
Financiar abortos en países pobres, fue la solución que propuso el precandidato a la presidencia de los EE. UU., Bernie Sanders, para revertir la supuesta sobrepoblación mundial. La propuesta la elevó en el marco del debate sobre el cambio climático —en medio de la gira de los precandidatos— en el que fue aplaudido por los votantes demócratas.
A menos de un año de las elecciones presidenciales, el control de natalidad es un tema polémico que guía al electorado. Por un lado los demócratas buscan legalizar el aborto hasta el nacimiento y por otro los republicanos lo están ilegalizando desde que se detectan los latidos del corazón.
Frente a la presidencia de Donald Trump, el primer mandatario que asistió a la anual marcha por la vida, sus opositores buscan ampliar la legislación vigente ante la posibilidad de que su gestión prohíba el aborto por completo.
El Acuerdo de la Ciudad de México protege a los no nacidos de abortos financiados por EEUU, Sanders busca revocarlo
“Las mujeres en los Estados Unidos tienen el derecho de controlar sus propios cuerpos y tomar decisiones reproductivas, y el Acuerdo de la Ciudad de México niega la ayuda a las organizaciones estadounidenses en todo el mundo que le permiten a las mujeres abortar o incluso involucrarse en el control de la natalidad; para mí es absurdo”, dijo Bernie Sanders.
Es decir, busca no solo facilitar los abortos en los EE. UU., sino utilizar los impuestos de sus conciudadanos para financiarlo en los países más pobres del mundo.
Para lograrlo, tendría que revocar la política instaurada por el presidente Ronald Reagan en la Ciudad de México en 1984. Ya fue revocada por Barack Obama. Pero Donald Trump redobló la apuesta y retomó la política de Reagan para crear la Ley Mordaza Global para terminar con todo financiamiento con impuestos de ciudadanos de EE.UU. para abortos.
Lo que desconocen Bernie Sanders y sus simpatizantes es que de acuerdo con las legislaciones de toda América Latina, firmantes del Pacto de San José, la vida es considerada un derecho desde la concepción y por tanto lo que piden sería no solo moralmente sino jurídicamente sancionable, pues pasa por encima de cada constitución nacional y exige ejecutar a los más jóvenes de las sociedades, protegidos por los respectivos códigos de la niñez de cada nación.
With upcoming 🇺🇸election,I now see that a Democrat president will mean tyrannical American funded population control & slaughter of Africa’s unborn babies.
I beg you dear friends,before voting in the elections,watch my documentary “Strings Attached” https://t.co/WOtDonYD3F pic.twitter.com/k2oSMYHS7H
— Obianuju Ekeocha (@obianuju) September 5, 2019
A propósito de lo planteado por Sanders, la activista provida africana Obianujy Ekeocha respondió enfáticamente que el triunfo de un presidente del partido demócrata en EE. UU. significaría un control de población tiránico y la masacre de bebés africanos antes de nacer.
Acompaña el mensaje junto al documental que ella produjo, traducido como “Cuerdas atadas”, sobre los intereses detrás de gobiernos y organismos internacionales, en particular las ONG, que ofrecen ayuda reproductiva para África y lo que hacen en realidad es diezmar su población.
El punto focal es la “colonización ideológica”, que implica sembrar la idea de que el humano es el problema y no la solución. Por tanto, para resolver los problemas de la humanidad, es necesario reducirla.
La sobrepoblación es un mito
Pero lo cierto es que las estadísticas apuntan a que la sobrepoblación que tanto advierten los candidatos demócratas y sus adeptos, no es real. En España, por ejemplo, ya muere más gente que la que nace, un fenómeno que acecha a una Europa cada vez más vieja y con menos niños.
Así lo advirtió la ministra de salud de Italia, Beatrice Lorenzin. “Somos un país moribundo”, dijo en el 2015.

“¡Arrivederci, Roma!”, dice el Instituto de Investigación de la Población (POI por sus siglas en inglés), advierte que los franceses, alemanes, italianos y británicos prácticamente dejarán de existir.
Un informe de la ONU titulado Población mundial a 2300, muestra una imagen del futuro de Europa si las tasas de fertilidad no se elevan por encima de los niveles actuales: “La Unión Europea, que recientemente se ha expandido para abarcar a 452-455 millones de personas (según cifras 2000-2005 ), caería en 2300 a solo 59 millones. Aproximadamente, la mitad de los países de Europa perderían el 95 % o más de su población; y países como la Federación de Rusia e Italia tendrían solo el 1 por ciento de su población”.
Asimismo, el Consejo Americano de Ciencia y Salud hizo eco del libro Planeta Vacío: el shock del declive de la población global. Allí indica que incluso los países más numerosos, como China, ya tienen una población en declive y que a mediados de este siglo, lo mismo sucederá en Brasil e Indonesia.
Aunque resalta que en zonas como África subsahariana y el Medio Oriente la población se está multiplicando, proyecta que empieza a ralentizarse.
De modo que la evidencia afirma que el mundo no solo no se está sobrepoblando, sino que hay zonas donde la falta de niños ya es un problema.
En lugar de proteger a los niños que empiezan a escasear, lo que Bernie Sanders pretende hacer es destruir la legislación que protege a los niños de naciones pobres de la fuerza ejercida por naciones poderosas y lo hace supuestamente en beneficio del planeta. Lo más sobresaliente es la impunidad con lo cual lo señala.
En el 2018, el aborto fue la causa número uno de muerte en el mundo, superando las 41 millones de personas.