Durante la tercera jornada de debates de los aspirantes a la presidencia de EE.UU. por partido demócrata, el candidato Bernie Sanders, quien orgullosamente se llama a sí mismo “socialista democrático”.
Frente a la pregunta sobre por qué no ha llamado hasta ahora a Nicolas Maduro dictador, por primera vez Sanders habló negativamente sobre su compañero ideológico y dijo que Nicolás Maduro era un tirano.
Uno de los moderadores del debate presidencial, el periodista mexicano Jorge Ramos, quien fue secuestrado y expulsado de Venezuela por Maduro, hizo la pregunta. Mientras la hacía, resaltó que miles de venezolanos han sido desaparecidos, torturados y asesinados por el régimen.
Aunque el moderador no mencionó la cifra, que ya supera los 4 millones de exiliados, reiteró la naturaleza totalitaria del régimen al nombrar la tragedia del éxodo venezolano y el impacto migratorio transnacional.
En la pregunta del periodista increpaba al senador y pidió que justificara porque no había condenado la dictadura hasta ahora. Aun después de la pregunta, Sanders siguió sin llamar dictador a Maduro. Tampoco respondió por qué se rehusaba a llamarlo como tal. Sin embargo sí le llamo tirano.
¿Qué distingue a un dictador de un tirano?
En lenguaje político, los términos dictador y tirano tienen una carga distinta. El dictador toma por la fuerza el poder, mientras que el tirano llega a él por medio de la democracia y se eterniza por medio del abuso del mismo.
Desde varias esferas nacionales e internacionales ya se llama “dictador” a Nicolás Maduro desde hace años. Pero sucede con mayor frecuencia y con consenso internacional, a partir de enero del presente año, cuando “asumió” el poder para un nuevo período constitucional, sin unas elecciones legítimas.
Entonces no es del todo errada la denominación de Sanders. Lo llamativo es cuánto demoró en decirlo y cómo, pese a la pregunta, se niega a llamarle dictador.
Cabe señalar que desde la Antigua Roma el cargo de dictador tiene un carácter temporal, mientras que el tirano libera el poder solo cuando a este le place.
“Bueno, antes que nada, déjenme ser claro. Cualquiera que haga lo que hace Maduro es un tirano perverso”, dijo Sanders, antes de reiterar su posición sobre Venezuela: “Lo que necesitamos ahora es cooperación internacional y regional para tener elecciones libres en Venezuela y que la gente de ese país pueda hacer, pueda crear su propio futuro”.
El candidato socialista no comentó sobre Cuba y Nicaragua, régimenes que históricamente ha aplaudido
Así es que el mismo título le cabe tanto a Daniel Ortega en Nicaragua como a los Castro en Cuba, a quienes Sanders no hizo mención alguna, a pesar de la pregunta.
Ya superan los 600 muertos por represión ordenada por Daniel Ortega, a quien Sanders ha aplaudido por décadas como un hombre “impresionante”.
Tampoco se pronunció sobre Cuba. Sin embargo, hay testimonios filmados de él expresando que estaba “entusiasmado cuando Fidel Castro hizo la revolución, parecía apropiado que los pobres se alzaran contra los ricos”.
Due to popular request we combined the following:
• @BernieSanders bashes JFK & praises the communist Cuban revolution
• Bernie blames the US for the Cold War
• Bernie praises Communist USSR
• Bernie details his advise to Nicaraguan dictator Ortega on how to fight the US pic.twitter.com/28mOaqmk3Z
— Reagan Battalion (@ReaganBattalion) May 15, 2019
Luego el periodista preguntó qué distingue el socialismo de Venezuela, Cuba y Nicaragua con el socialismo que ofrece Bernie Sanders.
“En términos de socialismo democrático, equiparar lo que sucede en Venezuela con lo que yo creo es extremadamente injusto”, dijo Sanders en respuesta a una pregunta del periodista Jorge Ramos, uno de los moderadores del debate. “Estoy de acuerdo con (lo que sucede en) Canadá y Escandinavia, garantizar la atención médica a todas las personas como un derecho humano. Creo que Estados Unidos no debería ser el único país importante en el mundo que no proporciona licencias familiares y médicas remuneradas”.
«Su problema es que no saben manipular a los medios», dijo Sanders respecto a Daniel Ortega. Es decir, el problema no eran los hechos, sino no tener a su alcance los medios para manipular a la población.
Contrario a lo dicho por Sanders, los países nórdicos no son socialistas
Según informa Jeffrey Dorfman, profesor de economía de la Universidad de Georgetown en su nota para Forbes, los países nórdicos ocupan un lugar bastante alto en el índice de libertad económica. De hecho, mientras que Hong Kong y Singapur encabezan la lista y Estados Unidos ocupa el puesto 12, Dinamarca ocupa el puesto 15, Finlandia 17, Noruega 25 y Suecia 27. En términos de puntajes numéricos, Suecia es solo un 5% más bajo que los EE. UU. Para una comparación adicional, Corea del Sur y Japón, ambos considerados un mercado bastante libre, clasifican 32 y 39, respectivamente.
En Canadá los pacientes mueren esperando ser atendidos
En cuanto al sistema de salud provisto por el Estado en Canadá, que Sanders tanto glorifica, una encuesta del Instituto Fraser de Canadá, indica que una de las peores falencias es el tiempo de espera para los tratamientos médicos, lo cual con el tiempo solo ha empeorado.
Según la encuesta, el tiempo promedio de espera desde que un paciente pedía una cita hasta que veía a un médico era de 9,3 semanas en 1993, mientras que en el 2017 llegó a 21,7 semanas (casi 5 meses y medio). Aumentó 128%.
Incluso los jueces de la Corte Suprema de Canadá han señalado que los pacientes en Canadá mueren como resultado de las listas de espera para recibir atención médica de acceso universal, así lo indica el informe del Instituto Fraser del 2014.
El análisis estima que entre 25 456 y 63 090 (con un valor promedio de 44 273) mujeres canadienses pueden haber muerto como resultado del aumento de los tiempos de espera entre 1993 y 2009.
Sanders adjudica la culpa al 1% más rico al que él pertenece
Después de glorificar a los países escandinavos, Sanders enfatizó su discurso marxista sobre la lucha de clases y reprochó la existencia del 1 % de la población que posee la mayoría de los recursos.
“Tenemos tres personas en Estados Unidos que poseen más riqueza que la mitad inferior de este país. Tienes un puñado de multimillonarios que controlan lo que sucede en Wall Street, las compañías de seguros y los medios de comunicación. Tal vez, solo tal vez, lo que deberíamos estar haciendo es crear una economía que funcione para todos nosotros, no para el 1 %”, dijo Sanders en Houston.
Lo que no dijo es que él pertenece al 1 %.
Con una fortuna de 2,5 millones de dólares y un total de tres casas de lujo, entre ellas una de estilo colonial, el precandidato a la presidencia Bernie Sanders se consagró como parte de la población más pudiente de la nación.
Recaudó su fortuna precisamente gracias a la simpatía que ganó por fomentar el socialismo en la nación y consigo la exigencia de que los ricos paguen más. Por medio de las donaciones recibidas para su campaña, además de la venta de libros de su cruzada contra el capitalismo, capitalizó y se hizo millonario.
Pese a la realidad, busca consagrarse como el líder de los pobres y ahora, acorralado, intenta culpar a quienes hicieron lo mismo que él propone.