El primer año de la gestión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), terminó con el mayor índice de asesinatos en la historia del país: 34 582 homicidios dolosos. El récord más alto desde que se empezaron a registrar, en 1997.
Cuando López Obrador asumió la presidencia de México, en diciembre de 2018, había un promedio diario de 79,7 homicidios. Tras ocho meses de gestión las cifras no mejoraron y el 1 de septiembre de 2019 fueron asesinadas 102 personas. Con esa cifra se oficializó el promedio de 100 víctimas fatales por día en el país. Solo durante el primer fin de semana de septiembre 292 personas murieron en crímenes violentos.
Aunque este martes 21 de enero el mandatario afirmó estar combatiendo al crimen organizado, la evidencia muestra lo contrario, sobre todo si se tiene en cuenta que en 2019 López Obrador declaró que no usará las armas para enfrentar al narcotráfico, pues “es pueblo”.
Cuando un grupo de ciudadanos consternados por la violencia que atraviesa el país reclamó por el desarme civil que deja desprotegidos a los ciudadanos, le preguntaron “¿El narco es pueblo?” y López Obrador respondió que sí, y añadió que no se puede enfrentar “al pueblo” con las armas.
¿El narco es pueblo como dice el Presidente ?? #Seguridad pic.twitter.com/2wj6Kyoq1o
— CiudadanosEnRed (@ciudadanosenred) August 26, 2019
De hecho, López Obrador rechazó la ayuda de Donald Trump cuando este ofreció colaborar con México en la lucha contra el narcotráfico que afecta a ambos países. El presidente de EE. UU. ofreció “borrarlos de la faz de la Tierra” luego de que una familia de EE. UU. fue masacrada en territorio mexicano. Tres mujeres y seis niños de la familia LeBaron fueron asesinados mientras transitaban por un territorio tomado por carteles del narcotráfico.
«A veces necesitas un ejército para derrotar a un ejército», agregó Trump, refiriéndose a enviar Fuerzas Armadas para enfrentar a los carteles de narcotráfico, a quienes llamó monstruos. Pero su contraparte mexicana rechazó el ofrecimiento.
This is the time for Mexico, with the help of the United States, to wage WAR on the drug cartels and wipe them off the face of the earth. We merely await a call from your great new president!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 5, 2019
3,6 niños son asesinados por día en México
Entre las principales víctimas de las zonas controladas por el narcotráfico están los niños. Más de 1 300 menores de edad fueron asesinados en el 2019. Además, entre 30 y 35 mil niños y adolescentes han sido reclutados por el crimen organizado.
Según el balance anual de la Red de los Derechos de la Infancia en México, desde el año 2000 al cierre del 2019, cerca de 21 mil niños y adolescentes han sufrido homicidios dolosos. En la actualidad, diariamente desaparecen 4 menores y 3,6 son asesinados.
AMLO no prioriza combatir el narcotráfico
Pese a la violencia que se vive en México, López Obrador anunció que su prioridad es erradicar la corrupción (como si no hubiese correlación entre ambos problemas). Cuando la prensa local le cuestionó sobre el récord de homicidios de 2019, el mandatario afirmó que “tenemos que seguir combatiendo el crimen de esas organizaciones”, sin embargo, prefirió enfocarse en la gravedad de “la delincuencia de cuello blanco”.
“Puede ser que se considere que es el crimen organizado o la delincuencia común, pero yo considero que el daño mayor lo han hecho los delincuentes de cuello blanco, ya sean políticos u hombres de negocios disfrazados de empresarios”, afirmó.
Incluso aprovechó la oportunidad para denunciar que los políticos corruptos de Gobiernos anteriores concentraron riquezas mayores que Joaquín “el Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.
Para AMLO es más peligroso el “neoliberalismo” que el crimen organizado
“Las grandes riquezas que se amasaron en el periodo neoliberal superan por mucho a lo que llegó a acumular Guzmán Loera”, dijo López Obrador y resaltó que “los conservadores, además de hipócritas, son muy rateros”. Y declaró que “a diferencia de antes, (los cárteles) ya no cuentan con protección del Gobierno”, insistió que “ahora el que la hace la paga, no es como antes que ellos gobernaban México”.
No obstante, México y el mundo vio cómo su administración tuvo la oportunidad de detener al hijo del Chapo Guzmán, y en lugar de llevarlo ante la justicia, lo dejó en libertad.
Al día siguiente del tiroteo de Culiacán, donde el narcotráfico enfrentó a las fuerzas de seguridad para liberar al delincuente, López Obrador apareció en su programa matutino anunciando que “se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso porque no se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”.
El incidente sirvió para visibilizar la violencia que los carteles del narcotráfico ejercen sobre las fuerzas de seguridad del Estado. El 15 de octubre, dos días antes del tiroteo de Culiacán, en Michoacán, al oeste de México, fueron acribillados a balazos y con granadas de fragmentación 14 policías. Dos de las cinco patrullas quedaron calcinadas. Los policías iban a recoger a una mujer y a su hija para llevarlas ante un juez de la región y hombres del Cartel Jalisco Nueva Generación los emboscaron.
Contrario a lo que alega López Obrador, que en su Gobierno los criminales pagan por sus actos, estos han enfrentado a las fuerzas de seguridad con total impunidad y la población civil ha sido la más afectada, pagando hasta con su vida.