En conmemoración al Día de los Caídos, cuando en los EE. UU. se rinde homenaje a los soldados caídos en la guerra, una voz replicó un discurso incómodo que cuestiona no solo la industria militar de los Estados Unidos. sino la política exterior en su totalidad que le ha ganado enemigos a los EE. UU. en todo el mundo.
“¿Qué tal si nos despertamos un día y nos damos cuenta que la amenaza terrorista es una consecuencia de nuestra intromisión en los asuntos de otros y no tiene nada que ver con nuestra libertad y prosperidad?”, dijo el Dr. Ron Paul, la figura más prominente de la filosofía libertaria, quien fue senador y tres veces candidato a la presidencia.
Compartió en redes sociales un discurso donde pregunta qué pasaría si habría mayor transparencia en las acciones militares de su país. El video corresponde a un discurso en el Senado donde critica el militarismo durante la gestión de Obama. Cabe mencionar que aquel ganador del Premio Nobel de la Paz que arrojó 24,287 bombas solo en el 2016.
Sin embargo, en su discurso, Ron Paul insiste que el militarismo no disminuye de un gobierno a otro.
Exclama: “¿Qué pasaría si los conservadores que predican un gobierno pequeño se despiertan y ven que nuestra política exterior intervencionista proporciona el mayor incentivo para expandir el gobierno? ¿Qué tal si los conservadores se dan cuenta de nuevo que su única posición lógica es rechazar el gasto de mantener un imperio alrededor del mundo?¿Qué pasa si finalmente vemos que las condiciones del tiempo de guerra siempre socavan la libertad personal?”.
En contraste con el fundamentalismo islámico se combate en el Medio Oriente, propone: “¿Qué tal si el cristianismo promueve la paz y no guerras preventivas a base de agresión?”. Propone, entonces, que la diplomacia supere a las bombas y los sobornos para proteger a los EE. UU.
Sin referirse con nombre y fecha, alude a los atentados del 11 de septiembre del 2001, cuando pregunta si la vida de alrededor de 3000 estadounidenses justifica que miles de soldados mueran cada año buscando justicia. Plantea: “¿Qué tal si ocupar países como Iraq y Afganistán, al igual que bombardear Paquistán, está directamente vinculado al odio dirigido hacia nosotros?”. “¿Qué tal si la tortura, aunque se llame técnica de interrogación avanzada, es autodestructiva?” , insiste.
¿Qué tal si sostener regímenes represores en el Medio Oriente pone en peligro tanto a EE. UU. como a Israel?”, agrega.
En cuanto al impacto económico, pregunta: ¿Qué pasa si finalmente nos damos cuenta que la guerra y el gasto militar siempre destruye la economía? ¿Qué pasa si todo el gasto en tiempos de guerra se financia con engañoso proceso de inflar y contraer deuda?
No descarta que el creciente militarismo, presente en la sociedad de los EE. UU. hace un siglo, requiera pronto el servicio militar por conscripción.
Aunque no es detractor del ejército como institución, considera que el esfuerzo y presupuesto deben ser abocados hacia la defensa y no el ataque, para garantizar la seguridad de la nación y no para generar enemigos internacionalmente; como ostenta sucede en la actualidad.
Para comprender mejor el fenómeno, consultamos con Aaron Virkler, ex-soldado de infantería en el ejercito americano por 9 años, veterano de guerra en Iraq y ahora colaborador del sitio Being Libertarian (siendo libertario), donde cuestiona diariamente los excesos estatales que conoció desde el campo de batalla.
¿Qué mensaje le darías a las personas que desprecian a los EE. UU. Debido a las acciones del gobierno relacionadas con la guerra?
Para aquellos que dirigen su ira hacia una nación entera, en lugar del gobierno que asume la responsabilidad de las acciones de guerra, diría esto: tenemos más en común entre nosotros que con nuestros propios gobiernos. Es comprensible culpar a una nación entera por las acciones de su gobierno, epecialmente cuando hay muchas personas que confunden a la nación y el Estado como si fuese lo mismo.
Aquellos que apoyan las acciones de nuestro gobierno han sido víctimas de la propaganda basada en el miedo. Comprenda que hay personas dentro de nuestra nación que trabajan incansablemente para deshacer esa propaganda y luchar por la verdad.
Como libertario, ¿qué haces para cambiar eso?
La buena noticia es que vivimos en un momento de acceso a la información sin precedentes. Más importante aún, vivimos en un tiempo de verdad sin precedentes. Como alguien que se preocupa profundamente por poner fin a las guerras ilegales e inmorales que el gobierno de EE. UU. libra, me comprometo a decir la verdad sobre estas guerras.
Las mentiras sobre las que se venden, el caos que causan y el costo individual de estas guerras son todas verdades importantes que deben difundirse. Cambiar para mejor siempre comienza diciendo la verdad.
¿Cómo podemos fortalecer al individuo en lugar de fortalecer el poder de nuestro gobierno?
Como ex soldado que ha luchado en estas guerras, diré de primera mano que depositar su fe en un gobierno para resolver los problemas siempre termina en que los gobiernos crean problemas para resolver. Este es el comienzo del ciclo de propaganda. Poner fe en el gobierno conduce a modelos de pensamiento grupal que abogan por soluciones a expensas de otro grupo.
En lugar de identificarse como parte de un grupo y buscar un enemigo, sería mejor identificarse como un individuo y buscar la verdad del problema. ¿Cómo resolvemos estos problemas? No hay una solución mágica, pero sé que la solución comienza con decir la verdad.