Una posible destitución del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se volvió cuesta arriba. El Senado y la Cámara baja de Brasil quedaron bajo el mando de aliados clave del presidente, tras la elección de este lunes 1 de febrero.
Lideradas por la izquierda, en las calles de Brasil había manifestaciones exigiendo un juicio político contra el mandatario de la nación. Alegan que por su manejo del coronavirus, Bolsonaro deberá ser enjuiciado políticamente y posteriormente expulsado del poder.
Pero el triunfo electoral en el ámbito legislativo podría dejar esta petición en el olvido. Además de definir las pautas de votación para la plenaria, el presidente de la Cámara tiene la prerrogativa de decidir, por sí solo, si abre o no un proceso de juicio político para destituir al presidente.
Y ese cargo ahora lo ocupa un aliado de Bolsonaro: Arthur Lira, quien la noche de este lunes 1 de febrero fue elegido para presidir la Cámara baja.
Vila recibió más del doble de votos que su rival, Baleia Rossi (MDB). Fueron 302 votos contra 145. Además, lideró la contienda en la primera vuelta.
Por otro otro lado, Rodrigo Pacheco, el candidato que fue apoyado por el presidente de la República, fue elegido como presidente del Senado.
Pacheco, que es abogado de formación, afirmó que tendrá una gestión independiente en relación con los demás poderes y que no habrá “presión externa alguna”.
También se comprometió con la defensa intransigente del Estado de Derecho Democrático.
Equilibrio de poderes
Dos de los tres poderes del Estado, el Ejecutivo y el Legislativo, ahora son favorables a Bolsonaro y hacen a su vez un contrapeso a la “dictadura de la toga”, como se llama al Poder Judicial que abiertamente persigue a los simpatizantes más destacados de mandatario.
El caso más dramático fue el de un periodista que amaneció en una celda con el cuerpo inmóvil.
Oswaldo Eustáquio fue encontrado con su quinta vértebra fracturada. «Apoyar a Jair Bolsonaro es un crimen», dijo la activista Sara Winter desde prisión.
La militante provida fue detenida y obligada a recluirse en su vivienda con tobillera eléctrica para ser rastreada.
«Sara fue arrestada por luchar por Brasil. Puedes ser el próximo», anunció Winter en redes sociales, antes de que Twitter censure su agenda.
El Tribunal Supremo Federal (equivalente brasilero de la Corte Suprema) incluso tiene el poder de desconectar a una persona del internet.
La animosidad del Tribunal Supremo Federal hacia el presidente Bolsonaro ha logrado incluso que actúen contra le ley. Pues volvió obligatoria la vacuna contra el coronavirus, pese a que la Constitución no lo permitía.
Contra la voluntad de Bolsonaro, que apuntó a la libre conciencia en lugar de la obligación, el TSF otorgó a los estados la potestad de cancelar o no a quienes no se vacunan.
Pero con la reciente victoria, Bolsonaro podría revertir estos procesos y enfrentar al Poder Judicial, pues ahora tiene a su favor al Poder Legislativo.