La popularidad de Donald Trump se mantuvo, en medio de la pandemia del coronavirus. Y su manejo de la crisis tiene aún mayor aprobación que su presidencia.
Pese al colapso de Wall Street, que sufrió su peor caída en una década, Trump superó el pronóstico de sus críticos. La encuestadora más grande de EE. UU., Gallup, señala que 60 % de la población respalda su conducción en tiempos del COVID-19.
La adversidad ha sido una aliada de Trump
Lejos de restarle apoyo, la adversidad ha sido una aliada de Trump desde la campaña electoral. Para comenzar, se enfrenta a los medios masivos en su contra y luego a una oposición dividida que no ha podido consolidar un candidato para enfrentarlo en estas elecciones.
Tanto que el partido demócrata recurrió a un juicio político para destituir a Trump e impedir su acceso a las urnas. Pero no solo que no salió de la Casa Blanca sino que aumentó su popularidad, incluso entre quienes no son de votantes de su partido.
Pasó del 37 % a principios de enero al 42 % en febrero el apoyo a Trump entre los votantes independientes.
En total, aumentó 10 % el respaldo a Trump durante la investigación en su contra y llegó a su punto más alto de su presidencia: 49 %.
https://twitter.com/RyanMaue/status/1224724127984115715?s=20
Y allí se ha mantenido. Desde febrero de este año que Trump tiene el apoyo de la mitad de la población, un índice elevado en un país donde existe polarización en la votación debido al sistema bipartidista.
En su columna titulada Cómo el coronavirus podría fortalecer a Trump, el profesor de Asuntos Exteriores y Humanidades, miembro distinguido Ravenel B. Curry III en Estrategia y Estadística en el Hudson Institute y columnista de The Wall Street Journal, Walter Russell Mead, explica que las mediciones del centro político a menudo fallan porque descalifican a los que piensan distinto.
Gallup finds 60% of voters approve of Trump’s handling of the coronavirus crisis. As usual, the establishment is clueless, writes @wrmead https://t.co/Pr6DxSFFNh
— WSJ Editorial Page (@WSJopinion) March 25, 2020
Subestiman a los votantes de Trump como fanáticos religiosos e ignorantes. Entonces no observan que lo que existe es un hartazgo del “establishment” político, el mismo sentimiento que ha impulsado la popularidad de Bernie Sanders, en el polo opuesto de la política, un fervoroso defensor del socialismo.
Por eso apela a los centristas para que comprendan este fenómeno social y cómo ante la incapacidad de la política tradicional para enfrentar los problemas sociales que padece la nación, ganan cada vez más popularidad los “anti-sistema”.
En el caso de Sanders, lo que promete es destruir por completo todos los valores que han permitido a los EE. UU. ser el país más próspero del mundo. Desincentiva la creación de la riqueza. Demonizó a los millonarios hasta que se convirtió en uno. Ahora apunta contra los billonarios.
Pero lo más preocupante es que busca usar la fuerza estatal para sus políticas de “redistribución de la riqueza” y mira como ejemplo para lograrlo a dictaduras como la de China, Cuba e incluso la Unión Soviética.
Demócratas y republicanos pactaron un acuerdo económico histórico para enfrentar la crisis del coronavirus
Pese a las diferencias entre republicanos y demócratas, lograron conciliar un plan económico histórico para enfrentar la pandemia del coronavirus. El plan incluye el envío de cheques de $1 200 dólares por adulto y $500 por cada menor edad. El envío está presupuestado en 500 000 millones de dólares en total.
El mismo monto estará destinado para crear un fondo para industrias, ciudades y estados. Además de 367 000 millones de dólares para préstamos destinados a pequeñas y medianas empresas.
Para las compañías más grandes habrá alivio mediante ayudas fiscales que incluyen aplazar el 6,2 % de la cotización a la Seguridad Social de los salarios de los empleados.
Quienes sufran despidos en estos cuatro meses recibirán un pago adicional de $600 dólares. También trabajadores independientes, de “economía colaborativa”, al estilo de Uber, estarán cubiertos por primera vez.
Trump llama a reactivar la economía en Semana Santa
Además del consuelo de tener un respaldo económico en tiempos de crisis, lo que afirmó el respaldo de los simpatizantes de Trump es su confianza plena en la economía.
Junto a Trump los EE. UU. llegó a punto histórico de desempleo inferior al 3,5 %, siendo las minorías étnicas y los más pobres los más beneficiados, logrando que el porcentaje de hispanos emprendedores sea del 25 % de la población.
Por eso Trump hizo un llamado a reabrir la economía el domingo de resurección, fecha de la Pascua, con iglesias llenas, normalizando así todas las actividades, tanto económicas como sociales.
Nada menos que en una fecha que celebra un resurgimiento, lo mismo que Trump pretende que suceda con la economía del país.