
Se acerca el fin de la prensa escrita en Nicaragua, en vista de que hace cuatro meses la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) mantiene secuestrada la materia prima necesaria para la impresión de los periódicos.
Más de medio centenar de periodistas se han exiliado, dada la intimidación que sufren por publicar los atropellos del gobierno del exguerrillero devenido presidente, Daniel Ortega.
Ante la ausencia de suministros para imprimir, la prensa independiente está bajo un ataque del cual posiblemente no podrá salir.
No obstante, Grupo Editorial LA PRENSA busca alternativas para mantener en circulación a los diarios La Prensa hoy que los insumos que posee en inventario alarguen un poco la vida de las ediciones impresas.
Maduro mantiene incomunicados a los venezolanos sin electricidad, Ortega sin prensa escrita a los nicaragüenses
El problema es más profundo que acusar al mandatario. No es él, como persona, quien obstaculiza la libertad de expresión sino como representante de la ideología que impera: el socialismo.
Así como en Venezuela, al tener el monopolio de los servicios, el régimen tiene el poder de dejar al país entero en tinieblas, desconectado y desinformado.
Ya en enero del 2014 se detonaron protestas multitudinarias en Venezuela ante la ausencia de papel periódico, sumado al hecho que era necesario acceder a divisa extranjera para importarlo. Es decir, quienes importaban, requerían un permiso autorizado por el régimen para comprar suministros.
Tal como ahora Nicolás Maduro envió tropas del “escuadrón de la muerte”, la FAES, para custodiar hospitales -ante las protestas y reclamos de los familiares por la falta de electricidad- cuando faltó primero el papel higiénico y luego el papel periódico, Maduro hizo ingresar tanques militares para “liberar el suministro” que no existía.
En lugar de liberar el mercado para que los ciudadanos pudieran acceder a productos, el dictador pretende aún hoy lograr la estabilidad por medio de la fuerza.
Y Ortega, que comparte su misma ideología, opera de la misma manera.
https://twitter.com/cinthyabri/status/1105590046395117575
Desde abril de 2018 que comenzaron las protestas en su contra, el régimen reconoce 199 muertos, de los cuales acusa gran parte son policías atacados por los manifestantes, mientras que organizaciones de Derechos Humanos contabilizaron más de 530 muertos, sin contar con el aborto inducido a patadas por parte de fuerzas paramilitares contra una estudiante interrogada por la fuerza.
Por su parte la Corte Interamericana de Derechos Humanos contabilizó más de 300 muertos y denominó “graves violaciones a los derechos humanos en el marco de las protestas sociales en Nicaraguas” a su informe sobre las investigaciones realizadas en el terreno.
La Aduana tiene secuestrado material que vale 180.000 dólares
Ahora el régimen busca matar la prensa libre. Desde el 10 de septiembre pasado, hace cuatro meses, la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) mantiene secuestradas herramientas que valen 180.000 dólares; incluyen planchas, gomas y reveladores de uso de la rotativa en la que se imprimen los periódicos.
“Nosotros la vamos a luchar hasta que podamos y con todos los recursos legales que tenemos y vamos a seguir llevando las noticias a nuestros lectores. Estamos estudiando los ajustes que se pueden hacer para (que la materia prima que se tiene en inventario) dure el mayor tiempo posible”, afirma el director del diario LA PRENSA y presidente de Grupo Editorial La Prensa, Jaime Chamorro Cardenal.
🇳🇮✊ LA PRENSA sigue superando censuras, desastres y dictaduras. Cumplimos 93 años y seguimos firmes con #Nicaragua. Nuestra cobertura en https://t.co/KzQ7NkKyW2 pic.twitter.com/KyN2eryVWw
— LA PRENSA Nicaragua (@laprensa) February 27, 2019
Solo en papel periódico hay 92 toneladas secuestradas que valen más de 72 mil dólares, suficiente para imprimir LA PRENSA y Hoy durante tres meses.
Pese a que constitucionalmente tienen exención de impuestos los materiales necesarios para la prensa, han sido pagados más de 1.200 de dólares y aún así no han sido liberados.
De modo que La Prensa no importará más recursos hasta que tenga acceso a los que aguardan en Aduana hace más de cuatro meses, gracias a la censura cada vez más frontal del régimen que niega más de la mitad de sus muertos y como tal busca silenciar a quien lo denuncie.