Las empresas no podrán obligar a sus empleados a vacunarse contra el coronavirus. Así establece el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos, en rechazo a la obligatoriedad que pretendía imponer el Gobierno de Joe Biden.
La Administración demócrata pedía a las compañías con más de 100 trabajadores exigir que sus empleados se vacunen o usen mascarillas y se realicen pruebas semanales para descartar contagios por COVID-19.
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Establecía excepciones que eximían a ciertos empleados como aquellos con objeciones médicas o religiosas legítimas, trabajadores totalmente remotos y aquellos que realizan sus faenas completamente al aire libre.
Sin embargo, no logró ser aprobada por el máximo tribunal federal. Del total de nueve jueces, seis votaron a favor y tres en contra del bloqueo a esta medida. Por primera vez en décadas, la Corte Suprema de EE. UU. tiene mayoría conservadora. Por lo cual el resultado no fue sorpresivo.
La decisión surge tras las demandas presentadas predominantemente por funcionarios de estados gobernados por el Partido Republicano y grupos de cabildeo conservadores. El presidente del máximo tribunal, John Roberts, y los jueces asociados Samuel Alito, Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Clarence Thomas, quienes conforman la mayoría conservadora en la corte, se pusieron del lado de la libertad de los empelados para elegir vacunarse o no.
Mientras que la minoría progresista que votó a favor de otorgarle al Estado el poder de decidir sobre las libertades individuales está conformada por los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor.
La decepción de Biden vs. la victoria de Brandon
“Estoy decepcionado de que la Corte Suprema haya optado por bloquear los requisitos de sentido común para salvar vidas para los empleados de grandes empresas que se basaban directamente tanto en la ciencia como en la ley”, dijo el presidente Joe Biden.
“Ahora depende de los estados y de los empleadores individuales determinar si hacer que sus lugares de trabajo sean lo más seguros posible para los empleados, y si sus negocios serán seguros para los consumidores durante esta pandemia, al exigirles a los empleados que tomen las medidas simples y efectivas”, agregó.
Lo más irónico del caso es que Brandon Trosclair, dueño de una cadena de tiendas de comestibles y demandante en un caso ante la Corte Suprema para impugnar el mandato de vacunas de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) del Departamento de Trabajo de EE. UU., tiene el mismo nombre que han utilizado detractores para burlarse de Biden en clave. Su caso es destacable en cuanto defendió la libertad de sus empleados.
Durante una carrera deportiva en septiembre pasado en la que se pudo escuchar al público gritar “Fuck Joe Biden“, la periodista Kelli Stavast de NBC que reportaba el evento intentó disimular diciendo “Let’s Go Brandon“, a propósito de una entrevista al corredor de carreas de automóviles Brandon Brown. De ahí el uso de la frase para expresar repudio hacia el presidente demócrata.
Trabajadores de la salud sí podrán ser obligados a vacunarse
Al personal médico le faltó su propio Brandon. Los jueces no mantuvieron el mismo argumento frente a los trabajadores de la salud. Roberts y Kavanaugh se unieron al bloque progresista y la segunda decisión quedó 5 contra 4. A los trabajadores de la salud sí se les podrá exigir el requisitos de vacunación.
El juez Samuel Alito, junto con los conservadores Clarence Thomas, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett, estuvieron en contra.
“Ni los CMS (Centers for Medicare) ni la Corte articulan un principio limitante de por qué, después de un retraso inexplicado e injustificado, una agencia puede regular primero y escuchar después, y luego poner a más de 10 millones de trabajadores de la salud a elegir entre sus trabajos o un tratamiento médico irreversible”, escribió el juez Samuel Alito.
El personal mencionado, originalmente debía recibir la primera dosis antes del 6 de diciembre. El mandato permite algunas exenciones religiosas y médicas. Hasta ahora dos tribunales inferiores habían bloqueado la obligatoriedad de la vacunación en 24 estados.
Si bien hubo un avance en materia de libertad individual para los empleados, para el personal de salud sí se mantiene la imposición del Gobierno de Joe Biden con el aval de la Corte Suprema.
Como explica Friedrich Hayek: «Las ’emergencias’ siempre han sido el pretexto con el que se han erosionado las garantías de la libertad individual, y una vez que se suspenden, no es difícil para cualquiera que haya asumido poderes de emergencia asegurarse de que la emergencia persista».