Cuba y el mundo no olvidan el rol que tuvo el papa Juan Pablo II en la caída del comunismo soviético. Teniendo ese precedente y con esa esperanza, cientos de manifestantes cubanos se dirigieron desde Roma al Vaticano para expresar su descontento respecto a la negativa del papa Francisco a condenar las violaciones de derechos humanos perpetrados por el régimen comunista de Cuba.
Muchos llevaron sus banderas de Cuba y procedieron a acostarse en el suelo en señal de protesta ante la Santa Sede. Sus cuerpos en el piso representaban a los abatidos por las fuerzas represoras del régimen comunista. Por definición, el Sumo Pontífice es un constructor de puentes. Como tal, los cubanos buscaban que Francisco sea una fuerza de pacificación ante la brutalidad del régimen comunista.
Sucedió lo opuesto, en lugar de apoyar a los activistas, las fuerzas de seguridad del Vaticano intentaron llevarse detenido a un cubano que se encontraba de rodillas con la bandera de Cuba en sus manos, mientras que el Papa Francisco se encontraba dirigiendo unas palabras a la plaza.
Quitar la bandera cubana a uno de los peregrinos que en silencio y de rodillas oraba por la libertad de #Cuba escuchando al Papa Francisco @Pontifex_es no solo es lamentableme, sino también es repudiable.
Dios escucha nuestro clamor!!@poliziadistato @aciprensa @EWTNespanol pic.twitter.com/zZXlLlJiK4
— Félix Llerena (@FelixLlerenaCUB) October 24, 2021
Posteriormente prohibieron la entrada de los cubanos al Vaticano, para impedir que muestren su bandera en señal de protesta. Como consecuencia, muchos de los manifestantes acusaban al Estado Vaticano y a la política internacional que ha desarrollado el papa Francisco. Le acusan de ser “cómplice con el comunismo”.
Tanto los cubanos como los católicos del mundo entero conocen el legado profundamente anti-comunista de la Iglesia. Por ende, la inacción de Francisco frente a los atropellos sufridos por los cubanos resulta desolador.
Una gran cantidad de ciudadanos de Cuba llegaron hoy hasta el Vaticano para pedir “derechos humanos para los cubanos”. Vía @WSanchezSilva https://t.co/u7VCDRKfMk
— ACI Prensa (@aciprensa) October 24, 2021
En contraste, cuando Juan Pablo II llegó a Cuba, le dijo de frente a Fidel Castro: “Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba para que este pueblo pueda mirar al futuro con esperanza”.
A diferencia de Francisco, Juan Pablo II vivió el socialismo en carne propia, tanto en su variante nacionalsocialista cuando los Nazis invadieron su natal Polonia, como cuando fue tomada por los socialistas internacionalistas: comunistas.
Tal es así que la lucha de Juan Pablo II contra el comunismo fue uno de los mayores detonantes de la caída de dicha ideología genocida en Europa durante el siglo XX.
Para el Cardenal Zen el papa Francisco se vendió a los comunistas
Para comprender la actitud de Francisco, tan distinta a sus predecesores que repudiaron el comunismo, el Cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, que sufrió el comunismo en carne propio como preso político del régimen chino, sostiene que el papa actual una hipótesis:
“Francisco puede tener una simpatía natural por los comunistas porque para él ellos son los perseguidos. Él no los conoce como los perseguidores en que se convierten una vez en el poder, como los comunistas de China”.
El Cardenal Zen alude al periodo de los años 70 en Argentina, donde el gobierno cívico militar arremetió contra las guerrillas financiadas y entrenadas por regímenes comunistas, entre ellos Cuba. Lo que no se dice es que dichas guerrillas mataban, secuestraban y su violencia puso fin al gobierno de la primera mujer presidente: Isabel de Perón.
Por eso y más el Cardenal Zen exclama que «Los comunistas no quieren llegar a un consenso, quieren que te rindas», en el minidocumental recientemente estrenado «La guerra de China contra los cristianos».
Vale recordar que el comunismo, así como el socialismo, se encuentra condenado por el Magisterio de la Iglesia en las encíclicas Rerum Novarum, Qui Pluribus, Cuadragessimo Ano, Cinquagessimo Ano y entre otras que consideran al comunismo como incompatible con la fe católica.
En esa línea el papa Pío XII excomulgó a los comunistas por considerarlos “intrínsecamente perversos.”
Cientos de cubanos manifestándose frente a la sede del Vaticano, tirados en el piso simbolizando la violencia de la dictadura cubana, en referencia a los miles de desaparecidos, asesinados y torturados por el régimen. Unas imágenes para la historia que deben recorrer el mundo. pic.twitter.com/fGpfpl1ymg
— Agustin Antonetti (@agusantonetti) October 24, 2021
Ya su predecesor, Pío XI, dejó en claro en la encíclica Divini Redemptoris: «Este peligro tan amenazador, como habréis comprendido, venerables hermanos, es el comunismo bolchevique y ateo, que pretende derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana».
Sin embargo, con la caída del muro de Berlín el socialismo mutó. Al no ser tan abiertamente sanguinario, como lo fue décadas atrás, esta vez no sería un enemigo tan frontal de la doctrina y la fe. Se vende con un rostro más amigable, el progresismo. Y en esa transición hasta el santo padre se ablandó.
Finalmente, la Iglesia Católica tiene tres pilares: la Escritura, el Magisterio y la Tradición. Al no repudiar frontalmente al comunismo Francisco atenta contra los tres. Pues el socialismo internacionalista atenta contra los mandamientos, pasa por alto el Magisterio y rompe con la tradición de rechazo a una ideología genocida y empobrecedora como es el comunismo.