
El referente conservador de Chile, José Antonio Kast, hoy lidera una iniciativa internacional que abarca a tres continentes: África, Europa y América. Se trata de la Red Política por los Valores (PNfV, por sus siglas en inglés), que esta semana celebra la IV Cumbre Transatlántica, en esta oportunidad, en Hungría. El evento en cuestión se maneja con relación a tres pilares fundamentales: vida, familia y libertad.
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Desde su juventud, Kast se mostró comprometido con la lucha contra el comunismo. Ahora, la dicotomía de la Guerra Fría no es vigente. La lucha hoy es de la soberanía de las naciones contra el globalismo, un corporativismo internacionalista de caracter interseccional que entrelaza ambientalismo, feminismo, una agenda LGBT, un socialismo para las masas y un capitalismo para las élites que promueve un gobierno de carácter global.
El impacto de la Red Política por los Valores es destacable en muchos aspectos. Por ejemplo, la anterior presidente de la misma, Katalin Novak, es hoy presidente de Hungría, país sede. Esta mujer se ha destacado por resistir lo que desde su gobierno se ha tachado como imposiciones políticas e ideológicas de la Unión Europea en ciertos aspectos socioeconómicos.
Kast, quien hoy desempeña un papel preponderante como una de las caras que se plantó ante la ideología socialista, pide unidad a sus compañeros de pensamiento. Para ello, también cuenta con aliados poderosos, como la Administración de Jair Bolsonaro en Brasil. La secretaria de Estado, Ángela Gandra, viajó hasta Budapest y manifestó el compromiso del gobierno brasileño en defensa de los valores occidentales.
Para ratificar la importancia de esta iniciativa en la lucha contra el globalismo y lo amenazante que resulta para la agenda imperante, en la cumbre en Hungría participaron funcionarios de la Administración de Donald Trump. Los referentes republicanos aprovecharon la oportunidad para condenar cómo la única política de Estado eliminada el mismo día que asumió Joe Biden la presidencia fue la adhesión de Estados Unidos al Consenso de Ginebra.
Guatemala, piedra angular en la defensa de los valores occidentales
Uno de los participantes más destacados de la última cumbre de la PNfV fue el embajador de Guatemala ante la ONU, Luis Lam, quien da la batalla inmerso en la institución que más amenaza la soberanía de la nación.
Guatemala es uno de los firmantes del Consenso de Ginebra, iniciativa liderada por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en colaboración con el bloque africano y una veintena de países.
El objetivo de este movimiento es proteger la vida desde la concepción, en contraposición a la imposición por parte de varias organizaciones adcritas a la ONU que presionan a las naciones para legalizar el aborto.
De hecho, en marzo el Congreso guatemalteco nombró Guatemala como “Capital Provida de Iberoamérica”. al respecto, los legisladores del país centroamericano aprobaron también medidas contra la enseñanza de la diversidad sexual en las escuelas.
Junto al gran Embajador de Guatemala en la ONU @luislampadilla quien día a día trabaja por la defensa y promoción de nuestras ideas en ese complejo organismo internacional. Hay que ocupar todos los espacios y dar todas las batallas! 🇬🇹🇨🇱 pic.twitter.com/ayL7RmD9hs
— José Antonio Kast Rist 👍🇨🇱 (@joseantoniokast) May 26, 2022
África, presente en la IV Cumbre Transatlántica
Desde el otro lado del mundo estuvieron presentes dos delegaciones africanas. Las representaciones incluyeron legisladores de Uganda y Kenia, que denunciaron el intervencionismo de organizaciones internacionales que aprovechan las carencias de las naciones africanas para imponer políticas de control de población. En lugar de apuntar a reducir la pobreza, hay organismos globalistas que pretenden reducir a los pobres evitando que nazcan.
La cumbre culminó con una “declaración de la juventud por la libertad”, emitida por una coalición de jóvenes de 30 naciones distintas. Allí abordan cuestiones coyunturales, como la protección del medio ambiente y destacan como el cuidado ambiental no debe atentar contra el ser humano.
Esta aclaración se torna necesaria en cuanto en cuanto impera una agenda “sandía” —verde por fuera y rojo por dentro— un discurso ambientalista que encubre políticas totalitarias, sobre todo en materia de control de población.
La unidad como eje fundamental para dar la batalla contra el globalismo
El mensaje subyacente en el discurso progresista es que para que el planeta esté mejor debe haber menos personas. La contraposición liderada por la Red Política por los Valores es que toda persona merece ser defendida y que se necesita de familias fuertes para lograrlo.
Por eso y más, frente a la división instigada entre hombre y mujer, José Antonio Kast, padre de 9 hijos, lideró la cumbre en unidad con su esposa Pía.