La libertad de expresión está bajo amenaza en Chile. Decir públicamente que se votará por José Antonio Kast provoca ataques mediáticos y persecuciones por parte de quienes pregonan la “diversidad”, mas no de opinión.
Un empresario homosexual posó en su restaurante, El Toro, junto a su pareja (pololo en Chile) con el candidato presidencial José Antonio Kast. Le manifestó su apoyo en redes sociales y los supuestos promotores de la tolerancia fueron los primeros que lo “funaron”, término chileno que significa “organizar actos públicos de denuncia contra organismos o personas relacionados con actos de represión delante de su sede o domicilio”.
Pablo Simonetti, escritor, cofundador y director de la organización Iguales Chiles, cuya consigna es “por la plena inclusión de la diversidad sexual y de género en Chile” encabezó la campaña contra la pareja que se fotografió con Kast.
Según su institución, asegura: “Imaginamos un país donde la diversidad sea entendida como un valor”. No obstante, dicha diversidad no incluye la diferencia de opinión. Se enfoca en el ámbito de la diversidad sexual. Pero exige que dichas personas tengan un mismo pensamiento político-ideológico. La izquierda política alega ser promotora de la inclusión social. Pero excluye sistemáticamente a todo aquel que se atreva a pensar distinto y a apoyar a un candidato de derecha.
No permitas que, en el nombre de la libertad, te quiten tu derecho a opinar o a votar. Todas las personas, homosexuales o heterosexuales, son libres e iguales, en dignidad y derechos.
Nosotros los vamos a defender. No más intolerancia! pic.twitter.com/2oLQ2sNs4z
— José Antonio Kast Rist 👍🇨🇱 (@joseantoniokast) December 10, 2021
Según el escritor Pablo Simonetti, el respaldo del empresario gastronómico Chris Portugal al candidato presidencial José Antonio Kast hace que su restaurante “deje de ser seguro para la diversidad sexual”.
En respuesta, Portugal acusó una “funa” en su contra y comentó que “acá no hay cabida para que alguien pueda, a través de la violencia, tratar de callar al otro por pensar distinto”.
Por medio de un video en redes sociales, el dueño del restaurante contestó: “En mi trabajo acogemos la diversidad (…) acá no hay cabida para que alguien pueda, a través de la violencia, tratar de callar al otro por pensar distinto. Cada vez que alguien que piensa distinto dice lo que piensa, aparecen personas que te hablan desde un pedestal para infundir miedo. Vota por quien quieras”.
La única fobia que tengo es al totalitarismo. En días en que la falsa superioridad moral de algunos se esfuerza para mentir y cancelarnos, les decimos con claridad: vamos a protegerlos y defenderlos a todos.
Mujeres, hombres; heteros y homosexuales; de derecha o de izquierda.
— José Antonio Kast Rist 👍🇨🇱 (@joseantoniokast) December 11, 2021
Portugal aclaró que de sus 40 empleados, al menos 20 son de alguna “diversidad sexual”. Casos como el suyo abundan, donde la izquierda política exige a las personas LGBT un pensamiento único. Pero la realidad es otra, históricamente los regímenes socialistas han perseguido la homosexualidad y transexualidad.
El autoritarismo contra las personas LGBT no es nuevo. En tiempos del Che Guevara había campos de trabajo forzado en Cuba. Las mujeres estaban a cargo de revisar a los hombres. Ante la mínima presencia de maquillaje en su piel era prueba suficiente para ser enviados a las UMAP, Unidades Militares de Ayuda a la Producción.
Sin ir muy lejos, Salvador Allende, el ícono de la izquierda chilena, enfocó su tesis en cómo revertir la homosexualidad. Incluso existe un estudio titulado: “El discurso homofóbico en la prensa izquierdista durante la Unidad Popular (el gobierno de Allende)” publicado por la Revista Izquierdas.
«Me parece tonto ser gay y ser de izquierda»
El comentarista chileno José Miguel Villouta, dijo recientemente: “Me parece tonto ser gay y ser de izquierda cuando nunca se ha discutido de la opinión de Allende sobre los gays cuando presenta su tesis de Medicina. Y aquí todos se van a enojar porque les estoy fracturando a su regalón. Él considera que a los gays hay que operarlos para que se mejoren. Y todo el mundo dice ‘pero bueno esas eran las creencias de la época’. No, no, no: en Uruguay, la homosexualidad se estaba descriminalizando el mismo año, en el mismo momento que Uruguay hacía eso Allende presentaba esa tesis”.
“Me parece tonto ser gay y decirse de izquierda cuando nunca se ha discutido la opinión de Allende con respecto a su Tesis que considera que a los gais hay que operarlos”.
Boric adora a Allende.
No podí. pic.twitter.com/ttWHdQ3EhY— Artemisa 💚 (@007Artemisa) November 19, 2021
Contrario a la concepción proliferada por la izquierda, la persecución a la homosexualidad en occidente no se ha tratado de una cuestión religiosa sino política y sobre todo utilitaria. En los regímenes socialistas se consideraba al hombre homosexual como inútil para la guerra. Por ello en Cuba eso se debía “compensar” en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción.
Tras la caída del Muro de Berlín, la izquierda cambió. Ya no necesitaba de hombres “viriles” para la revolución armada sino al contrario, buscó emascular a los varones para impedir toda resistencia a su agenda.
Lo que no ha cambiado es el autoritarismo de determinar qué se puede decir, qué no y sobre todo quién puede decirlo.
https://twitter.com/ahlexxxx9/status/1468003998334472192?s=20
Ahora son las personas LGBT a las cuales la izquierda política pretende instrumentalizar a su favor y callar a toda disidencia.
Por eso son cada vez más aquellos que dicen basta. Por ejemplo, Ricardo Delgado, homosexual, se lanzó como candidato a diputado junto a José Antonio Kast.
Son cada vez más personas LGBT las que apoyan a Kast porque quieren emprender, no depender del Estado, porque quieren tener libertad de expresión y no estar amenazados por la misma izquierda que dice defenderlos pero los persigue si se atreven a pensar distinto.
Y así se demostró cuando, en lugar de espantar a los clientes del restaurante El Toro, la “funa” contra su propietario terminó por llevarle más comensales, como señal del hartazgo de los chilenos contra ese autoritarismo que en nombre de la diversidad calla a los votantes de derecha.