En medio de la convulsión que vive EE.UU. por el estallido social potenciado por el encierro de la cuarentena y el asesinato del afroamericano George Floyd, sucedió algo literalmente “fuera de este mundo”: el país retomó el viaje a las estrellas y por primera vez lo hizo la NASA en coalición con un emprendimiento que cumple hoy su aniversario número 18: SpaceX.
El fundador es un migrante de origen sudafricano, Elon Musk, lo cual resucita el sueño americano. En tiempos de fragmentación social es un recordatorio que EE.UU. todavía es un lugar donde todo es posible para todos; basta con esforzarse.
“Es absolutamente un honor para nosotros formar parte de este gran esfuerzo de volver a poner a Estados Unidos en el mercado de los lanzamientos espaciales”, dijo Bob Benhken, uno de los dos astronautas a bordo de la cápsula Crew Dragon situada en la punta del cohete Falcon 9 minutos antes de despegar.
“Gracias por todo el trabajo que han hecho y poner a Estados Unidos de nuevo en la órbita terrestre desde la costa de Florida”, añadió desde el espacio el otro astronauta Doug Harley.
«Hoy la innovadora alianza entre la NASA y SpaceX le ha regalado a esta nación un poder inigualable», dijo el presidente Donald Trump al respecto, quien viajó para presenciar el lanzamiento.
?LIVE VIEWS: Take a look at the inside of the @SpaceX Crew Dragon spacecraft that's currently flying @AstroBehnken and @Astro_Doug to the @Space_Station for our #LaunchAmerica mission: https://t.co/67D2ZblpPR
— NASA (@NASA) May 30, 2020
La carrera especial, una muestra de poder propia de la Guerra Fría
En la cúspide de la Guerra Fría con la Unión Soviética, la carrera especial formó parte de las muestras de poder entre ambas potencias. Ahora, apenas días después de que el canciller chino anunciara que el régimen comunista y EE.UU. están «al borde de una nueva Guerra Fría», EE. UU. redobló la apuesta mostrando que ni una pandemia ni un estallido social le pueden detener.
La administración Trump acusa China por su falta de transparencia, dado que el Reglamento Sanitario Internacional les exige a los países informar sobre el riesgo de una emergencia sanitaria dentro de 24 horas. Pero China no informó a la OMS sobre los varios casos de neumonía de origen desconocido de Wuhan hasta el 31 de diciembre de 2019. Optó por censurar y detener a los médicos que advirtieron sobre el brote.
Trump llamó a la OMS “China-céntrica” y exclamó que “su partidismo político ha sido mortífero”. Por tanto le retiró los fondos, que representan más del 20 % del presupuesto de la OMS.
Mediante esa acción y ahora el lanzamiento, el Gobierno muestra que es una fuerza inquebrantable que no se verá condicionada ni amenazada. Y lo afirma no (solo) desde el accionar estatal sino desde el reconocimiento de la cooperación con la iniciativa privada.
Liftoff! pic.twitter.com/DRBfdUM7JA
— SpaceX (@SpaceX) May 30, 2020
«La colaboración de SpaceX con la NASA marca un hito en la asociación público-privada»
Según escribió Seth Cohen en Forbes, la colaboración de SpaceX con la NASA marca un hito importante en la asociación público-privada que ha impulsado el desarrollo de los vuelos espaciales de los Estados Unidos durante la última década.
Aunque el columnista destaca cómo la razón más importante en el lanzamiento de SpaceX es que genera una renovada sensación de optimismo en un momento sombrío en la historia de la nación.
Al igual que los vuelos espaciales del Apolo a la luna en 1968 y 1969, el regreso al espacio de Estados Unidos llega en un momento en que el país sufre profundas divisiones políticas, altas tensiones raciales y una sensación de incertidumbre sobre lo que depara el futuro.
El lanzamiento de hoy es la concreción de un trabajo de décadas, del sueño de un migrante. En el 2010, la NASA inició el Programa de tripulación comercial para reorganizar sus capacidades de lanzamiento y encaminar una próxima generación de vuelos espaciales domésticos.
La NASA eligió a SpaceX y Boeing como socios para desarrollar la capacidad de devolver a los humanos al espacio, y el lanzamiento de SpaceX Commercial Crew Demo-2 representa el primer intento de lanzamiento tripulado en el programa.
La misión abre el camino a la comercialización de la órbita terrestre y, de tener éxito, la NASA certificaría la capacidad de realizar vuelos espaciales de la compañía fundada por Musk, creador también de la compañía de automóviles eléctricos de lujo Tesla.
EE.UU. ahorra gasto en cohetes rusos, vuelve la fabricación made in USA
Desde el 2011, EEUU ha dependido de Rusia para lanzamientos espaciales, dado que le cobraba alrededor de 81 millones de dólares por cada astronauta que se transportaba en sus cohetes para alcanzar la Estación Espacial Internacional. En los últimos nueve años el precio aumentó 372 %, según informa Business Insider. Pese a las reiteradas acusaciones de los demócratas contra Trump, de su presunta colusión con Rusia, fue bajo su administración que la carrera espacial volvió a ser made in USA.
Y la nación podrá ahorrar ese gasto e invertir en casa, ahora que el Crew Dragon y el cohete Falcon 9 lanzados el 30 de mayo serán certificados por la NASA para operaciones de vuelo regulares.
Mientras EE.UU. enfrenta el hecho de ser el país con más diagnosticados con COVID-19 en el mundo, donde más de 105 000 personas han perdido la vida y los diagnosticados superan los 1,8 millones, más del 20 % de los casos totales en el mundo y las calles arden con descontento social, el lanzamiento sirve como señal de unidad y sobre todo que aún lo que parece imposible se puede alcanzar en una tierra donde cualquiera puede prosperar.