Se acercan las elecciones en Madrid y la derecha se ha destacado por sus candidatas femeninas versus la izquierda con aspirantes varones, quienes se jactan de ser feministas.
Comúnmente la derecha es acusada de “machista” por parte de la izquierda política, pues tiende a no abrazar (e incluso rechaza) agendas separatistas, tanto en lo geográfico como entre los sexos.
Sin embargo, las candidaturas al gobierno de Madrid muestran que la derecha no es como le acusan, ni la izquierda como se muestra.
Mientras la naturaleza de la izquierda es colectivista, la derecha tiende a tratar al ciudadano como individuo y a su vez, ver a los problemas que afectan a la ciudad como un todo.
La derecha española ha demostrado que estar en contra del feminismo hegemónico no implica menospreciar a la mujer, ni pretender restarle fuerza política.
Mi twit ha sufrido un Power Up. ? pic.twitter.com/acHOOHOoUf
— Libertad y Lo Que Surja ?? (@LibertadSurja) March 16, 2021
De hecho, el partido Vox no participó de los actos del 8M (“día de la mujer trabajadora”) y las diputadas de su partido se han destacado por enfrentarse a la agenda del feminismo hegemónico y por denunciar cómo este movimiento fragmenta a la sociedad, sobre todo a la familia y particularmente por jerarquizar a las víctimas de acuerdo a su sexo, en lugar de luchar por disminuir la violencia en la sociedad.
En el caso de Rocío Monasterio, por ejemplo, que aspira a presidir la capital de los españoles en nombre de Vox, una de sus propuestas es su defensa de la vida de todos los españoles, desde la concepción hasta su muerte natural.
¡Gracias @FMadrina por luchar todos los días por tantas madres y tantos niños! pic.twitter.com/V5f57AprTb
— Rocio Monasterio (@monasterioR) March 8, 2021
Vale destacar que el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha denominado al Partido Popular y también a Ciudadanos como “derechita cobarde” cuando estos se alinean con la izquierda en materia de ingeniería social, como las leyes con “perspectiva de género” que terminan con la presunción de inocencia para el varón, institucionalizan a la mujer como víctima perpetua y acusa que adoctrinan a los niños.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid, dijo en rueda de prensa: «España me debe una. Hemos sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa».
Es que el vicepresidente Pablo Iglesias abandona su cargo para lanzarse al gobierno local.
Actualmente su esposa preside el ministerio de igualdad, Podemos se enfrenta a una rencilla interna. Ante la “Ley Trans” se mostró una zanja en la radicalización del feminismo. Fueron las feministas dentro del partido quienes se opusieron.
Entre las brechas que han surgido a causa de la transversalidad del socialismo del siglo XXI, que llevó la histórica lucha de clases entre proletarios y burgueses a la guerra entre sexos, de ahí entre heterosexuales y homosexuales (no sin antes pasar por los conflictos raciales) y luego a enfrentar a personas conformes con su sexo biológico (cisgénero) con personas que no (transgénero).
La corriente del feminismo de género le quita protagonismo a la mujer en las luchas sociales y pasan a tener mayor protagonismo las “disidencias sexuales” que están por fuera de la “heteronormatividad”.
Esta disputa entre el socialismo ortodoxo y el socialismo del socialismo del siglo XXI se refleja en tensiones entre el PSOE y Podemos e incluso dentro de Podemos.
Vox obtuvo 500.000 votos de la izquierda
De esta ruptura ha sacado provecho Vox, quien se consagró como la primera fuerza nacional en Cataluña (luego de los partidos separatistas).
En noviembre del 2019 Vox logró por primera vez representación parlamentaria a nivel nacional y por ende pudo participar del debate presidencial.
Tanto el Partido Socialista como Unidas Podemos, que se proclama bolivariano al estilo chavista, perdieron 800.000 votos cada uno (1.600.000 en total) en dicha elección, de los cuales se estima que 200.000 de Podemos fueron a favor de Vox y 300.000 votos del PSOE.
Al final, en las elecciones de Madrid en mayo se verá cuál es la tendencia actual. Si gira a la izquierda o se inclina por la derecha