El partido de gobierno en México, Morena, abiertamente pidió alterar la Constitución para darle el Estado el poder de vigilar a sus ciudadanos e incluso allanar sus viviendas para «medir la concentración de la riqueza».
Hasta ahora, se estudiaba solamente la pobreza, como algo que se debía superar. Pero el Gobierno de la “Cuarta Transformación” propone empezar a investigar la riqueza como algo que se debe controlar.
«En un país bien gobernado, debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado, debe inspirar vergüenza la riqueza», dijo el filósofo Confucio.
Morena encarna lo segundo. Mediante un comunicado, el presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, busca facultar el ingreso a las casas, sin permiso de sus habitantes y sin una orden legal, con el fin de contabilizar sus posesiones. De modo que no fomentará la prosperidad entre sus ciudadanos, que mejoren sus condiciones de vida, sino que abocará esfuerzos para que quienes hayan prosperado estén controlados.
Con la excusa del impacto económico causado por el coronavirus, Morena sugiere poner al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a cargo de revisar el patrimonio de los mexicanos y acceder a su información financiera.
“(El INEGI) Debe de tener la facultad constitucional de medir la concentración de la riqueza en nuestro país. Tenemos miles de millones de dólares que constituyen una riqueza totalmente inobservada. Ya no se trata sólo de dar cuenta del ingreso y el gasto de las familias y las personas”, señala el comunicado.
Morena propone reformar la Constitución para permitir al INEGI ingresar a domicilios para verificar la "riqueza" inmobiliaria y financiera de las personas accediendo a información exclusiva del SAT.
¿Qué clase de Norcorea es esto? pic.twitter.com/PwLbmrrRBZ
— Jorge Triana (@JTrianaT) May 18, 2020
Críticos del gobierno han llegado a compararlo con Corea del Norte, donde fiel al ideario socialista el Estado controla los medios de producción.
Aunque el comentario puede resultar exagerado a primera vista, lo dicho por Morena en el comunicado no dista de lo cuestionado. Pues exige que el Estado de Bienestar debe estar plasmado de manera explícita en la Constitución “señalando los sistemas de protección universales que se deriven del mandato constitucional”.
No tardaron en plasmarse las opiniones adversas en redes sociales, “#INEGI” se volvió tendencia. Un usuario hasta citó al campeón de ajedrez Gary Kasparov, quien padeció un régimen totalitario como la Unión Soviética.
Dijo: “No es lo que hace un gobierno con los datos lo que lo define; es lo que le hace a los seres humanos “.
Y es que el presidente del partido de gobierno propone investigar los activos, en teoría. En la práctica —lo que hace en realidad— es limitar la libertad de las personas, no solo irrumpiendo su propiedad privada sino ajustar la mentalidad de las personas para tratar a la riqueza como algo a lo cual no se debe aspirar sino que se debe castigar.
El gobierno que le echó agua bendita a la riqueza de oscuros orígenes de Bartlett quiere entrar a las casas y cuentas bancarias de los ciudadanos a señalar bienes y quitárselos.
Además de totalitario, caradura @aramirezcuellar.
— Zen Trader (@ZenTraderMx) May 18, 2020
Pero esa lógica solo la aplica al sector privado. Si la riqueza pertenece a un funcionario público vinculado al Estado, como el caso de Manuel Bartlett, Morena no se ha pronunciado.
Aunque la Cuarta Transformación alega ser una propuesta distinta a la política tradicional, tiene entre sus filas a funcionarios del PRI, entre ellos Andrés Manuel López Obrador.
El más sobresaliente por sus bienes es Manuel Bartlett Diaz, que trabaja en el sector público desde 1962. Fue nombrado director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ha sido duramente cuestionado por sus 25 propiedades y 12 empresas, junto con su pareja e hijo.
Morena usa el coronavirus para ampliar el poder del Estado
Contradicciones de este tipo son la norma en medio de la pandemia del coronavirus que ha servido a nivel local e internacional para visibilizar estas profundas fallas en la justicia, donde los presos son liberados mientras los civiles inocentes son condenados a prisión domiciliaria bajo la consigna “quédate en casa”.
Luego de un año y medio en el poder, el Gobierno de López Obrador no ha logrado generar empleo, además ha extendido el monopolio estatal, llegando incluso a poner al Ejército a cargo de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
En lugar de abrir licitaciones para inyectar capital al país, aumentar inversiones y así achicar el gasto del Estado —lo que generaría empleo— el Gobierno de López Obrador le negó ingresos al país y además aumentó el gasto. Con lo cual la pérdida fue doble.
Ahora su partido busca acompañar los desincentivos del Gobierno contra la prosperidad a otro nivel. Si logran su cometido, la Constitución de México no servirá para garantizar el derecho natural a la libertad, sino que convertirá al Estado en un proveedor que fomenta la dependencia como norma y castiga a la iniciativa privada.