Ante la radio local, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien fue canciller de Uruguay y miembro del partido de Gobierno, habló sobre las preocupaciones que tiene por las “tentaciones totalitarias” dentro del Frente Amplio, partido del cual fue expulsado por estar en contra de las dictaduras.
Almagro criticó a la izquierda de su país por intentar “justificar la dictadura cubana o la dictadura bolivariana emergente”, y señaló que debe “ser una persona lejos de eso”, pues “si el Frente Amplio está ahí”, alertó que él definitivamente no está ahí.
Abiertamente llamó usurpador a Nicolás Maduro y presidente constitucional a Juan Guaidó, mientras que el Gobierno de Montevideo sigue vinculado de manera política y económica a Maduro.
En #Venezuela NO hay dos partes legítimas para que la Secretaría General de la @OEA_oficial busque mediar. Hay un Presidente Constitucional (E) y un régimen usurpador. La Democracia no se negocia. #OEAconVzla https://t.co/XhUI9OQJBH
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) March 5, 2019
Mientras sus excompañeros de partido lo acusan de atentar contra la democracia, afirma que respetarla es reconocer al presidente constitucional y no al usurpador. Por ello cuestionó el manejo de la crisis venezolana por parte del Gobierno de Uruguay, asunto que le costó su afiliación al Frente Amplio, ya que anunció que no descartaba ningún método para un pronto retorno a la democracia.
En vista que fue asumido como promotor del intervencionismo militar por parte de la izquierda uruguaya, el canciller Rodolfo Nin advirtió que era “absolutamente contrario a la vocación nacional”, y el Frente Amplio dijo que las declaraciones de Almagro “se alejan de los principios históricos de la fuerza política sobre la defensa de la paz y la autodeterminación de los pueblos”.
"En #Venezuela hay crímenes de lesa humanidad,torturas,contra el ADN de una democracia. No estoy ni la OEA en condiciones institucionales de ser neutro frente a una dictadura" @Almagro_OEA2015 ahora en vivo con @Chechobianchi y @ElsaLevrero arrancó @ApuestaD10 por @Universal970 pic.twitter.com/tnYV9HxkXY
— Sol Bauzá (@SolBauza) March 5, 2019
Al respecto, Almagro respondió enfáticamente que es un problema muy grave “que resulte indiferente estar ante una posición democrática que una posición dictatorial, lo cual se junta a otras posiciones que ha tenido antes Uruguay que verdaderamente dejan mucho que desear, como haber quitado de la declaración del grupo de contacto con la Unión Europea la liberación de presos políticos y de violaciones de derechos humanos”
Afirmó que no sabe “cómo se puede pretender que la secretaría general de la OEA se plante frente a un Gobierno ilegítimo y dictatorial con neutralidad al respecto”.
Aunque califica como “correcta” la decisión de Uruguay de plegarse a la Unión Europea para pedir elecciones libres en Venezuela, califica el cambio de Uruguay como “demasiado abrupto, demasiado sorpresivo, pero definitivamente es la decisión correcta”.
Almagro aprovechó la oportunidad para destacar que tomó su expulsión del Frente Amplio con naturalidad, pues tenía diferencias significativas con el partido de Gobierno.
Por ende, advierte en noviembre de este año va a votar en las elecciones presidenciales y va ser “muy bueno no tener que rendir cuentas a nadie de a quién estoy votando”.
En medio de los cambios continentales en la región, el hecho de quitarle un aliado más al régimen de Maduro podría ser influyente. Pues hasta el momento los regímenes han estado estrechamente vinculados, partiendo del hecho que el hijo del presidente Tabaré Vásquez es el mayor proveedor de seguridad informática del régimen de Maduro y, a su vez, el mayor beneficiario de las contrataciones estatales.
Debemos analizar cómo podemos ser + útiles en la defensa de la democracia y los #DDHH y cómo esos principios permean todo lo demás. Hemos visto que cuanto mejor funcionan las democracias, mejores son las condiciones de acceso a derecho y equidad, de seguridad y de desarrollo pic.twitter.com/bLyrFeZOhf
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) March 4, 2019
Así, al debilitar a la izquierda continental, también reduciría el nepotismo que logra que los hijos de presidentes se vuelvan tan suntuosos como los príncipes de una monarquía, como sucedió con la hija de Hugo Chávez y como todavía sucede con los hijos y nietos de Fidel Castro que pasean en BMW por las calles de La Habana, mientras el cubano de pie hace fila para el pan racionado.
En contraste, pese a que Luis Almagro ha forjado su carrera política de la mano de la izquierda política e ideológica, ha sabido ser crítico de esta, particularmente cuando las “tentaciones totalitarias” vuelven a quienes dicen buscar “justicia social” en facilitadores de dictadores.