España está por inaugurar un nuevo gobierno de coalición de izquierda, entre PSOE y Unidas Podemos. A cargo de la cartera de Consumo de Gobierno estará el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, quien ha declarado no solo su admiración por el dictador vitalicio Fidel Castro sino por la revolución bolchevique.
Como diputado y militante del Partido Comunista escribió el libro «Por qué soy comunista», donde critica la libertad de mercado y propone el control del Estado sobre este.
Pese a su presunta solidaridad por los oprimidos y su convicción en la lucha de clases, es observable ver en sus tweets que calza en el conocido estereotipo del “comunista con iphone”.
Desde su smartphone, elaborado por una megacorporación capitalista con sede en el eje del mal, EE.UU., Garzon celebró el aniversario 100 de la revolución comunista.
¡Gracias a los que habéis venido al acto del 100 aniversario de la revolución! ¡Esta tarde más! #FiestaPCE2017 pic.twitter.com/cixBsmxhTk
— Alberto Garzón? (@agarzon) September 30, 2017
De acuerdo a la página oficial, a la Dirección General de Consumo le «corresponde la propuesta de regulación, en el ámbito de las competencias estatales que incidan en la protección y la promoción de los derechos de los consumidores y usuario».
Garzón propone el manejo del turismo como en Cuba: colectivizado y estatizado
Es decir, Garzón podría tener el poder de regular acorde a su ideario expropiador.
Fiel a su adulación por el régimen comunista en Cuba, en una entrevista a Diario de Avisos propuso «la colectivización de determinados sectores estratégicos en el turismo».
Un trozo de nuestra historia se apaga con él, mi artículo en homenaje al compañero Fidel: https://t.co/waWPZbwzzO
— Alberto Garzón? (@agarzon) November 26, 2016
“Si logramos que los ayuntamientos tengan la propiedad, no necesariamente total sino parcial, de determinados sectores estratégicos como pueden ser los restaurantes situados en las playas y en los hoteles, se lograría ingresar el suficiente dinero para después crear empleo público en otros sectores donde es necesaria cubrir la demanda”, declara.
“Si hay un solo restaurante en una playa es un monopolio y debería ser parte de todo el mundo, precisamente porque está ocupando un espacio público. Mire, la clave no es la gestión sino la propiedad. Lo podrá gestionar cualquier empresa dedicada a este tipo de actividad, pero los beneficios tendrían que ser, ya le digo no total sino parcialmente, de la administración pública”, explica.
A modo de justificación exclama, «no necesitas que haya un incentivo de lucro, simplemente basta con ofrecer un servicio de calidad».
La ‘democracia’ del mercado es la de “tanto tienes, tanto mandas”. No es democracia, sino dictadura del capital. A las cosas por su nombre.
— Alberto Garzón? (@agarzon) December 6, 2012
En respuesta, la plataforma digital Libre Mercado, señala que «además de lo inmoral que supone el plan de Garzón, no hay mayor riesgo para que un negocio genere pérdidas que pasar a manos del Estado. Pero eso al economista parece no importarle en absoluto».
En la Unión Soviética, colectivización significaba hambre y fusilamiento
Como admirador de la revolución bolchevique, Garzón propone la colectivización. Pese a que conoce que históricamente quien se ha resistido a ese plan ha sido fusilado y hambreado.
A principios de la década de 1930, durante uno de los procesos de colectivización (de la agricultura), como dicta el socialismo, Stalin, entonces líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, dio la orden de expropiar y redistribuir. Los ucranianos de la parte occidental, habitantes de la zona más fértil de la URSS, se resistieron y como consecuencia fueron condenados a trabajar la tierra sin poder alimentarse de ella.
Aunque Garzón plantea al marxismo como una lucha por los oprimidos y crítica al capitalismo por supuestamente primar el capital sobre la persona, en la revolución que él defiende, se seguía exportando acorde morían los agricultores.
De hecho, cada cadáver ucraniano recuperado, se podía canjear por 200 gramos de pan. Pues así como se redistribuían los recursos, también las personas. Stalin incentivaba a sus soldados a trasladarse a la zona en reemplazo a los pobladores locales. Se estima que 7 millones murieron de hambre y/o fusilamiento -que era el castigo por comer lo cosechado. Esa cifra aplica para aquellos dentro de territorio ucraniano. Incluyendo la población ucraniana dentro de la zona de Kuban, hoy Rusia, ronda los 10 millones.
Hoy hace 100 años que el sol salió por el Este animando a la clase trabajadora de todo el mundo a liberarse de sus cadenas. #Revolución100 pic.twitter.com/pYAYV6XgB6
— Alberto Garzón? (@agarzon) November 7, 2017
Finalmente la Unión Soviética se desintegró, derribada por su propio peso y consigo la revolución comunista en Cuba perdió a su principal financista. Ahora, el régimen de la isla tiene sus ojos puestos en España.
Con Bolsonaro al mando de Brasil y sin el petróleo de Venezuela, Cuba busca a España para financiarse
El presidente del gobierno actual fue el primero en pisar Cuba en más de tres décadas y lo hizo precisamente para garantizarle 300 mil millones de euros al régimen.
Fue también bajo la gestión del gobierno socialista que por primera vez en la historia un rey de España pisó suelo cubano para firmar una cooperación entre España y Cuba, en el Marco de Asociación País, para ejecutar proyectos en diferentes áreas por 57 millones de euros hasta el 2022.
Sin el petróleo de Venezuela (régimen que defiende Garzón) y con la derecha al poder en Brasil, Cuba perdió miles de millones de dólares, tanto por los médicos que retiró de Brasil al no aceptar las condiciones del presidente Jair Bolsonaro que exigía poner fin a la esclavitud de los galenos, como por el hecho que el BNDES, (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), no está más a disposición de Cuba.
Cuando estaba el Partido de los Trabajadores de Lula Da Silva en el poder, Cuba financió la expansión del Puerto de Mariel con 957 millones de dólares provistos por Brasil.
Con un gobierno alineado a su ideología, España está camino a convertirse en el banco que Cuba, al ser improductiva, necesita. Por medio de figuras como Garzón, sería posible.