Cuestionar a Hillary Clinton no parte de la lógica ni la evidencia, según sus defensores. Para ellos se trata de un trastorno mental. Lo han denominado el «Síndrome de trastorno de Hillary Clinton». El Partido Demócrata, en colaboración con los medios masivos, han diagnosticado así a sus críticos, sobre todo luego que se inició una investigación contra el equipo legal de Clinton por espiar al expresidente Donald Trump.
De acuerdo con un columnista de CNN, “hay algo que infecta a los círculos derechistas y no muestra signos de disminuir”: una fijación con Hillary Clinton denominada “Síndrome de trastorno de Hillary Clinton” o “HDS” para abreviar por sus siglas en inglés.
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Según el articulista Dean Obeidallah, “el ‘Síndrome de trastorno de Hillary Clinton’ está peor que nunca“. Describe que los síntomas de esta “patología” persistente incluyen una obsesión enfermiza con la exsecretaria de Estado que va desde difundir mentiras sobre sus acciones pasadas hasta culparla por hechos con los que no tiene conexión, combinado con un anhelo insaciable de verla postularse nuevamente para la presidencia en 2024.
Luego que Fox News le dedicó un segmentó a desmontar la existencia de este trastorno, el autor aseguró que esto comprobaba su hipótesis.
On @greggutfeld Fox News show last night they dedicated an entire segment to my recent CNN article about GOP being re-infected with Hillary Clinton Derangement syndrome. Nothing proves you aren't obsessed with Hillary than a segment on how you are not! https://t.co/JOaw9vnCVd
— (((DeanObeidallah))) (@DeanObeidallah) February 23, 2022
Aparentemente, una nueva variante del HDS surgió la semana pasada cuando el fiscal especial John Durham, que ha estado indagando sobre los orígenes de la investigación del FBI sobre la llamada “trama rusa”, presentó una moción que involucra a Michael Sussmann, un abogado vinculado a la campaña presidencial de Clinton de 2016, quien ha sido acusado de mentir al FBI.
Para afirmar su hipótesis, el articulista de CNN exclama que Sussman se declaró inocente. No obstante, pasa por encima del hecho de que Durham presentó pruebas que lo incriminan.
Durham ratifica su denuncia: el abogado de Hillary Clinton espió a Trump
El fiscal especial John Durham presentó un informe en el que revela el espionaje del que fue objeto Donald Trump durante la campaña presidencial en la que derrotó a Hillary Clinton e incluso durante la presidencia, tanto en la Torre Trump de Nueva York como en la Casa Blanca. En consecuencia, Trump exigió reparaciones y aseguró que se trata de un escándalo mayor al del Watergate.
Además, el informe expone al Partido Demócrata por el presunto uso de métodos ilegítimos e incluso ilegales que se habrían usado para mantener a flote una narrativa anti-Rusia que sirviera para beneficiar a su candidata. Ahora que Joe Biden envió armamento a Ucrania, es aún más evidente la necesidad de su partido de sostener este relato.
Sin embargo, para Dean Obeidallah, reconocer la evidencia en contra del equipo de Clinton se trata de un trastorno. A pesar de admitir en su artículo que Sussman intercambió datos de internet con la CIA en 2017, sostiene que hablar de espionaje al expresidente Trump durante la campaña y la presidencia es un “caso obvio de HDS” porque –según él– el informe no prueba tal cosa.
“Como han confirmado varios fact checkers, las acusaciones compartidas por los medios de derecha no se basan en la realidad; la moción de Durham ni siquiera incluye la palabra ‘infiltrarse’. Pero un síntoma clásico de HDS son las alucinaciones sobre lo que hace Clinton”, afirma Obeidallah en su columna de opinión.
Lo que ha quedado comprobado es cómo la prensa alineada con el Partido Demócrata simplemente encubren a la excandidata presidencial, vetando cualquier información contraria a sus intereses. Así se pudo observar cómo la mayoría de estos medios no publicó una letra sobre el informe del fiscal especial John Durham.
El fiscal Durham presenta un caso judicial acusando a la campaña Clinton de hackeo informatico contra Trump. La cobertura de las grandes cadenas en minutos: Abc, Nbc, Cbs, Msnbc = cero, Cnn = dos minutos. ¿Medios hispanos? pic.twitter.com/KtFf9SMQfw
— Jota DBS (@Jota_DBS) February 15, 2022
Obeidallah se limitó a decir que “comprobadores de datos” –cuyo sesgo ideológico ha sido expuesto–, han desmontado el informe de Durham. Aunque no brindó evidencia al respecto, su foco está puesto en descartar lo dicho por Trump y sus aliados.
Por ejemplo, el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, tuiteó: “No solo espiaron la campaña de Donald Trump. Espiaron a Donald Trump como presidente en ejercicio de los Estados Unidos”. Trump afirmó lo siguiente al respecto: “La moción proporciona evidencia indiscutible de que mi campaña y mi presidencia fueron espiadas por agentes pagados por la campaña de Hillary Clinton”. Y agregó que “en tiempos más sólidos en nuestro país, este delito hubiera estado penado con la muerte”.
El articulista califica estas acusaciones como “casos obvios de HDS”. Alega que el informe de Durham no ha probado lo que señalan. Si bien el fiscal especial se ha distanciado de la instrumentalización política del caso, no se ha retractado de sus declaraciones.
Desde 2017, Kimberley Strassel, columnista e integrante de la junta de editores del Wall Street Journal, ha denunciado la contratación de un exespía para incriminar a Trump por parte del Partido Demócrata durante la campaña electoral.
The press corps is ignoring news that their Russia collusion narrative was inflated with false information collected by eavesdropping on Donald Trump. https://t.co/gDFrBAYREk
— Kimberley Strassel (@KimStrassel) February 16, 2022
En su última columna, Strassel destaca que “el fiscal especial John Durham destruyó los últimos jirones de la credibilidad de Steele el año pasado, demostrando que el espía a sueldo se había basado en fabricaciones para el infame expediente que la Oficina Federal de Investigaciones usó en su investigación sobre Trump”.
The breadth and audacity of the Clinton dirty-tricks operation is simply stunning. https://t.co/HoTcQDbVgs via @WSJOpinion
— Kimberley Strassel (@KimStrassel) February 15, 2022
En los últimos días ha publicado diversas columnas donde afirma que efectivamente sí hubo espionaje contra Trump, tanto durante la campaña presidencial de 2016 como durante su presidencia, todo con el fin de vincularlo con Rusia para deslegitimar su mandato.
No obstante, para los medios masivos funcionales al Partido Demócrata es más fácil diagnosticar con un supuesto «Síndrome de trastorno de Hillary Clinton» a todo el que publica información al respecto que enfrentar el hecho de que el equipo legal de la excandidata presidencial espió a Donald Trump.
“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas”, reza la cita atribuida a George Orwell, aunque otras versiones apuntan a diversos orígenes.