
En medio de la euforia por el Mundial de Fútbol en Rusia, Colombia anotó un gol contra Petro, excandidato de izquierda a la presidencia y por tanto al avance del socialismo del siglo XXI en el continente. Así lo graficó Arístide, periodista y caricaturista cubano.
PanAm Post se comunicó con su representante y difusora, Rebeca Ulloa Sarmiento, quien, tras escapar de la dictadura de los Castro, se exilió en Colombia.
“Para el exilio cubano, el triunfo de Duque es un triunfo nuestro, es como una señal de ‘pare’ a la dictadura de Cuba, que en este periodo electoral tenía en Colombia un montón de agentes y oficiales cubanos, tenían minada la embajada de Cuba con personal muy atento a los acontecimientos. Así que respiramos tranquilos, porque la victoria de Duque es un fuerte golpe a la comunidad castrochavista comunista”, exalta.
“Los cubanos, que hemos sufrido la izquierda extrema, temíamos mucho una victoria del candidato Gustavo Petro en Colombia, pero confiábamos en la cultura política de los hermanos colombianos, y qué bien que estábamos en lo cierto, como lo demuestra el resultado de hoy con la victoria para Iván Duque”, explica.
“Siempre dijimos que en Colombia se estaba jugando la democracia del continente. Los Castro ya tienen en la mirilla a Colombia y desde hace mucho han incentivado y estimulado las izquierdas latinoamericanas y especialmente las guerrillas en Colombia, y el mismo Petro afirmó que en La Habana se habían entrenado miembros de su grupo guerrillero, el M-19”, detalla.
“Viví diez años en Colombia, llegué cuando salía Samper y entraba Pastrana, y luego estuve en las dos elecciones de Uribe. Vi cómo cambió el país bajo la batuta de Uribe, y me decía: ‘¿cómo es que viví casi 50 años en Cuba, y nunca presencié unas elecciones presidenciales, mientras en Colombia estuve presente en tres procesos electorales?”, resalta. “Y en los diez años que hace que vivo en Miami, ya he estado en tres… entonces, claro que el cambio y la modificación de perspectiva es notable, pues es muy diferente vivir en un régimen totalitario absolutista y dedocrático, como Cuba, a vivir en una sociedad democrática, con defectos, pero con libertades y derechos”, enfatiza.
“En Colombia, por primera vez en toda mi vida, y ya para entonces empezaba a peinar canas, pude ejercer mi derecho al voto. Tuve la suerte de votar en la reelección de Álvaro Uribe, que claro, le di mi voto”, explica.
“En Colombia conocí lo que era vivir en democracia, con libertades y derechos. Y también conocí una clase, o mejor un grupo de intelectuales y profesores universitarios muy contestatarios, defensores de las guerrillas, muy de izquierda, de tendencia trotskista… conversaba con ellos , más bien debatía, les comentaba lo que era vivir en una dictadura, vivir sin derecho a nada, a lo más elemental”, indica.
“Así que no me sorprende cuando veo aquí mismo en Estados Unidos a artistas y a intelectuales defender la izquierda, es como que sienten que les da cierto glamour“, agrega.
Recuerda que cuando colaboraba en una institución gubernamental se asombraba de cómo se expresaban en contra de Uribe, entonces presidente. Debatía con ellos y les decía que si hubieran estado en la Cuba castro-comunista, no solo no podrían trabajar ahí sino en ningún lugar, ni siquiera en el extranjero, pues en Cuba hay un solo dueño de todo y puede decidir quién trabaja o no para firmas foráneas.
Por su parte, el cineasta exiliado cubano Lilo Vilaplana, creador de la serie documental Leyendas del exilio, dijo que “la victoria no fue solo de Iván Duque. Es un triunfo de la democracia. Colombia ha dado un mensaje al mundo para que no se dejen engañar por lideres populistas que prometen el maná, y luego arruinan a todos. Los colombianos no creyeron en el mesías que iba a resolver todos los problemas del país, ni tampoco creyeron en el monstruo que se inventó la izquierda para tratar de imponerse”.
Afirma que “sin dudas la izquierda latinoamericana ha sufrido un golpe directo al pecho con la victoria presidencial de Iván Duque”. Confía en Duque, “no tiene rabo de paja”, como dicen los colombianos. Sostiene que “no pertenece a ningún grupo ni de conservadores recalcitrantes ni de guerrilleros radicales”.
Indica que “el único pecado, si quieren considerarlo así, es de tener como mentor a Uribe, y mejor ejemplo no puede tener. Duque es un hombre estudiado, especialista en empresas privadas, tiene un claro concepto de país, de unidad, y eso es muy importante para la región. Y en un tercer orden de cosas, también significa un stop para Maduro y su régimen”.
Pues afirma que “la embajada cubana en Bogotá, que es un centro de operaciones de la seguridad del Estado castrista, desde el triunfo de Duque debe tener a todos sus militantes reunidos analizando en qué se equivocaron, y buscando culpables para descabezarlos. Desde allí operan para introducir ese maléfico sistema a ese gran país”.
Por eso enfatiza que “conocer el castrismo y cómo proceden es importante: la dictadura de los Castro en Cuba se inventó un monstruo a combatir: el imperialismo yanqui”.
“En Venezuela convencieron al pueblo de arrasar con la oligarquía. En Colombia había que inventarse un enemigo; el ataque lo dirigieron hacia el expresidente Álvaro Uribe”, aclara.
“Yo que viví en sus mandatos en ese país, recuerdo que fue el presidente que acorraló a las FARC. En su presidencia logró que los colombianos viajaran por su país sin miedo a ser secuestrados, devolvió la dignidad al pasaporte colombiano y dio confianza a la inversión extranjera, desmovilizó a los paramilitares y extraditó a los lideres de esta organización. Esto es historia reciente y muchos no han olvidado”, explica.
#Colombia dio un ejemplo que hay que exterminar el castrochavismo y que se puede, además, en las urnas”, senaló Vilaplana.
El opositor cubano espera que con la victoria de Duque “nuestros pueblos sometidos como Nicaragua, Venezuela y Cuba confíen en que pueden liberarse de este mal que azota la región y enfrentarlo con más fuerza”.
“Con el triunfo de Iván Duque hoy espero que México no caiga rendido ante el discurso populista de López Obrador”, concluye.