Por 25 años la población indígena ha exigido reparaciones por los daños en su tierra, agua y la salud de sus habitantes causados por un derrame petrolero sobre 500.000 hectáreas de la selva amazónica ecuatoriana.
Ahora su ardua batalla contra la gigante petrolera Chevron, deben combatirla sin su abogado, suspendido en Nueva York por “mala conducta profesional”.
De la mano del abogado Steven Donzinger, la población ganó una batalla en medio de esta larga guerra.
En 2011, una corte ecuatoriana sentenció una orden que exigía a Chevron pagar una indemnización de 9,5 mil millones (una reducción del monto inicial).
Sin embargo, la Corte Suprema de Nueva York determinó que el proceso fue fraudulento. Declaran que hay pruebas de sobornos a autoridades ecuatorianas que permitieron el veredicto a su favor.
El fallo fue emitido durante el gobierno de Rafael Correa, quien buscaba apropiarse de los recursos petroleros de la selva amazónica en un área protegida, prohibido por la constitución por implicar un etnocidio; ya que afectaba la forma de vida de los pueblos en aislamiento voluntario.
Entonces, el caso Chevron le sirvió como chivo expiatorio para justificar que el Estado administre esos recursos para pagar su deuda con China.
Condujo una campaña internacional actores de Hollywood y premios Nobel se tomaron fotos con “la mano sucia de Chevron”, teñida de petróleo.
Así, bajo el lema “una mínima huella para que el todo viva“, el gobierno expropió y explotó la zona sin el aval de sus habitantes.
No obstante, Chevron apeló la sentencia en un tribunal canadiense y no solo fue revocada, sino que la jurisprudencia local exige que el perdedor pague los costos legales del demandado.
Pues la compañía no niega que haya sucedido el derrame, sino que no estuvo a cargo. Pues Chevron nunca operó en la zona, sino que lo hizo su filial Texaco, en colaboración con PetroEcuador (antes CEPE), la compañía estatal de petróleos.
De acuerdo a la evidencia y las fechas expuestas, el derrame sucedió cuando Texaco ya se había retirado y limpiado la zona. Por tanto, los responsables son y están en Ecuador.
Por ello, en mayo de este año Chevron quedó absuelta.
Chevron has now orchestrated my suspension without a hearing on the grounds that I represents “a threat to the public order” in the US after I led the successful legal battle that resulted in a landmark $12b environmental judgment against the company. https://t.co/Z5mR8fNhYc pic.twitter.com/mcS44TK2Ua
— Steven Donziger (@SDonziger) July 10, 2018
A través de redes sociales, el abogado demandante alega que “Chevron ha orquestado su suspensión sin mediación, bajo la premisa que representó “una amenaza al orden público” en los EEUU, luego que llevé adelante una batalla legal exitosa que resultó en una sentencia de 12 mil millones de dólares contra la compañía”.
Desde portales ambientalistas, alegan que hay presión por parte de grupos poderosos para silenciar al abogado. Pues el juez Kaplan, que suspendió al abogado, fue puesto en el ese cargo por el ex-alcalde de Nueva York, Giuliani, ahora abogado de Trump.
Por su parte, Donziger no está distanciado de figuras poderosas. Es amigo personal de Barack Obama, con quien estudió derecho.
El caso está plagado de influencias.
Pese a fallos y sentencias en tres países, Ecuador, Canadá y EE.UU., en este caso no hay un vencedor sino un gran perdedor, los afectados.