Puedes salir cuando quieras pero, nunca puedes irte. Así dice el coro de la canción Hotel California. Lo que solía ser una melodía nostálgica está pronto a convertirse en una pesadilla.
La legislatura de California está considerando un impuesto sobre el patrimonio para los residentes e incluso aplicado a quienes permanezcan más de 60 días en el estado.
Según reporta una columna en The Wall Street Journal, el Proyecto de Ley de la Asamblea 2088 propone calcular este impuesto sobre la base del patrimonio neto cada 31 de diciembre.
More crazy California news. Legislature is considering a wealth tax on residents, part-year residents, & anyone person who spends more than 60 days in the state. Those who move out of state will still be subject to tax for ten years. ?
https://t.co/zXWpVifhOg— Christina Sommers (@CHSommers) December 20, 2020
Para los residentes temporales, el impuesto sería proporcional en función de su número de días en California. El impuesto anual estaría sobre el patrimonio neto actual y, por lo tanto, incluiría la riqueza ganada, heredada u obtenida a través de donaciones o herencias mucho antes y mucho después de salir del estado.
El pago aplica a lo largo de 10 año. De modo que si la persona decide irse, no podrá evitar el pago. Debe seguir aportando impuestos para California.
Aplicaría el impuesto a: todos los estudiantes que asisten a la universidad en California, cualquier persona que se someta a un procedimiento médico importante en un hospital de California y necesite un período de recuperación prolongado en el estado, y aquellos que pasan dos meses en California, lejos del frío invernal de Nueva York o Londres.
De acuerdo con la legislación fiscal de California, no hay distinción entre un no residente de Minnesota y un no residente de Dubai.
Es decir, sin distinción de nacionalidad, todo aquel que viva más de dos meses en California quedará sujeto al pago de impuestos.
Geográficamente, California es el estado más a la izquierda de los EE. UU., políticamente también.
En vista de sus cada vez más elevados impuestos, han huido en masa las empresas de tecnología. A Texas, por ejemplo, donde Houston se ha convertido en la nueva Silicon Valley, y también a Arizona.
Para evitar esta fuga de capitales, el gobierno local busca mantener cautivos a los contribuyentes.
Lo cierto es que las políticas tributarias de California han empobrecido a sus residentes, en particular a los que menos tienen.
Es el estado con la mayor incidencia de personas durmiendo en la calle. El 100 % de las ciudades de Estados Unidos con más personas durmiendo en la calle son gobernadas por la izquierda.
Al ser una nación federada, la economía de cada estado tiene administración propia, y pese al bienestar generalizado que aumentó en EE.UU. bajo la administración de Donald Trump, en los estados gobernados por el Partido Demócrata la diferencia es abismal y las carencias humanitarias son notorias.
Solo en California están el 80 % de las ciudades con la tasa más alta de personas sin hogar: San Francisco, Los Ángeles, Santa Rosa y San José. En la misma costa oeste está la quinta ciudad con más personas desamparadas, la más «progresista» de EE. UU.: Seattle, donde tomaron el control los activistas de Antifa y Black Lives Matter para declarar una zona franca libre de policía, lo cual desencadenó en una ola de violencia.
Businesses are fleeing California and flocking to #Texas.
That’s because, in TX, we know that lower taxes and fewer regulations lead to greater prosperity and economic growth for all.— Senator Ted Cruz (@SenTedCruz) December 14, 2020
El malestar de los más necesitados y el éxodo de los más pudientes pone en evidencia cómo el progresismo nada tiene que ver con el progreso y todo con los pasos progresivos hacia el totalitarismo. Al punto que pronto no se podría ni siquiera escapar de las garras del fisco de California.