El presidente de Brasil firmó este miércoles 10 de marzo una ley para facilitar la compra de vacunas por parte de gobiernos estatales, municipales y también del sector privado. Jair Bolsonaro, quien vivió el virus en carne propia, apunta a liberar el mercado de vacunas en el tercer país con más casos de coronavirus.
Irónicamente sus detractores llaman a Bolsonaro “dictador”, alegando que es autoritario, cuando en realidad ha procurado dar autonomía a los estados federados y permitir que el sector privado brinde soluciones, en lugar de monopolizar la provisión de vacunas.
– Sanção dos Projetos de Lei que ampliam a capacidade de aquisição de vacinas.
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— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) March 10, 2021
Una medida provisional y dos proyectos de ley aprobados por el Congreso
A su vez Bolsonaro ha eliminado trabas burocráticas que ralentizan el acceso de vacunas. La Medida Provisional 1.026 / 2021 permite la compra de vacunas antes de la aprobación de la Agencia de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y otorga siete días hábiles para que la agencia decida sobre la aprobación temporal de vacunas.
El Proyecto de Ley 534/2021 facilita la compra de vacunas por parte de la Unión (União, el Estado Federal), de los gobiernos estatales y municipales y del sector privado.
Asimismo, el Proyecto de Ley 2.809 / 2020 extiende hasta el 31 de diciembre de 2021 la suspensión del mantenimiento obligatorio de metas por parte de los prestadores de servicios de salud en el Sistema Único de Salud (SUS).
Según la Secretaría General de la Presidencia, hubo vetos en algunos tramos del proyecto que permite la compra de vacunas por parte de la Unión, estados, municipios y sector privado.
El Senado y la Cámara baja en manos de aliados de Bolsonaro
Desde el lunes 1 de febrero, el Senado y la Cámara baja de Brasil quedaron bajo el mando de aliados clave del presidente. De modo que ha podido avanzar con la liberación de las vacunas sin mayores obstáculos.
El Ejecutivo y el Legislativo están alineados. El mayor obstáculo ahora es el sistema judicial, cuyo Tribunal Supremo Federal atentó contra la Constitución y permitió la obligatoriedad de la vacuna. Pasó por encima de la voluntad del presidente, que apuntó a la concienciación de los ciudadanos, en lugar de la imposición de la vacuna. 10 de los 11 magistrados fallaron a favor de la vacunación forzada en Brasil y le dieron el poder a los gobiernos locales para castigar a quienes no se vacunen. Solo un magistrado, un constitucionalista nombrado por Bolsonaro, se opuso.
El poder judicial se ha convertido en la “dictadura de la toga”
“Dictadura de la toga” le han apodado los simpatizantes de Bolsonaro al Tribunal Supremo Federal, tanto por pasar por encima de la Constitución con tal de enfrentar la voluntad del presidente como por la persecución sistemática contra sus principales defensores, muchos de los cuales están bajo prisión domiciliaria.
Siguiendo esta línea, a través de redes sociales, un juez supremo enfrentó al canciller del Gobierno, acusándolo de propagar noticias falsas.
Read again please
I said “after a Supreme Court ruling” meaning “as a consequence of”, not “as literally stated in”.
And I said “in practice”, indicating the real-life effect of the ruling.
In practice, governors have taken all the measures they wanted & the Fed gov pays the bill https://t.co/ePGRxhD1Rj— Ernesto Araújo (@ernestofaraujo) March 11, 2021
Todo comenzó cuando el canciller dijo que “CNN entiende todo mal sobre Brasil y el COVID” y agregó lo que definió como “los hechos”.
Al momento Brasil es el tercer país con más casos de coronavirus. Sin embargo, en proporción a su población, las cifras resultan bajas a nivel porcentual. Del total de 11,2 millones de casos, más de 9,9 millones ya se han recuperado, o sea cerca del 90 %.
El total de muertos ya son más 270.917, una cifra alarmante y lamentable. Sin embargo, en una población que supera los 213 millones esto equivale a poco más de 0,1 % de los habitantes.
En un país tan grande, Bolsonaro ha optado por permitir la libertad de los ciudadanos y no sumar al peso de la pandemia el dolor del desempleo.
Por ello ha sido tan criticado por sus detractores como aplaudido por sus simpatizantes.