por los trabajadores. Dado que impedían que la gente trabaje y circule. De plano destruyeron cosechas y arrojaron comida a la basura, luego de pisotearla.
La marcha no luchó contra la pobreza, empobreció al Ecuador
Lo cual expone la verdadera indolencia. Ya que en Ecuador, 27 % de niños menores de 2 años sufre desnutrición crónica. Este fenómeno afecta particularmente a la niñez indígena. Según cifras de UNICEF, 39 % la padece. Sin embargo, en lugar de garantizar alimentos, el movimiento indigenista negó acceso.
Uno de los principales reclamos de los indigenistas originalmente era el elevado costo de vida. No obstante, gracias a 18 días de paralizaciones se triplicó el precio de los productos por causa de la escasez.
Hasta ahora se estima que la pérdida total para el país supera los 500 millones de dólares, sobre todo para el sector productivo.
“Si bien la finalidad del paro nacional era buscar alternativas que mejoren el alto costo de la vida, hoy varias de sus acciones ponen en riesgo la economía nacional. Una de las principales problemáticas es la falta de abastecimiento en los mercados nacionales por el bloqueo de vías, esto ha causado el incremento en los precios de distintos productos y alimentos de consumo básico como papas, huevos, verduras, lo cual afecta directamente al consumidor”, detalla la consultora Dichter y Neira.
Impedían acceso de ambulancias con pacientes: «Que se muera»
Y el drama humanitario no termina ahí. Entre los principales reclamos estaba el mejoramiento del sistema de salud. Pero los mismos paralizadores negaban el acceso de las ambulancias que transportaban enfermos de gravedad.
“Que se muera”, gritan los paralizadores ante una ambulancia que no pudo circular por causa de las movilizaciones. Se puede observar a las familias implorando el acceso. Pero les denegaron.
Al respecto, el abogado David Cando puso a disposición sus servicios para traer justicia a los afectados. Al ser público el anuncio, se pueden conocer los testimonios de primera mano, entre ellos familiares que reclaman la muerte de sus seres queridos, por no poderlos transportar a tiempo a un hospital.
⚠️Un paramédico fue agredido durante el #ParoNacionalEC, en #Tungurahua, mientras se impedía el paso de una ambulancia que llevaba a un enfermo con cáncer. pic.twitter.com/OElI8fFwVs
— Revista Vistazo (@revistavistazo) June 29, 2022
El acoso a la prensa nacional
En buena medida no hubo acceso a lo que sucedía en Ecuador, dado el acoso sufrido por parte de los periodistas. Incluso aquellos solidarios con la protesta, como medios progresistas y feministas, fueron agredidos, sus equipos robados y sus voces calladas.
De hecho, en la provincia de Tungurahua los paralizadores hasta cortaron las antenas y negaron a la población el acceso a la información.
No son infiltrados ! Ellos son trabajadores de TELEAMAZONAS, compañeros míos a los que yo pedí que graben la marcha de hoy ! Hacen su trabajo honesto y son maltratados y humillados ! Paren la violencia ! pic.twitter.com/PgeB60MSuo
— Milton Pérez Shemesh (@miltonperezsh) June 29, 2022
Fue allí donde más resistencia encontraron. Luego que los paralizadores contaminaron el agua de la ciudad principal, Ambato, los vecinos salieron a enfrentarlos. Así lograron evitar, junto a las fuerzas del orden, el intento de quitarle a gran parte del país el acceso a electricidad. Pues los comuneros tomaron hasta una estación eléctrica.
También en Quito fueron incendiadas dos unidades policiales al norte, en Calderón, en vísperas de la negociación. Días sucedió a gran escala en la región amazónica del país.
#ATENCIÓN| El Comandante General de Policía General, Fausto Salinas, informó que hay 3 detenidos por la quema de UPC en #Calderón, al norte de #Quito.
En el balance de estos 16 días del #ParoNacionalEcuador se registran 10 UPC destruidos. pic.twitter.com/4Vsi4bbhiu
— Visionarias (@visionariasec) June 29, 2022
Ecuador resiste, una vez más, a las brisas bolivarianas
Luego de 18 días de terrorismo en Ecuador, se logró lo que públicamente se conoce como acta de paz. En medio de la violencia, sigue habiendo resistencia. La mayoría de la población le dijo no al retorno del socialismo en las urnas y sigue diciendo que no en las calles.
Mientras la violencia cosechó un resultado electoral a favor de los terroristas y desestabilizadores en Chile y Colombia, en Ecuador no.
Desde octubre del 2019 lo que Diosdado Cabello llamó “brisas bolivarianas” están desestabilizando a la región. Pero así como intervino la Conferencia Episcopal para lograr la paz en Ecuador en ese entonces, lo hizo nuevamente. Ecuador no ha llegado al punto de ver iglesias saqueadas como en Chile, ni irrumpidas como en Colombia.
La revolución todavía no ha alterado la fibra moral de la nación. Pero estuvo peligrosamente cerca a quebrar su institucionalidad.
El siguiente paso es el juicio contra el líder Leonidas Iza, quien fue detenido y súbitamente liberado. Debe presentarse ante la justicia el 4 de julio. Su condena sería un castigo ejemplar. No obstante, podría ser el detonante de un nuevo estallido. En ambos casos debe haber voluntad política de mantener las riendas del país en medio de la conmoción.
Guillermo Lasso estuvo a punto de ser destituido por iniciativa de la bancada correísta. Los socialistas intentaron aprovechar la coyuntura y terminaron debilitados y denominados como golpistas. No lograron votos suficientes. Y agotaron el recurso constitucional para deponer al presidente. De manera que está blindado por el resto de su gestión.
Quienes pueden hacerlo son los ciudadanos. De él depende hacer respetar la ley o rendirse ante la violencia.