La Casa Blanca destinará mil millones de dólares para instituciones que atienden a personas de minorías étnicas, incluyendo la minoría más numerosa del país: los hispanos (18 % de la población).
“Con este nuevo esfuerzo, muy emocionante, entregaremos un futuro lleno de promesas, oportunidades y libertad para nuestro tesoro. Ustedes son un tesoro, los hispanos estadounidenses”, dijo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, previo a firmar la orden ejecutiva.
De los 320 millones de americanos, 60 millones son hispanos. Con lo cual beneficiar a esta parte de la población significa un impacto positivo sobre cerca de un quinto de los habitantes. Por ello el Gobierno Trump ha lanzado la “Iniciativa de la Casa Blanca para la Prosperidad Hispana”. John Sánchez, exgobernador de Nuevo México, fue nombrado por el presidente como el director ejecutivo de la Comisión Asesora Presidencial para esta iniciativa.
Los fondos no se limitarán a la ayuda estatal. También impulsarán al sector privado y por tanto a la generación de empleo mediante una red de individuos y organizaciones afines para cumplir el sueño americano.
President @realDonaldTrump took action this week to help every member of America’s proud Hispanic community unlock the American dream!
Get the facts on the White House Hispanic Prosperity Initiative: https://t.co/2QCWyYHWgi pic.twitter.com/Ix2KwgyNwn
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) July 11, 2020
Inversión en educación
Diametralmente opuesto a lo exigido por organizaciones que reclaman socialismo racial como Black Lives Matter, la administración Trump promueve darle a los padres la libertad de elegir la educación de sus hijos, en particular mediante las escuelas alternativas conocidas como charter.
Esto, además de ampliar las posibilidades de los alumnos, marca una tendencia ideológica y política, pues pone en manos de los padres de familia la elección de los contenidos educativos de sus hijos y permite que el dinero no sea una limitante al momento de elegir la calidad educativa. Mientras, campañas como las Black Lives Matter exigen un sistema educativo único con material académico sobre temas sociales generan gran tensión, como lo es el aborto, que pretenden sea inculcado como un derecho, incluso entre y para menores de edad.
Es decir, buscan una educación ideologizada que puede incluso chocar con la ética de los padres. BLM llega hasta el límite de señalar que aboga por suplantar la familia con una aldea, fiel al Manifiesto Comunista (textual: abolición de la familia). Lo contrario a lo propuesto por la administración Trump, que busca reducir la influencia del Estado sobre la educación y hacer prevalecer el rol de la familia, la institución más importante para la cultura hispana.
“Nadie debe estar condenado a quedarse en una escuela pública que fracasa (…) Es asunto de derechos civiles”, dijo Trump respecto al acceso a educación por fuera del sistema estatal. Según informa la Casa Blanca, los hispanos son alrededor de un tercio de los estudiantes en escuelas charter y un 11 % de las escuelas privadas.
Cabe señalar que recientemente Trump advirtió en reducir el presupuesto estatal de instituciones educativas que adoctrinan hacia la extrema izquierda a los jóvenes.
Too many Universities and School Systems are about Radical Left Indoctrination, not Education. Therefore, I am telling the Treasury Department to re-examine their Tax-Exempt Status…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 10, 2020
Generación de empleo
Por medio de la Iniciativa de la Casa Blanca para la Prosperidad Hispana, la administración Trump promoverá la presencia de hispanos en pasantías, estudios vocacionales y programas de formación en lugares de trabajo, que a su vez aumentará la participación de estos en programas federales y apoyaría a las instituciones destinadas a atender a la población hispana.
Los proyectos vigentes no se limitan al sector público, buscan impulsar al sector privado y por tanto a la generación de empleo mediante la creación de una red nacional de individuos y organizaciones que paralelamente supervisarán programas educativos y laborales del Gobierno federal.
En vista que las elecciones presidenciales son en noviembre de este año, hay escepticismo respecto a si la iniciativa se trata de un recurso político. En condición de anonimato, una alta funcionaria gubernamental respondió para Univisión que “Esta es solamente una extensión de lo que hemos trabajado durante los últimos tres años y medio”.
La funcionaria dijo que la tasa de desempleo entre los hispanos estaba llegando a niveles mínimos históricos hasta la paralización causada por el coronavirus. De hecho, bajo la administración Trump el desempleo total llegó al punto más bajo en la historia: 3,5 % de la población antes de la pandemia por el COVID-19.
President @realDonaldTrump is a champion for the American worker.
Under his leadership, Hispanic unemployment reached a record low and median income for Hispanic households reached a historic high, surpassing $50K for the first time on record!
MORE: https://t.co/2QCWyYHWgi pic.twitter.com/L4DZNeWx98
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) July 11, 2020
La población hispana fue la que más creció a nivel de emprendimiento durante la administración Trump, pues su gestión logró aprobar una reforma fiscal histórica. Pese a ser menos del 18 % de la población de los EE. UU., los latinos son el 25 % de los emprendedores.
Gracias a la reducción de impuestos, la generación de empleo aumentó y benefició a los barrios más pobres del país a través de un recorte de hasta 90 % de impuestos para las constructoras en esas zonas, lo cual también permitió crear trabajo en el rubro de la construcción. Es así como bajo la administración Trump los barrios más pobres del país se han convertido en zonas de oportunidad.
Joined @cvpayne on @FoxBusiness this afternoon to talk about how my Opportunity Zones are working across the nation for folks in distressed communities! pic.twitter.com/krEvYNMSf6
— Tim Scott (@SenatorTimScott) February 11, 2020
Actualmente Trump está en la última recta para la reelección en medio de una crisis social que reclama “socialismo racial” y suplantar a la familia con la “aldea”. Su rival principal, Joe Biden del Partido Demócrata, ha optado por arrodillarse (literalmente) y aclamar que pondrá fin al “capitalismo de accionistas”.
Mientras tanto, a nivel educativo y laboral la administración Trump busca fortalecer a las familias no a través de la intromisión del Estado, sino con su reducción. Una promesa que planteó al inicio de su campaña frente a sus simpatizantes hispanos, en su mayoría exiliados de Venezuela, Cuba y Nicaragua: “EE. UU. nunca será socialista“.