El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, es conocido por ser una de las figuras emblemáticas del progresismo. Su gabinete fue el más diverso de la historia, tomando en consideración la etnia y el sexo de sus integrantes. Es decir, hizo de la corrección política su bandera. Bandera que hoy le asfixia con denuncias por racismo.
Salieron a la luz no solo fotos sino también videos del mandatario pintado tanto de marrón como de negro, encarnando figuras como Aladino de Disney, algo imperdonable en el entorno progresista que llama racista al hecho que un hombre blanco se pinte la cara del color de cualquier etnia que no sea la suya.
Para la izquierda política no existen los individuos, solo colectivos. Entonces una persona no puede, ni con un disfraz, imitar a otra, pues eso implica “apropiación cultural” y, por tanto, la ofensa a todo un grupo étnico, su historia y dolor, incluso cuando son de ficción.
Trudeau explicó que la fiesta en la que aparece rodeado de cuatro mujeres fue ambientada en Las mil y una noches, donde se disfrazó de Aladino. Pidió perdón públicamente por una foto de hace 20 años. Admitió que no consideró su gesto “racista” en el momento pero ahora comprende que sí y dijo estar “profundamente arrepentido” de haberse pintado.
Al momento, trabajaba como profesor de la escuela privada de West Point Grey de Vancouver y la fiesta fue entre colegas. Pero él es el único que aparece pintado.
Cara negra y cara marrón, black face y brown face, se denomina al fenómeno de representar a personas negras y marrones. Aplica a las personas blancas y son acusadas de racismo e insensibilidad social.
Además, ya fueron descubiertos dos incidentes más, incluido un video donde Trudeau aparece con la piel pintada de negro y el cabello afro.
El incidente “racista” podría costarle la reelección el 21 de octubre
En vista de que el candidato está en campaña para la reelección, ya existen exigencias para que se retire. El 21 de octubre se elige al siguiente primer ministro, y a menos de un mes tendrá que enfrentar críticas de esta índole.
Sobre todo teniendo en cuenta que se enfrenta a un candidato sikh, religión que surge de la India y cuyos adherentes masculinos usan turbante, quien repudió públicamente el “racismo” de Trudeau.
Se trata de Jagmeet Singh, del partido NDP (Nuevo Partido Democrático), de tendencia socialdemócrata. Su plataforma política no dista ideológicamente de la de Trudeau y tampoco en sus propuestas, por lo cual podría captar buena parte de sus votantes.
Lo cual agrega motivos para debilitar al ya desprestigiado partido de Trudeau que carga con denuncias por corrupción que le costaron el despido de dos integrantes (mujeres) de su gabinete y un asesor por interferencia política en la justicia.
“Están usando al racismo y el odio en este país para tapar su escándalo de corrupción”
Durante la sesión que produjo el despido de las integrantes del gabinete, el parlamentario que hoy aspira al cargo de primer ministro por el Partido Conservador, Andrew Scheer, acusó al partido progresista (Liberal en inglés) de usar el racismo y el odio para tapar su escándalo de corrupción.
Desde su campaña, y a lo largo de su mandato, el partido de Gobierno se abanderó de causas denominadas como “delito de odio”, criminalizando incluso el lenguaje al punto que existe una multa de 50 000 dólares por llamarle hombre biológico a un transexual.
Bajo la ley C-16 en Canadá es delito llamarle a una persona por un pronombre que no es el de su preferencia. Con lo cual llamarle hombre a una “mujer trans” sería digno de castigo. Pero en el caso mencionado, le llamaron “hombre biológico”, lo cual es científicamente demostrable y certero. Sin embargo, fue suficiente para una multa por “lenguaje de odio”.
El partido conservador ya lleva ventaja sobre Trudeau
La severidad de medidas como esta ya están generando la pérdida de la popularidad del partido de Trudeau, sumado al gasto que conlleva el Estado de Bienestar que propone el progresismo, los escándalos de corrupción y ahora la denuncia de racismo.
Lo cual ha beneficiado al Partido Conservador, que se dividió y nació una nueva plataforma: el partido del Pueblo de Canadá (PPC), cuyo lema es “Fuertes y Libres” y propone cerrar las fronteras a la migración masiva.
Respecto a la situación climática global, es uno de los temas principales que define a los partidos en las elecciones entrantes. Tanto que el Partido Conservador como el PPC proponen que el Estado no dedique fondos al tema, sino que vuelva el dinero a los bolsillos de los ciudadanos. Aunque el líder del PPC reconoce el cambio climático, subestima el hecho que sea producto de la actividad humana; una postura similar a la Donald Trump.
El Partido Verde, en cambio, tiene toda su plataforma en torno al tema, exigiendo el doble de presupuesto que el partido actual, para lo cual exige aumentar los impuestos a los ciudadanos. Su lema es “ni izquierda, ni derecha, juntos hacia delante”.
Las últimas encuestas informan que el Partido Conservador lleva ventaja sobre el partido de Trudeau. Los números dirán si el escándalo del presunto racismo le quitan aún más popularidad al mandatario, otorgando así el triunfo a los conservadores.