La mayor cantidad de muertos y contagiados reportados por coronavirus están en los EE. UU. El miedo es el sentimiento y la obediencia la reacción que impera ante las medidas de encierro. Pero el rechazo a vivir en cautiverio empieza a superar a ambas, ahora potenciado por los policías que se rehúsan a encerrar a quienes han cometido el delito de querer ser libres.
A lo largo y ancho del país se han visto brotes de insurgencia por parte policías que denuncian la inconstitucionalidad de las medidas exigidas tanto por gobernadores demócratas como por jueces que se exceden en sus funciones al exigir medidas de distanciamiento social que atentan contra la libertad civil.
En el estado de Washington, por ejemplo, gobernado por un demócrata (Jay Inslee), las medidas restrictivas permiten que las obras del gobierno continúen, pero prohíbe la construcción del sector privado.
Más de 22 millones de personas han quedado desempleadas en EE. UU. En lugar de impulsar la economía, gobernadores como Inslee siguen gastando el dinero sustraído de los ciudadanos mediante impuestos para producir obras, pero prohíbe el trabajo que les da de comer y llena las arcas del Estado.
Policías se rehúsan a violar la Constitución
“Esta contradicción no está bien y raya en lo poco ético”, dijo Adam Fortney, alguacil del condado de Snohomish. “Cuando llego a trabajar al juzgado, veo a los paisajistas aparecer cada día para instalar un nuevo paisaje y mantener nuestros parterres. Sin embargo, ¿un padre que es propietario de una empresa de construcción y trabaja solo mientras está al aire libre no puede administrar su negocio para ganarse la vida para mantener a su esposa e hijos?”, exclamó.
En respuesta, anunció que sus oficiales se abstendrían de hacer cumplir las órdenes de cierre, uniéndose al alguacil del condado de Franklin, J.D. Raymond, quien dijo que no detendría la apertura de iglesias y negocios con medidas razonables de distanciamiento.
“Siempre pondré tus derechos constitucionales por encima de la política o la opinión popular. Tenemos derecho a reunirnos pacíficamente. Tenemos derecho a guardar y portar armas. Tenemos derecho a asistir al servicio religioso de cualquier denominación”, dijo a través de redes sociales.
Cabe resaltar que la libertad de culto está consagrada en la primera enmienda de la Constitución, junto con la libertad de expresión y la libertad de reunión, seguida por la segunda enmienda que garantiza el derecho a portar armas.
En cuanto a la inconstitucionalidad de las medidas draconianas impuestas durante la cuarentena, el Sindicato de Oficiales de Policía de Houston también se pronunció. Se levantaron frente a las medidas impuestas por la juez Lina Hidalgo, quien impuso el uso de mascarillas a cualquier persona mayor de diez años, como exigencia para poder salir a la calle.
HPOU response to @LinaHidalgoTX draconian mask order: “Now we want to be very clear, HPOU believes everyone should be wearing a mask in public, in order to protect themselves from the virus and we are encouraging all of our officers to wear a mask. However, we draw the line…” pic.twitter.com/XbphfNYHii
— Houston Police Officers' Union (@HPOUTX) April 22, 2020
Vale aclarar que el sindicato resalta la importancia de la protección y prevención durante la pandemia, con lo cual no desincentivan el uso de las mascarillas, pero critica el exceso de poder por parte de las autoridades.
“Nuestros oficiales trabajan todos los días para cerrar la brecha con nuestra comunidad y ganar su confianza, no nos quedaremos sin hacer nada ni permitiremos que Hidalgo derribe ese puente, con su horrible liderazgo y la toma de decisiones al estilo cámara de eco (que solo se escucha a sí misma)”, publicaron.
Al noreste del país, sumado a las multitudinarias marchas que tomaron el capitolio de Madison Wisconsin, exigiendo la reapertura económica, cuatro alguaciles en la vecina Michigan anunciaron que se negarían a hacer cumplir las órdenes de cierre de la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer.
If you’re unaware of what’s happening in Wisconsin, this is what Madison looks like right now. Thousands gather to protest Gov. Evers shelter-in-place order. Stay safe, Wisconsin. pic.twitter.com/9IMnflxskj
— Sam Li (@TheSamLi) April 24, 2020
Acusan que Whitmer “ha creado un marco vago de leyes de emergencia que solo confunden a los ciudadanos de Michigan”, pues por un lado permite vender boletos de lotería, pero volvió ilegal que los habitantes de Michigan viajen “entre residencias” y tampoco pueden comprar semillas.
En un momento cuando el acceso a la comida es limitado, impedir que los ciudadanos produzcan sus propios alimentos roza en lo inhumano. Incluso el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que la “pandemia del hambre” superará el saldo de muertos por COVID-19, estiman que 300 000 personas podrían morir de hambre diariamente a lo largo de tres meses.
“Como resultado, no tendremos una aplicación estricta de estas órdenes”, escribieron los alguaciles. “Trataremos cada caso como una situación individual y aplicaremos el sentido común al evaluar la aparente violación… Creemos que somos la última línea de defensa para proteger sus libertades civiles”.
Quien entrega libertad a cambio de seguridad no merece ninguna de las dos y perderá ambas, decía Benjamín Franklin, uno de los padres fundadores de EE. UU. Ahora en su honor no solo la sociedad civil sino incluso integrantes de las fuerzas de seguridad honran su legado.