Los disturbios que azotaron a Chile y Colombia en 2019 tuvieron su génesis en Ecuador. Desde la mitad del mundo se originó lo que Diosdado Cabello –el número dos de Nicolás Maduro– llamó las “brisas bolivarianas”. Ahora, en víspera de las elecciones en Colombia, Ecuador se volvió un hervidero de nuevo. Movimientos indigenistas cerraron al menos 87 rutas por cinco días, hasta que Guillermo Lasso dijo basta al regreso de las “brisas bolivarianas”.
«Comunismo indoamericano o barbarie»
“Comunismo indoamericano o barbarie”, exclama la conclusión del libro Estallido (sobre las revueltas de octubre de 2019) de Leonidas Iza, líder de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador).
Iza volvió a las calles a cerrar carreteras. Por lo cual fue detenido. No obstante, fue puesto en libertad condicional en menos de 24 horas. No podrá salir del país y deberá comparecer ante la justicia el lunes 4 de julio.
En lugar de reconciliación, su liberación intensificó la violencia de las protestas que continuaron por cinco días consecutivos. Ante ello, este viernes por la noche el presidente Guillermo Lasso habló en cadena nacional y anunció una serie de medidas para lograr la paz y estabilidad en el Ecuador.
Estado de excepción
Las medidas incluyen declarar en emergencia el sistema de salud público, que tiene deficiencias sobre todo en el abastecimiento; duplicar el presupuesto a la educación intercultural (lo cual apela particularmente a las comunidades indígenas), subsidiar la mitad del precio de la urea (fertilizante que solía ser importado de Rusia) para pequeños y medianos productores, condonar deudas de hasta 3.000 dólares por parte de BAN Ecuador y otorgar créditos agrícolas de hasta 5.000 dólares al 1 % y a 30 años de plazo.
Y el anuncio más importante para la protesta en cuestión fue que Lasso aseguró que “no habrá alza del diésel, gas, gasolinas extra y ecopaís, ni privatización de servicios públicos y sectores estratégicos”, dado que el aumento del precio del combustible aumenta todos los precios de productos que requieren transportarse. Y para controlar el caso, anunció que se vio obligado a declarar el estado de excepción en Pichincha, Imbabura y Cotopaxi desde la medianoche de este viernes.
Hay ciudadanos que están marchando para reclamar causas justas. Les digo que estamos escuchando y por eso tomamos decisiones, siempre pensando en los derechos de todos. pic.twitter.com/Ivv1f0a0HK
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) June 18, 2022
El mandatario reconoce el derecho a la legítima protesta y el reclamo por el elevado costo de la vida, situación que ha empeorado por causa de la paralización que produjo el coronavirus y luego el impacto de la guerra en Ucrania, principalmente porque el Ecuador exporta flores e importa fertilizante de Rusia.
De manera que el sector agrícola es el más afectado por el conflicto bélico. No obstante, Lasso repudia la violencia que existe en las protestas, lo cual no solo no es legítimo sino que es ilegal.
Legisladora oficialista denuncia financiación ilícita de las protestas
La más enfática al respecto ha sido la vicepresidente de la Comisión de Fiscalización, la legisladora oficialista Ana Belén Cordero, quien denuncia el enorme costo de las manifestaciones y cuestiona la fuente de esos ingresos.
Más aún ante el hecho de que toda la nación vio cómo Iza salió de su detención en una Trail Blazer que supera los 56.000 dólares. No obstante, el líder indigenista se muestra comúnmente sobre un “tractorcito”, como símbolo de su “humildad”. La legisladora aclaró que además Iza no ha declarado impuestos ni ha demostrado ingresos, lo cual potencia las dudas respecto al origen de sus fondos y por ende los destinados para financiar la manifestación que se ha tornado violenta.
Un día de protesta cuesta entre 150,000 y 200,000 ya van 5. ¿Quién los financia? Aquí la nota 👇🏻 pic.twitter.com/bwh2IfZkvt
— Ana BeIen Cordero (@abcorderoc) June 18, 2022
Sumado al factor económico está el político-ideológico. Para muchos comentaristas no es casual que el levantamiento callejero se haya producido justo cuando varios funcionarios y aliados del correísmo estaban bajo investigación.
Otro factor a tomar en cuenta es cómo esto beneficia al narcotráfico y las redes de corrupción locales y regionales. Tan solo días antes de destaparse el caso de sobornos que tiene bajo investigación a alrededor de 20 funcionarios del gobierno de Rafael Correa y su vicepresidente Jorge Glas estallaron los disturbios de 2019.
Las manifestaciones se hacen presentes nuevamente como un posible distractor cuando la policía investiga los vínculos entre el narcotráfico y el correísmo.
Iza se convierte en la pieza clave del correismo para desestabilizar.
En el #OctubreNegro en 2019 ya lo hicieron juntos y se auto otorgaron amnistias, hoy su complicidad se consolida.
— Patricio Alarcón (@PatoAlarcon2023) June 12, 2022
Pandilleros al servicio del socialismo del siglo XXI
El caso más destacado es el de Ronny Aleaga, legislador que fue miembro de la pandilla internacional de los Latin Kings. Fue descubierto en una foto en una piscina en EE. UU. junto a un prófugo de la justicia, Xavier Jordán. Este a su vez tendría negocios con el presunto narcotraficante Leandro Norero, también pandillero, conocido como el ‘Patrón’, quien en su juventud aparece en fotos junto a Rafael Correa.
“Todo apunta a Xavier Jordán, hoy acaudalado y parte de la estructura criminal de Leandro Norero. En esta foto desde la izquierda constan: Pablo Mendoza, Ronny Aleaga, Leonardo Cortázar, Xavier Jordán y Freddy Garay. Al extremo derecho parecería el rostro de Carlos Vallejo Game”, explica el medio digital Periodismo de Investigación.
Presunto narcotraficante tendría vínculos con el correísmo
De acuerdo con Interpol, la justicia de Perú requiere a Norero por narcotráfico desde 2014. Su prontuario le precede. Fue arrestado en 2006 por tráfico de armas, en 2012 por robo y asociación ilícita y en 2018 por tráfico de drogas. No obstante, siempre sale en libertad. Su último arresto fue el miércoles 25 de mayo de 2022 junto con otras seis persona. Fueron capturados con más de 6 millones de dólares, joyas y 24 lingotes de oro valorados en hasta 60.000 dólares, según su peso.
Por años, los Latin Kings fue un cuerpo de choque al servicio de la revolución ciudadana. Con el tiempo sus líderes se volvieron capos mafiosos y uno de ellos llegó a legislador.
De manera que crecen las sospechas de que exista un hilo conductor entre un intento de tapar los vínculos entre el correísmo y el narcotráfico y las nuevas protestas. No es un dato menor que los legisladores correístas votaron abrumadoramente a favor de otorgarles amnistía a los participantes de los disturbios de 2019, pese a que destruyeron el país, torturaron y obstaculizaron el acceso a comida, educación y salud.
Mientras se demuestran dichos vínculos, el presidente Guillermo Lasso dijo basta a las “brisas bolivarianas” en la región que nuevamente pretenden lograr reformas por medio del chantaje e intimidación.