Durante Cuaresma, los fieles a la Iglesia Católica ayunan durante 40 días, emulando las acciones de Jesús, que fuera tentado tres veces por el diablo en ese período. Entonces, el papa Francisco pidió que, al igual que él, no caigamos en la tentación evitando dialogar con el diablo, mientras fomenta el diálogo con quien ha forzado el ayuno en Venezuela: Nicolás Maduro.
En ninguna de las misas cuaresmales ha mencionado a Maduro. Pero ante la situación venezolana, Francisco pidió el diálogo de ambas partes en varias instancias este año, lo cual ha sido increpado por el Grupo de Lima.
Una de las tentaciones a la que fue sometida Jesús, según relata el propio Francisco , que nos pide evitar, es “instrumentalizar a Dios para obtener ventajas”.
Sin embargo, pide dialogar con quien no solo ha instrumentalizado a Dios sino que ha puesto a un hombre de carne y hueso a su altura, pretendiendo suplantarlo por un líder político.
Además, es equiparable a la segunda tentación que cita Francisco “el camino de la gloria humana”.
Los adherentes al socialismo en Venezuela han glorificado a Hugo Chávez como un Dios.
No obstante, como citó Francisco, la respuesta de Jesús a las tentaciones del diablo fue clara: “solo ante el Señor Dios te postrarás, solo a Él adorarás”.
Por último, destacó el Papa Francisco, “rechaza la que tal vez sea la tentación más sutil: la de querer poner a Dios de nuestra parte pidiéndole gracias que en realidad solo sirven, o servirían, para satisfacer nuestro orgullo”.
“Estos son los caminos que se nos han puesto delante con la ficción de poder obtener así el éxito y la felicidad. Pero, en realidad, son del todo ajenas al modo de actuar de Dios; de hecho, nos separan de Dios, porque son obra de Satanás”.
Además de eludir las tentaciones, la misa fue un homenaje por la beatifición de ocho mártires que fueron asesinados durante la Guerra Civil Española, gracias a la misma ideología que instauró ahora en Venezuela el hambre, exilio y muerte en Venezuela: el socialismo.
Papa Francisco hizo un homenaje a los sacerdotes asesinados bajo el socialismo, sin mencionar la ideología
Según reporta Libertad Digital, “en total, unos 10 000 muertos por el delito de ser católicos y no renegar de ello”. En Madrid, fusilaron al 30% de los clérigos; en Lérida el 62%.
4.184 sacerdotes, 2.365 frailes y religiosos, 283 monjas y más de 3.000 seglares fueron asesinados, de los cuales 3.000 fueron asesinados entre julio y agosto de 1936.
Incluso al Monseñor Florentino Asensio, obispo de Barbastro en 1936, milicianos le amputaron los genitales anunciando: “no tengas miedo. Si es verdad eso que predicáis, irás pronto al cielo”, ante lo cual respondió “sí, y allí rezaré por vosotros”. Luego de matarlo, le arrancaron los dientes y le robaron la ropa.
22.000 iglesias fueron destruidas en el proceso y la prensa del momento celebraba la destrucción de símbolos y estatuas religiosas. Bajo la premisa que “la religión es el opio de los pueblos” de Karl Marx, los milicianos buscaban desaparecer a toda costa a la Iglesia Católica y sus referentes.
Respecto al martirio de los religiosos asesinados, Francisco destacó: “Estos jóvenes aspirantes al sacerdocio amaron tanto al Señor que lo siguieron en el camino de la Cruz. Que su testimonio heroico ayude a los seminaristas, a los sacerdotes y a obispos a permanecer límpidos y generosos, para servir fielmente al Señor y al pueblo santo de Dios”.
Ante la persecución actual, servirá de aliento para los sacerdotes de Venezuela que son citados ante la justicia e interrogados por las fuerzas de seguridad por su crítica al régimen.
Finalmente, el papa Francisco terminó su enseñanza destacando que “Jesús, al hacer frente a estas pruebas, vence por tres veces la tentación para adherirse plenamente al proyecto del Padre. Y nos indica el camino para vencer la tentación: la vida interior, la fe en Dios, la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama”.
Será entonces una lección para resistir al poder imperante, el mismo que el jefe de la Iglesia no reconoce como el peligro que mató a miles de católicos en décadas pasadas y que hoy destruye con el hambre y la carencia de insumos básicos a Venezuela.