La Casa Blanca anunció el miércoles que el presidente Trump otorgó indultos completos a 23 personas y conmutó parte o la totalidad de las sentencias a otros.
Edward Snowden y Julian Assange estaban en la lista de presos (en el exilio) con más peticiones para el indulto. Pero no resultaron beneficiados.
Tampoco Ross Ulbricht, científico informático que cumple dos condenas perpetuas por crear una plataforma de venta paralela. Si bien él, en lo personal, no cometió directamente ningún delito, fue acusado de asesinato. Pues su plataforma habría sido utilizada para contratar sicarios.
Indultar a presos es una tradición al final del periodo de todo presidente de los EE. UU. Los indultos y conmutaciones habrían llegado por recomendación de los aliados de Trump en el Congreso y en los medios, y por solicitud de Alice Johnson, cuya sentencia fue conmutada a pedido de Kim Kardashian.
Alice Johnson es una bisabuela que estaba cumpliendo una condena de por vida por su rol en el tráfico de drogas (cocaína).
La ley de Biden afectó desproporcionalmente a la familia negra
Johnson fue una de las beneficiarias de la reforma judicial aprobada por la administración Trump que buscó revertir la ley instaurada por Joe Biden, cuando era senador, que afectó sobre todo a la población negra, separando familias por crímenes no violentos. Incluso la actual vicepresidente electa de EE. UU., Kamala Harris, ha expresado su respaldo a la ley Biden.
En 1994 Biden anunció: “serán ahorcados por todo menos por cruzar mal la calle”. El impacto social de la “ley Biden” ha sido tan devastadora en la comunidad negra que desde 1994 el matrimonio no llega al 10 %, lo cual resulta en familias disfuncionales.
Hoy, dos de cada tres niños negros nace sin un padre en el hogar.
BEST NEWS EVER!!!! ?????? https://t.co/JUbpbE1Bk0
— Kim Kardashian West (@KimKardashian) June 6, 2018
A pedido de Alice Johnson entre otros, Crystal Muñoz y Tynice Nichole Hall fueron indultadas por delitos vinculados a la distribución de drogas (marihuana).
Lo mismo Weldon Angelos, sentenciado a 55 años de prisión por vender marihuana y portar una pistola mientras lo hacía, y a Otis Gordon, quien fue condenado por posesión con intención de distribuir.
Pese a ser apenas el 12 % de los habitantes, la población negra en prisión supera la mitad de los presos y en algunos estados (como Maryland) superan el 70 %, cifra que aumentó con la ley de Biden que persigue por delitos no violentos.
Republicanos beneficiados
Mientras los republicanos siguen disputando el resultado electoral, usan aún el poder a su favor para liberar a los suyos. Fueron liberados Duncan Hunter, un excongresista republicano de California; Chris Collins, un exrepresentante republicano de Nueva York y el asesor de campaña de Trump, George Papadapoulous.
Papadapoulous había sido acusado y condenado por realizar declaraciones falsas ante el FBI durante la investigación del exfiscal especial Robert Mueller sobre la presunta trama rusa.
La Casa Blanca dijo el martes que Papadapoulous había sido acusado de un “delito relacionado con el proceso” a pesar de que “Mueller declaró en su informe que no encontró evidencia de colusión en relación con los intentos de Rusia de interferir en las elecciones”.
Trump también indultó a Alex van der Zwaan, sentenciado por el mismo motivo.
Por su parte Duncan Hunter, un aliado de Trump, alegó por más de un año que los cargos criminales presentados contra él y su esposa eran una “cacería de brujas”. Finalmente fue sentenciado a 11 meses de prisión y tres años de libertad condicional supervisada luego de declararse culpable de un cargo de corrupción. Su esposa, Margaret Hunter, aceptó un acuerdo de culpabilidad que exigía que ella testificara contra su esposo. Los acuerdos permitieron a la pareja evitar décadas en prisión.
Según los fiscales federales, la pareja gastó más de 250.000 dólares en dinero de campaña para salidas de golf, vacaciones familiares en Italia y Hawái, tragos de tequila y boletos de avión para su mascota (un conejo).
Trump también benefició a sus aliados personales, a su antiguo aliado Roger Stone, su exjefe de campaña Paul Manafort y a Charles Kushner, suegro de su hija Ivanka y padre de su principal asesor en la Casa Blanca.
Además, el presidente indultó a cuatro guardias de la contratista de seguridad Blackwater que habían sido condenados por el asesinato de civiles iraquíes en 2007. Sus nombres son: Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard y Nicholas Slatten. Este último fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de 17 civiles iraquíes en la plaza Nisour de Bagdad.
“En la apelación, el Tribunal de Apelaciones del Circuito de DC dictaminó que deberían haberse presentado pruebas adicionales en el juicio del Sr. Slatten. Además, los fiscales revelaron recientemente más de 10 años después del incidente, que el investigador iraquí principal, en quien los fiscales confiaban mucho para verificar que no hubo víctimas insurgentes y para recabar pruebas, pudo haber tenido vínculos con grupos insurgentes él mismo”, publicó la Casa Blanca.
Motivos humanitarios
Por último, en el marco de la pandemia del coronavirus, Trump conmutó la sentencia de Steve Stockman por “motivos humanitarios y compasivos”, ya que Stockman tiene 64 años y padece condiciones de salud preexistentes que lo ponen en riesgo de contraer COVID-19.
Stockman ocupó un cargo político como legislador en Texas y fue sentenciado por malversación de fondos benéficos. Para compensar, tendrá que pagar 1.000.000 de dólares de restitución.
Los demás beneficiados por los indultos de Trump fueron condenados por delitos diversos.
Su salida de la Casa Blanca parece inminente. Por lo cual muchos todavía aspiran a que haga justicia para referentes injustamente detenidos, sobre todo porque Trump alega luchar “contra el sistema”.
Entonces exigen que lo demuestre.