El canciller de Bolivia, Yerko Núñez Negrette, informó sobre la suspensión de las relaciones con Cuba. El anuncio se realizó este viernes 24 de enero a través del Ministerio de la Presidencia. Paralelamente, EE. UU. evalúa enviar el primer cuerpo diplomático en 11 años, ahora que Bolivia no está más bajo el control de Evo Morales.
“Hemos tomado la decisión de suspender las relaciones diplomáticas con la República de Cuba, estas declaraciones obedecen a las recientes e inadmisibles expresiones del canciller Bruno Rodríguez Parrilla y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático”, sostuvo Nuñez en conferencia de prensa.
Tras la salida de Evo Morales de Bolivia, luego de las multitudinarias marchas que rechazaron su candidatura anticonstitucional y la anulación de la segunda vuelta electoral, el país sudamericano está encaminando un cambio rotundo en su política externa. Eso incluye expulsar a los extranjeros que participaron en el intento de derrocamiento de la presidente interina Jeanine Áñez, entre ellos miembros de los cuerpos de equipos médicos, descubiertos entregando dinero a los manifestantes.
Acción que fue repudiada por el canciller cubano.
Vulgares mentiras de la golpista autoproclamada en #Bolivia. Otra muestra de su servilismo a #EEUU. Debería explicar al pueblo que tras retorno a #Cuba de colaboradores, por la violencia de la que fueron objeto, se han dejado de realizar más de 454 440 atenciones médicas.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 22, 2020
En respuesta, el canciller boliviano dijo que “el Gobierno cubano afectó sistemáticamente la relación bilateral basada en el respeto mutuo, la no injerencia en los asuntos internos, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad soberana del rector interino de los Estados”.
Igualmente agregó —en conferencia de prensa— “ustedes verán que el Gobierno tiene pues que hacer respetar la soberanía, tiene que hacerse respetar con estos países. No puede ser que vengan a hacer injerencia a nuestro país”.
Según el canciller, de ahora en adelante la relación entre Bolivia y Cuba se limitará a facilitar gestiones para bolivianos que viven en la isla.
Bolivia se distancia de Cuba y se acerca a EE.UU.
Mientras se enfrían las relaciones diplomáticas con Cuba, EE. UU. abre la puerta. Luego de 11 años de distanciamiento, producto de la adhesión de Evo Morales al socialismo del siglo XXI ,
«Estados Unidos enviará nuevamente un embajador a La Paz», anunció mediante un video el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, David Hale.
Agregó que busca «restaurar relaciones normales entre nuestros pueblos».
Evo acusa a EE. UU. de ser “imperio”
Evo Morales no tardó en reaccionar. Mientras el Gobierno actual señala la violación de la soberanía de Bolivia por parte de Cuba, Evo llama a EE. UU. imperio.
Pero nada dice del internacionalismo socialista que sojuzgó a Bolivia, al punto que cuatro hombres encapuchados de las fuerzas especiales de seguridad ingresaron a suelo boliviano con pasaportes falsos —emitidos por el Gobierno socialista al mando de España— con el fin de evacuar a diplomáticos leales a Evo Morales de la embajada de México, donde estaban asilados, para evitar que expongan los vínculos económicos entre Morales y Podemos.
Es decir, lejos de respetar la soberanía nacional, él y su partido, el Movimiento al Socialismo, simplemente lo entregaron a sus coidarios.
David Hale, subsecretario de Estado para asuntos políticos de EEUU, dice que sin Evo Bolivia está en el camino correcto. El único camino correcto para el imperio es la privatización de nuestros recursos en favor de transnacionales, la injerencia en asuntos internos y dependencia.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) January 23, 2020
Evo reniega de la privatización pero quebró las empresas estatales
Como indica el socialismo de manual, los bienes de producción deben estar en manos de la revolución. Por tanto Evo se hizo conocido por la estatización de las industrias.
Pero los hechos demuestran que varias de estas empresas están quebradas. El Gobierno de Morales justificó el déficit alegando que está en etapa de inversión (hace siete años).
“En 2018, las empresas públicas registraron un déficit fiscal de 2,2 % del PIB debido a la inversión que efectúan, ya que alcanzó un superávit corriente de 1 197 millones de bolivianos (173 millones de dólares)”, señala el informe del Ministerio de Economía del 2018.
Pese a una inyección de 69 millones de dólares, la Empresa Nacional de Textiles (Enatex), entró en quiebra y fue cerrada en 2016. Lo mismo sucedió con la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol) en el 2018, dado que la tecnología volvió obsoleto al sistema. No obstante, el Gobierno volvió a gastar dinero en lo mismo y reabrió nuevas empresas de textiles y servicio postal.
También la Empresa Azucarera San Buenaventura (Easba) está en quiebra técnica. Registró pérdidas por más de 35 millones de dólares a lo largo de ocho de los nueve años que lleva en funcionamiento. Solo desde diciembre del 2018 registra un patrimonio negativo de alrededor de 40 millones de dólares, de acuerdo con al Sistema Integrado de Gestión y Modernización Administrativa (Sigma) del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
En lugar de aliviar el gasto estatal y dejar de explotar a los bolivianos, vía impuestos, para mantener a industrias inoperantes, Evo llama “nuestros” a recursos que no solo no dan prosperidad a los bolivianos sino que los empobrece.
No obstante, la gestión actual, a cargo de Jeanine Áñez, está distanciada de la visión de Morales y el proyecto socialista bolivariano en su conjunto.
Anunció que Bolivia se libró de “un destino como el de Venezuela” y las alianzas diplomáticas así lo demuestran.