Bolivia amaneció sin vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral. Renunció, en medio de las protestas que exigen transparencia electoral y respeto por la voluntad popular, pues Evo Morales desconoció los resultados del voto que exigían una segunda vuelta electoral y ahora los votantes en su contra están enardecidos. “No nos da la gana de vivir en una dictadura como la venezolana”, gritan en las calles.
#22Oct ??Una multitud de manifestantes en Bolivia exclaman; ¡No me da la gana de vivir en una dictadura como la venezolana!, al rechazar la reelección de Evo Morales.
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— 2001online (@2001OnLine) October 22, 2019
Desde el domingo 20 de octubre las calles se colmaron de manifestantes en su contra. Advierten paralelos con la situación en Venezuela, primero por afinidad ideológica, segundo por la intromisión en el sistema electoral, y tercero por la eternización de sus líderes en el poder.
Para comenzar, la candidatura de Evo Morales es no solo inconstitucional sino anti-democrática. La carta magna de los bolivianos prohíbe que un presidente sea candidato por más de dos mandatos y Evo Morales aspira al cuarto.
Para lograrlo, Evo Morales convocó un plebiscito para habilitar que el presidente pueda modificar la Constitución y por tanto ser candidato. El 21 de febrero del 2016 los bolivianos votaron mayoritariamente en contra y aún así Evo Morales sigue siendo aspirante a la presidencia.
Evo Morales hizo declarar su “derecho humano y político”, la “candidatura” ante el ahora cuestionado Tribunal Supremo Electoral. La vocal que denunció la presión y abuso de poder por parte de Evo para lograr ese resultado perdió su cargo.
Ahora, otro vocal, el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, se retira de su cargo y así se desestabiliza aún más la única entidad gubernamental frente a la cual los bolivianos pueden exigir transparencia electoral, la misma que permitió a su presidente ir en contra de la Constitución.
En vista que está coaptado el TSE la diputada de la Alianza Bolivia Dice No explicó para PanAm Post que “las vías legales que nos queda a la oposición para exigir transparencia legal electoral, yo creo que únicamente son las vías internacionales. Creo que está claro que aquí en Bolivia ya no existe democracia. Esto es una dictadura, una democracia disfrazada de dictadura y definitivamente lo que nosotros vemos es que no nos quedan las instancias nacionales, hay que continuar exigiendo en la vía internacional”.
Los bolivianos no quieren una dictadura como la venezolana, al igual que los venezolanos no querían una como la cubana
Tal como hoy los bolivianos colman las calles para impedir que su país se vuelva una dictadura como la venezolana, por años los venezolanos tenían el mismo reclamo pero anhelando no ser como la dictadura cubana.
“Y no, y no, y no me da la gana / Una dictadura igualita a la cubana”.
Luego de dos décadas, la tiranía en Venezuela se ha agravado. Alrededor de 20 000 soldados cubanos forman parte de la custodia de la “revolución”. Esto demuestra que la influencia es no solo directa, sino activa, y se mantiene en el poder por medio de las armas y la represión constante contra cualquier tipo de insurrección, tanto civil, como militar, por medio de la fuerza paramilitar cubana.
En ambas naciones la ideología que impera es la misma: el socialismo, que propone poner los medios de producción a cargo de la “revolución”, es decir, del Estado.
El partido que lidera Evo Morales se llama Movimiento al Socialismo. Durante sus tres mandatos ha encaminado este sistema de gobierno centralizado, que ha quebrado la estructura republicana, ha intervenido en los tres poderes, la burocratización de la producción ha convertido a Bolivia en un infierno fiscal y por tanto desincentiva la inversión y entorpece la producción.
Evo Morales triplicó su fortuna en el gobierno, su vicepresidente lo hizo 15 veces
Al igual que Hugo Chávez, vocifera contra el capitalismo; Evo Morales fomenta el socialismo enriqueciéndose él y empobreciendo a sus ciudadanos. Bolivia fue el país que menos redujo la pobreza en la región, mientras que la fortuna de Morales se triplicó y la de su vicepresidente creció 15 veces, según el portal boliviano Página Siete.
Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), en Bolivia apenas se redujo la pobreza un 0,1 % entre 2016 y 2017. El mismo informe indica que la extrema pobreza subió de 14,7 % en el 2015 al 16,7 % en el 2016. En 2017 bajó levemente a 16,4 %. Es decir, entre 2016 y 2017 se redujo 0,3 puntos.
Mientras el boliviano promedio pasaba necesidades, el patrimonio neto del presidente aumentó un 221 % desde que asumió la presidencia en 2006, cuando reportó tener 127 000 dólares, hasta el 2015, cuando se publicó que tenía un patrimonio de cerca de medio millón de dólares, y la tendencia continúa al alza.
Solo la vivienda presidencial que mandó a construir Evo Morales costó 34,4 millones de dólares. Bajo el nombre de la “Casa del Pueblo” usó fondos públicos para su residencia como presidente, un cargo que se rehúsa a soltar.
Las calles, al igual que las urnas, particularmente en el referéndum, muestran que existe un hartazgo generalizado.