Las tropas rusas removieron del poder al alcalde Ivan Fedorov, de la cuidad de Melitopol en la provincia de Lugansk. En su lugar, fue reemplazado por Galina Danilchenko, una funcionaria prorrusa, cuyo primer mensaje fue no resistirse a la ocupación que hacen los soldados de Vladímir Putin, porque de esa forma se volverá a la normalidad.
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Galina Danilchenko es exmiembro y diputada del concejo municipal de Opposition Bloc, un partido político prorruso creado en 2014.
Por medio de una transmisión de televisión, Danilchenko asumió el cargo, proclamada por las fuerzas militares rusas, un día después de que el alcalde electo de Melitopol fuera removido de un centro de crisis (una especie de búnker) por un grupo de 10 soldados al servicio de Putin.
Según el parlamento ucraniano, Fedorov fue secuestrado con una bolsa plástica en la cabeza, luego que “se negara a cooperar con el enemigo”.
Más de 2.000 residentes de la ciudad ocupada por Rusia en la región rebelde de Lugansk respaldada por el Kremlin realizaron una manifestación para apoyar a Fedorov el sábado, mientras que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, exigió su liberación.
La Unión Europea se manifestó de inmediato. “La Unión Europea condena firmemente el secuestro de los alcaldes de Melitopol y Dniprorudne por parte de las fuerzas armadas rusas”, escribió Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores.
En respuesta, Danilchenko dijo en televisión que su objetivo era que la ciudad “volviera a la normalidad” y advirtió contra aquellos que “provocarían una reacción de mal comportamiento”.
¿Qué origina la imposición de los rusos de una nueva autoridad?
En febrero del 2022, el parlamento ruso instó a Vladimir Putin a reconocer la independencia de dos regiones separatistas respaldadas por Rusia en Ucrania. Los legisladores de la Duma, la Cámara baja del parlamento ruso, votaron a favor de pedirle a Putin que reconozca las partes ocupadas de las regiones de Donetsk y Lugansk como “repúblicas populares” autónomas.
Sin embargo, esto le traía a Rusia un problema. Ya que reconocer a las dos regiones del este de Ucrania como independientes invalidaría en gran medida el proceso de Minsk, un conjunto de acuerdos que Rusia y Ucrania firmaron en 2014 y 2015 garantizando que las regiones seguirían siendo parte de Ucrania, aunque con un “estatus especial”.
Putin finalmente sí reconoció a las regiones de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania como Estados independientes. Firmó documentos que declaran que ya no forman parte de Ucrania, lo que constituye un agravante en contra de la soberanía ucraniana, ya establecida en estos territorios. Horas antes, los líderes separatistas de las regiones hicieron un video de declaración de independencia.
De allí, inicia el conflicto que desembocó en la “llamada operación militar especial” que activó Vladímir Putin el pasado 24 de febrero, con la que ha invadido territorio ucraniano y dejado miles de muertos, tanto civiles como militares, en su afán de “desmilitarizar” y acabar con el actual gobierno de su país vecino.
La mezcla de culturas en Donetsk y Lugansk
Los separatistas prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk tomaron edificios gubernamentales en 2014 y proclamaron las regiones como “repúblicas populares” independientes. La medida siguió a la anexión de Crimea por parte de Rusia a Ucrania.
La mayoría de los 3,6 millones de personas que viven en las regiones de Donetsk y Lugansk hablan ruso, como resultado de la migración de trabajadores rusos a las regiones después de la Segunda Guerra Mundial, durante la era soviética.
Moscú, en su intento de lucir más atractivo para quienes habitan estos territorios, han simplificado el proceso para la obtención de sus pasaportes y estimulado a la ciudadanía por medio del ofrecimiento de los beneficios a los que tienen derecho los ciudadanos rusos, como atención médica gratuita. Esto ha hecho que en los últimos años más de 720.000 pasaportes rusos sean emitidos por el Kremlin, según The Associated Press. Esto se considera un intento de subrayar la influencia de Rusia en la región, apuntó la agencia de noticias.
Además del camino rápido hacia la ciudadanía, Rusia ha ofrecido a los residentes de Donetsk y Lugansk la membresía en el partido gobernante del Kremlin y otros beneficios, como sus vacunas COVID-19 o preferencias comerciales para los fabricantes locales.
Las autoridades ucranianas han acusado que entregar pasaportes rusos a los residentes de las áreas controladas por los rebeldes violaba el pacto de paz de 2015. Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo en su oportunidad que la emisión masiva de pasaportes rusos a estas personas viola los acuerdos de Minsk.
Desde 2014, más de 14.000 personas han muerto en los enfrentamientos en la región de Donbas entre separatistas prorrusos y fuerzas ucranianas. Los enfrentamientos armados entre Rusia y Ucrania continúan. Una salida pacífica todavía no está en el horizonte.