El Ejército y la Guardia Nacional de los Estados Unidos se están desplegando en Washington DC, preparándose para la inauguración presidencial del 20 de enero. Si los comandantes lo determinan, podrán estar equipados con armas letales.
El despliegue de 15000 efectivos de la Guardia Nacional fue autorizado por el Pentágono para los actos de investidura de Joe Biden.
Dados los recientes acontecimientos del miércoles 6 de enero, que produjeron la muerte de al menos cinco civiles en la irrupción al Capitolio para impedir la certificación presidencial de Joe Biden, las armas no letales podrían ser reemplazadas con con armas letales para enfrentar posibles disturbios civiles.
El general de brigada David Wood dijo lo siguiente en entrevista con Yahoo News:
“No se puede ocultar el hecho de que los soldados y los aviadores tienen fuerza letal. La forma en que se apliquen esas reglas del uso de la fuerza depende simplemente del escenario y de esa situación. Vamos a intentar reducir la escala tanto como podamos [antes de tomar las armas]. La forma en que lo despleguemos dependerá de la situación y de la intención del comandante”.
Wood y otros oficiales militares de alto rango también manifestaron que los eventos recientes les han hecho avanzar el despliegue previsto para el 20 de enero más rápidamente.
La autoridad final para llamar a la Guardia Nacional recae en el Secretario del Ejército Ryan McCarthy, quien ha reiterado que el uso de la fuerza letal no está fuera de la mesa.
McCarthy tendrá el mando total sobre las unidades bajo su control en los próximos días.
Fiscal federal abre investigación por uso de fuerza excesiva
La militarización de las calles de EE. UU. es un tema preocupante, más tomando en consideración la muerte de Ashli Babbitt, la partidaria de Trump y veterana de la Fuerza Aérea que recibió un disparo letal en el pecho el 6 de enero en el Capitolio.
Según Catherine Herridge de CBS News, la oficina de Sherwin confirmó que abrió una investigación federal de fuerza excesiva en relación con el disparó que acabó con la vida de Babbitt.
En vista de que Babbitt al parecer estaba desarmada, no sería justificable el uso desmedido de fuerza en su contra. El tiro fatal sucedió cuando intentó trepar por una ventana rota en los pasillos del Congreso durante el motín.
Según Herridge, Sherwin ha asignado a la sección de derechos civiles de su oficina los fiscales principales en el caso, que actualmente está siendo investigado tanto por la Oficina Federal de Investigaciones como por el Departamento de Policía Metropolitana de DC.
his civil rights section to be the lead prosecutors for the case which is being investigation by both FBI and DC Police @DCPoliceDept
The same US Attorney’s Office has also opened a homicide investigation into the death of Capitol Hill Police Officer Brian Sicknick.— Catherine Herridge (@CBS_Herridge) January 9, 2021
FBI advierte que habrá protestas armadas
No obstante, la investigación por exceso de fuerza no irrumpe la creciente militarización de las calles de Washington, DC.
Al contrario, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) alertó en un boletín interno sobre la amenaza de un nuevo intento de asalto al Capitolio entre el domingo 17 y el 20 de enero, día de la toma de posesión del demócrata Joe Biden como nuevo presidente.
“Se están preparando protestas armadas en los capitolios de todos los 50 estados del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en el Capitolio (de Washington) entre el 17 y el 20 de enero”, indica la circular interna del FBI.
El buró advirtió que habrá “protestas armadas” en todo Estados Unidos a partir del próximo sábado 16 de enero y un “levantamiento” a nivel nacional.
En vista de que los legisladores demócratas, con Nancy Pelosi a la cabeza, están intentando remover al presidente Donald Trump del poder por medio de la enmienda 25 de la Constitución, el FBI advirtió que tienen “información sobre un grupo armado sin identificar que tiene la intención de viajar a Washington DC el 16 de enero”.
“Han advertido que si el Congreso intenta sacar al presidente (Trump) por la vía de enmienda 25 ocurrirá un gran levantamiento”, indica el informe.
A lo largo de los cuatro años en el poder, el Partido Demócrata y sus opositores en general, acusaron a Trump de ser un autócrata y hasta un fascista.
Pero los recientes hechos muestran cómo, al contrario, la transición hacia un gobierno demócrata viene de la mano de la militarización de las calles y la censura en redes sociales.
Y le han dado al Estado el poder de aplicar la fuerza letal contra manifestantes.