Santiago de Chile amaneció en llamas el miércoles 15 de julio. Por la madrugada al menos seis estaciones policiales (cuatro comisarías y dos subcomisarías) fueron incendiadas, al igual que un bus y 16 automóviles en una concesionaria Nissan.
Fue necesaria la intervención de 12 equipos de bomberos para frenar el incendio en cadena. El siniestro automotor causó daños totales en los vehículos afectados.
La insurrección que se desató en octubre del 2019 estuvo pausada durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus. Ahora, en medio del debate legislativo donde la izquierda comunista busca estatizar las jubilaciones, volvieron los destrozos como acción “antisistema”.
En octubre la insurrección se desató incendiando trenes y estaciones del metro subterráneo, costando al menos $380 millones de dólares por los daños que sufrieron 70 de las 136 estaciones que tiene el Metro de Santiago, de acuerdo a la Cámara Chilena de la Construcción.
También los saqueos han reiniciado, según reportan Carabineros
Cabe señalar que más de la mitad de los muertos durante del estallido social perdieron la vida asfixiados y/o calcinados durante los incendios privados en fábricas y supermercados saqueados en octubre.
Figuras como la cantante chilena Mon Laferte incluso llegó a justificar los saqueos contra supermercados, desde la comodidad de Hollywood, pese a las vidas que se perdieron en el proceso.
Ahora los supermercados nuevamente fueron foco de ataque
Hasta ahora cuatro personas han sido detenidas por formar parte de un grupo de 15 personas irrumpió por la fuerza un supermercado ubicado en Avenida 5 de abril con Río Quetro.
Otros dos fueron detenidos tras entrar forzosamente a un supermercado cerrado en la Avenida Grecia con Avenida Tobalaba.
#QuintaNormal: Luego que desconocidos ingresaran a un Supermercado en calle Salvador Gutierrez, Carabineros de la 22ª Comisaría detuvo a 11 sujetos por robo en lugar no habitado, recuperando las especies sustraídas. #OrdenyPatria pic.twitter.com/u6Fcqvc5rJ
— Carabineros de Chile (@Carabdechile) July 15, 2020
También hay detenidos por daños a la propiedad privada, tras romper la reja perimetral a un supermercado ubicado entre la Avenida Tobalaba y Avenida Las Torres.
Persecución religiosa como acción “anti-sistema”
Semanas atrás los ataques incluyeron la catedral de Carabineros, al igual que iglesias de distintas denominaciones cristianas, tanto en zonas rurales como en pleno Santiago.
Este mismo fenómeno se está repitiendo en EEUU, donde en los últimos días se han quemado y agujereado estatuas de la Virgen María, quemado iglesias e incluso un conductor embistió una de frente, con su automóvil, para luego quemarla desde su interior.
La OEA advirtió sobre la llegada de las “brisas bolivarianas” a la región, haciendo eco de Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, en medio de las protestas desatadas en la Sudamérica.
Ahora el fenómeno llegó hasta Norteamérica, donde los medios masivos hablan de protestas pacíficas y hacen caso omiso a la destrucción de templos de 250 años.
«Los destrozos en Santiago no son vandalismo, es guerra subversiva»
Por definición, el terrorismo consiste de sembrar el terror con fines políticos. En el caso de Chile es claro, «Los destrozos en Santiago no son vandalismo, es guerra subversiva».
La meta es poner fin al sistema de pensiones privadas, ponerlo en manos del Estado, al igual que la educación y la salud.
Y no solo hacer cambios políticos y económicos sino cambiar la Constitución para convertir servicios en derechos.
Pese al fracaso que esto ha implicado en naciones vecinas, como Argentina, donde la estatización de la jubilación ha significado expropiación.
De igual forma la propia ministra de Educación demostró que acorde mayor es la intromisión del Estado en la educación, más aumenta el adoctrinamiento comunista, acorde lo denunciado por los padres de familia.
En cuanto a la salud, Chile ha sido un ejemplo en la lucha contra la pandemia del coronavirus, tomando medidas incluso antes de tener el primer caso en el país. Gracias al sistema mixto, más de la mitad de las pruebas se han hecho en el sistema de salud privado. Dando así a los ciudadanos la posibilidad de elegir.
Lo opuesto a sistemas de control estatal como Nicaragua donde el régimen socialista prohibió a los hospitales privados hacer pruebas de COVID19 e impidió a la Iglesia Católica crear centros de salud ambulatorio y líneas de información.
Para lograrlo, la izquierda chilena ha emprendido una campaña para exigir una nueva Constitución mediante la desinformación, alegando que la Constitución chilena fue emitida por el General Pinochet. Cuando la realidad es que su forma desapareció en el 2005 y fue reemplazada por la del Ricardo Lagos, un presidente de izquierda
La frontalidad con la cual diputados de izquierda han apoyado en las calles, redes sociales e incluso en sus circules a la insurrección ha sido tal que sus pares de derecha empezaron una acción judicial en su contra.
Pues estos han atentado contra la ley al alentar e instigar el proceso insurreccional que le costó a los chilenos alrededor de 400 000 puestos de trabajo en solo cuatro meses, producto de los locales saqueados, destruidos y cerrados.
La ola de violencia que vive Chile muestra que el propósito no es un cambio de sus sistema, es su destrucción.