La embajada de México en Quito es hoy guarida de parlamentarios ecuatorianos que instigaron la destitución del presidente Lenín Moreno de Ecuador, cuyas medidas económicas para estabilizar las finanzas de la nación provocaron un paro nacional de 12 días.
Desde la campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha esforzado por distanciarse del Gobierno venezolano y consigo del socialismo del siglo XXI. Frente a la crisis que atraviesa Ecuador, mantuvo en teoría, la misma postura. Pero en la práctica colaboró con los referentes del intento de golpe de Estado.
Mientras Nicolás Maduro respaldó abiertamente el paro y el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, viajó tanto a Cuba como Venezuela en busca de apoyo internacional, el presidente de México dijo “no vamos nosotros a intervenir en este caso, somos respetuosos de la situación política de cada país”. Sin embargo, la embajada de México abrió sus puertas a los principales referentes que exigían la destitución de Moreno.
A través de un comunicado, el Gobierno de México informó que además de Gabriela Rivadeneira, quien fue la primera mujer que presidió la Asamblea Nacional que es hoy el Parlamento ecuatoriano; Luis Fernando Molina, asambleísta alterno nacional; Soledad Buendía y Carlos Viteri, asambleístas nacionales, así como a sus cónyuges; están albergados en la embajada mexicana.
Además, según la prensa ecuatoriana, ante el allanamiento de su morada, el asambleísta Virgilio Hernández también pidió asilo en dicha embajada. Aunque no aparece su nombre en el comunicado del Gobierno mexicano. Al igual que Rivadeneira, fue uno de los que pidió la destitución de Moreno, en caso que este no derogase el decreto que quitaba el subsidio a la gasolina, vigente en el Ecuador desde la última dictadura militar (hace más de 40 años).
Los parlamentarios mencionados forman parte de Revolución Ciudadana, que nació a raíz de la ruptura de Alianza País, partido que respaldaba al binomio Correa-Moreno.
A río revuelto. Correísta Gabriela Rivadeneira pide que la Asamblea "avance en la destitución de Lenin Moreno" y que se adelanten elecciones presidenciales y parlamentarias. #Quito pic.twitter.com/rCFYb7FY0n
— LaHistoria (@lahistoriaec) October 3, 2019
Ahora Correa es enemigo jurado de quien fue su primer vicepresidente: Lenín Moreno. Mientras que su segundo vicepresidente, que también fue electo como vicepresidente de Moreno, ahora está preso por corrupción, vinculado al caso de la constructora Odebrecht, cuyos cabecillas confesaron haber sobornado a políticos a cambio de concesiones de obras públicas.
Actualmente, la exministra de obras públicas, María de los Ángeles Duarte, al igual que el asesor jurídico de Correa, Alexis Mera, están bajo prisión domiciliaria por recibir sobornos de Odebrecht y Correa fue involucrado en este caso a raíz del testimonio de su exasesora Pamela Martínez, que lo incrimina.
Dado los procesos judiciales en su contra, Correa declaró que no se le permitiría lanzarse a la presidencia. Desde Bruselas, invitado por la coalición española Izquierda Unida, Correa urgió en el Parlamento europeo el adelanto de elecciones en Ecuador y se ofreció a sí mismo como candidato a la presidencia. Pero concluyó que se conforma con el rol “de vicepresidente para abajo”.
Durante las protestas en Ecuador se quemaron pruebas que incriminaban a funcionarios de Correa
El suceso que más indicios da sobre la complicidad de sus allegados al vandalismo presente en las protestas contra Moreno fue el incendio de la Contraloría. En dicho organismo estatal se alberga la documentación sobre procesos judiciales contra funcionarios de este y el Gobierno pasado. Ahora la documentación está hecha cenizas.
Entretanto, los Gobiernos alineados al socialismo del siglo XXI respaldaron el paro, el Parlasur y Mercosur respaldaron la institucionalidad democrática en Ecuador y por tanto la permanencia del presidente hasta el fin de su mandato.
Ernesto Araujo, canciller de Brasil, denunció abiertamente que el Foro de Sao Paulo estaba instigando el paro.
El presidente constitucional de Venezuela, Juan Guaidó denunció la participación activa de Maduro, a quien acusó de enviar manifestantes infiltrados para provocar la violencia en medio de una protesta que se anunció como pacífica.
Allí, en Venezuela, Maduro habría recibido a Rafael Correa, quien —según denuncian referentes de la oposición— salió del país en un avión sin placas hacia Bruselas, donde está evadiendo a la justicia ecuatoriana que lo demanda por secuestro contra un diputado opositor.
La sociedad civil ecuatoriana convoca marcha para que México no asile a los colaboradores del intento de golpe
Tanto Correa como dos de sus exministros, Vinicio Alvarado y Walter Solís, están fuera del país y prófugos de la justicia, la población civil del Ecuador convoca a la embajada de México el miércoles 16 de octubre para que los parlamentarios leales a Correa no tengan la posibilidad de salir del país sino que respondan ante la justicia.
¡¡¡¡QUE NO SALGA DEL PAIS!!!!PLANTÓN PARA QUE SE HAGA JUSTICIA CON GABRIELA RIVADENEIRA.ESTIMADOS ECUATORIANOS QUE…
Posted by Juan Francisco on Monday, October 14, 2019
El presidente del Ecuador ya llegó a un acuerdo con los líderes indígenas que dirigían la protesta. Se derogó el decreto que quitaba el subsidio al combustible, a cambio de poner fin al vandalismo, el cierre de vías y la recuperación de la paz.
Parte de ese proceso incluye presentar ante la justicia a quienes se infiltraron en la protesta e instigaron a la violencia, al igual que el quiebre de la estructura democrática y republicana, como pedir la destitución del presidente.
Por el momento, la prefecta de Pichincha, provincia donde está situada la capital del Ecuador, Paola Pabón, fue detenida luego del allanamiento de su vivienda. Está siendo acusada no solo de instigar la violencia sino de proveer recursos estatales para las protestas, como transporte público.
Ante lo cual la administración de López Obrador debe decidir si ser cómplice del entorpecimiento de un proceso judicial, al albergar a quienes evaden la justicia o si va a permitir que opere la ley en el país que reside su embajada.
Pero sobre todo esta situación le dará una vez más la oportunidad a López Obrador de distanciarse del socialismo del siglo XXI o de abrazarlo al ser cómplice de la protección de sus miembros.
Sus declaraciones pasadas, donde eleva como héroe y ejemplo tanto a Fidel Castro, al igual que a Salvador Allende, así como los fondos que canalizó al partido comunista desde su cargo con el PRI, muestran el origen socialista de López Obrador.
La situación actual en la embajada de México en el Ecuador, dejará en evidencia (o no) si todavía forma parte del proyecto internacionalista, al dar asilo a los referentes del socialismo del siglo XXI.
De ese modo quebrará la supuesta imparcialidad que ostenta hasta el momento.